El caos y la indignación en la escena de festivales crece con nuevas cancelaciones y denuncias
Esta semana han caído al menos tres citas más, mientras que otros eventos anulados siguen sin devolver las entradas o han sido demandados por los usuarios
![Un festival de verano](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/07/22/festivales-RRG4SUh89wBXi7NqYukm2oO-1240x768@abc.jpg)
Hace poco más de un mes, cuando la temporada festivalera estaba a punto de comenzar, varios expertos adelantaron en ABC que este año la cosa iba a estar complicada por la falta de materiales y de personal. Y en cuestión de cuatro semanas, más de media docena de grandes eventos (Fan Fan Fest, Metal Paradise, Kostarock, 240 Brutal Festival, Octopus, Madrid Puro Reggaetón y Diversity Valencia) han sido cancelados a última hora alegando problemas técnicos, mientras que otros han sufrido sustos importantes por bajas de artistas o líos burocráticos (Resurrection, Barcelona Rock Fest y Barcelona Beach Festival.
En los últimos días ha habido que sumar otros tres caídos en combate. El festival Sereas e Piratas, que iba a reunir a bandas como Biznaga, Los Vinagres o The Parrots en Praia do Riazo los próximos días 29 y 30 de julio, ha sido cancelado «por problemas de producción y logística que han provocado un gran desgaste físico y mental a la organización». Al día siguiente, el Benás Festival, que iba a tener lugar en Benasque el mismo fin de semana, lanzó un comunicado tristemente similar a pesar de que contaba con Izal en su cartel, un valor presuntamente seguro a la hora de garantizar la asistencia multitudinaria: «Debido a complicaciones técnicas debidas a la ausencia de infraestructuras en el mercado causadas por la falta de stock, y que son necesarias para la producción del festival, desde la organización nos hemos visto obligados a suspender esta edición». Por su parte, los promotores del festival de música electrónica Pink Planet Festival, que iba a tener lugar este fin de semana en la terraza del auditorio Mar de Vigo, han anulado la fiesta a pocas horas de empezar sin siquiera dar explicaciones.
Para colmo, los incendios que asolan el país también han tenido consecuencias en el sector. El festival Músicos en la Naturaleza, que se iba a celebrar este fin de semana en Hoyos del Espino (Ávila) con C. Tangana, Leiva e Iván Ferreiro, ha sido cancelado por orden de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, en total acuerdo con los promotores.
Se rumorea que algunos de estos festivales en realidad han sido suspendidos por la escasa venta de entradas, pero lo que ahora preocupa mucho a los clientes de estos eventos no es la venta, sino la devolución. Tal como denuncian varios compradores de abono para el Diversity Festival de Valencia, el proceso de reembolso está adquiriendo tintes de drama. «No nos van a devolver las entradas de su festival cancelado. No solo nos van a hacer perder los viajes y hoteles reservados, tampoco aparecen para el dinero de la entrada», dice uno de ellos en Twitter, donde ha compartido el preocupante mensaje enviado por la empresa ticketera. «El promotor no nos ha entregado los fondos necesarios para realizar la devolución del importe de las entradas que os vendió a través de nuestra plataforma tecnológica y, por tanto, no podemos ni somos los responsables de proceder a dicha devolución. See Tickets se encuentra igual de sorprendido por la abrupta cancelación de Diversity Valencia y sin información ni solución alguna del promotor. Merci Entertainment, en su comunicado con fecha 11 de julio de 2022 indicó que anunciaría el procedimiento de la devolución de las entradas. A fecha de hoy (21 de julio), no hemos recibido información alguna sobre cómo quieren proceder con dicha devolución».
Facua denuncia al Mad Cool
La indignación de los asistentes a festivales va incluso más allá de los que han sido cancelados, ya que muchos de los que sí han podido asistir al evento para el que habían comprado entrada, han expresado su malestar en las redes sociales asegurando que han sufrido colas larguísimas para comprar bebidas e ir al baño y otros muchos inconvenientes derivadas de organizaciones deficientes. La última ola de cabreo, que afecta al coloso Mad Cool, es tan sangrante que incluso va a dirimirse en los tribunales. El macroconcierto madrileño, que ya recibió duras críticas por cobrar por las acreditaciones de prensa (el dinero se destinará a una ONG pero quien se beneficia de las desgravaciones fiscales derivadas de la donación es el festival), ha sorprendido con una pequeña jugarreta a sus clientes después de clausurar su edición.
El lío tiene que ver con las pulseras, que además de servir de salvoconducto para moverse por el recinto, tienen un chip donde los asistentes 'cargan' el dinero que creen que se van a gastar a lo largo del evento. Si uno carga equis dinero y se le termina, puede volver a recargarlo; pero si se calcula mal y se carga más dinero del que finalmente se gasta, el festival daba la opción de recuperarlo a posteriori. La sorpresa ha llegado cuando las personas que han intentado hacer ese reembolso se han encontrado con una 'tasa de devolución'. De esta manera, la empresa cobra a los asistentes que cargaron más dinero del que usaron 1,5 euros por pedir su devolución, algo que también ha hecho otra cita madrileña, Río Babel. Ante este abuso, Facua ha presentado una denuncia ante la Dirección General de Comercio y Consumo de la Comunidad de Madrid en la que pide que insten a Mad Cool Festival SL a restituir «de forma automática» el dinero que hay en las pulseras, «independientemente del importe que tengan» y pide al Gobierno regional que sancione a la organizadora del festival.
Así están las cosas a mitad de temporada festivalera, y todo apunta a que habrá más disgustos.
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