'Cavalleria Rusticana': venganza siciliana en Mallorca
El jovencísimo Festival Cap Rocat inauguró su edición de este año con la ópera de Mascagni, protagonizada por Elīna Garanča y Michael Fabiano
Festival de Cap Rocat: un festín de voces en una fortaleza mallorquina

En 1890 se estrenó en Roma la ópera de Pietro Mascagni 'Cavalleria Rusticana'. Unos años más tarde, y tras el desastre de 1898, se construyeron en la isla de Mallorca una serie de fortalezas, entre ellas Cap Rocat. Sin embargo, nunca llegó a ... utilizarse para lo que había sido construida; fue campamento de reclutas y prisión militar, y actualmente, ya en manos privadas, un hotel de lujo.
Ópera y fortaleza se han reencontrado ahora de la mano de Antonio Obrador, un visionario arquitecto mallorquín que no solo vio las posibilidades de la antigua fortaleza, sino que la imaginó llena de notas musicales y convertida en escenario operístico. Así nació el Festival Cap Rocat, que Obrador lleva de la mano de su hija María, y que tras unos modestos comienzos -la primera edición, en 2021, contó con un concierto de dos artistas locales, Simón Orfila e Irene Más, y la del año pasado consistió en un único recital de la soprano estadounidense Sondra Radvanovsky-, afronta su tercer año con mucha mayor ambición; basta echar un vistazo a las voces que, este fin de semana, van a pasar por este magnífico enclave: Elīna Garanča, Michael Fabiano, Luca Salsi, María Agresta, Anna Goma, Pretty Yende -cuya madre falleció hace tan solo unos días- y Nadine Sierra, a los que se suma el pianista Arcadi Volodos y los directores Henrik Nánási (que ha sustituido al indispuesto Nicola Luisotti) y Pablo Mielgo, titular de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears y la tercera pata sobre la que se asienta este proyecto.
La primera es, naturalmente, la familia Obrador, y la segunda el director artístico del festival, el griego Ilias Tzempetonidis (actual director de casting y coordinador del departamento artístico del Teatro San Carlos de Nápoles). A él se debe el salto de calidad del certamen, que en sus dos primeras ediciones se denominaba 'La noche de los sentidos'. «Es un trabajo de muchos años de relaciones públicas», se quitaba importancia minutos antes de que comenzara el concierto cuando se le preguntaba por el secreto para convencer a tanta figura operística de que venga a cantar en un festival modesto -también ha atraído a la discográfica Deutsche Grammophon, que la va a ofrecer a través de su plataforma Stage Plus-.
El poder de convicción de Tzempetonidis cuenta con un poderoso aliado: el escenario en el que se desarrolla el festival. Muchos certámenes han nacido y crecido alrededor de un espacio único: Mérida en torno a su teatro romano, Almagro a su Corral de Comedias, Perelada a su castillo, Aix-en-Provence al Patio del Arzobispado... Es lo que, calidad artística aparte, les confiere personalidad, singularidad y atractivo. Cap Rocat cuenta con un maravilloso enclave y unas privilegiadas vistas a la bahía de Palma. Cuenta, también, en estas fechas, con un potencial público internacional. «Paso a paso», dice Tzempetonidis, que ya tiene hilvanada la edición del próximo año, de la que lógicamente no dice ni palabra.
'Cavalleria rusticana' -presentada en versión de concierto- no ha sido una elección casual. El director griego pensó en un principio en 'Tosca', pero creyó que era una ópera demasiado representada últimamente en España, y volvió sus ojos hacia la obra de Mascagni, una de las cumbres del verismo. Es corta, apenas una hora, muy atractiva musicalmente y transcurre en Sicilia, una isla mediterránea como Mallorca. Además de, obviamente, su popularidad y su calidad musical -su 'Intermezzo' es una pieza sinfónica que muy a menudo se interpreta en las salas de concierto-. La partitura le confiere además un protagonismo al coro; Cap Rocat ha reunido a cantantes locales que trabajan en distintos coros -Real, Liceu...- para cubrir este importante aspecto.
Cuenta la obra una historia de celos, traiciones y pasión, envuelta en un ambiente de fervor religioso -se desarrolla durante la Semana Santa en un pueblo siciliano-. Los problemas de sonido y amplificación (la representación fue al aire libre) no mermaron el notable nivel artístico, especialmente en lo referente a las voces protagonistas, encabezadas por los magníficos Elīna Garanča y Michel Fabiano, que debutaba en el papel de Turiddu.
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