Bad Gyal inflama el Palau Sant Jordi con una multitudinaria fiesta
La cantante catalana presentó 'La joia', su primer disco, en un concierto con las entradas agotadas y todo el público rendido
El diamante tropical y disfrutón de Bad Gyal
![Bad Gyal, durante su actuación en el Sant Jordi de Barcelona](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/02/10/Badgyal-R5fth17HIwBMwhXgsLFFzQN-1200x840@abc.jpg)
«Aquí solo se perrea, no se mira», canta al poco de salir Bad Gyal, botas blancas y minivestido brillante como una bola de, claro, discoteca. El público, como loco, canta con ella. Y perrea. O por lo menos lo intenta, porque en ... la pista no hay espacio para casi nada. Sólo gente apretujada y feliz. Brazos en alto y griterío ensordecedor. En bucle. Durante hora y media. «Es un día especial. Está mi familia, mis amigos, mi gente. En realidad, vosotros sois como mi familia», dice la del Maresme. Y el público, su gente, revienta sismógrafos, atropella tímpanos.
En el escenario, poco que mirar. Un micrófono rebozado en brillantes, tres pantallas que no pierden detalle de la catalana y seis bailarines que la escoltan en todo momento. Polvo de estrellas y una tarima sobre la que pasará casi toda la noche. Que nada le haga sombra. Porque si el año pasado salió propulsada de Montjuïc con su primer Palau Sant Jordi, hoy tocaba fiesta de confirmación. Fiestón, más bien.
Hedonismo a capazos, caderas desbocadas y túrmix caribeño. De pronto, fuegos artificiales. Y más griterío. Seis fuentes colocadas en primera línea de escenario escupen chispas a juego con los brillos de su vestido. Se inflama el Sant Jordi. Arde Montjuïc. Suena un 'medley' frenético hecho de pedazos de 'La que no se mueva', 'Perdió este culo' y 'Kármika', pero casi que da igual. 'Sin carné' coquetea con el rap, 'Tremendo culón' y 'Bota niña' agitan el baile y sacuden la bandera de la sensualidad desinhibida. Bajos atronadores, reguetón desbocado y rodillo caribeño. Karaoke coral con 'Mi Lova', llamaradas para abrasar 'Qué Rico' y revoluciones al máximo con una 'Sexy' como de clase de fitness espídica.
Morad, invitado sorpresa
La catalana, reina del autotune, diva del twerking de proximidad y referente para toda una generación que la ha aupado al estrellato desde los márgenes de la industria, acaba de publicar 'La joia', su primer disco largo y excusa de una gira que arrancó en Zaragoza la semana pasada y vive hoy, Sant Jordi mediante, su primera gran noche.
![Bad Gyal durante su actuación en Barcelona](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/02/10/bg2-U42284622216qmx-760x427@abc.jpg)
'Sold out', Bad Gyal como profeta en su tierra y el rapero Morad como invitado sorpresa en 'Así soy'. El de la Florida, que hace poco llenó tres días el vecino Sant Jordi Club, es la excepción presencial a una noche en la que las voces de Quevedo, Tommy Lee Sparta o Nicky Nicole llegan filtradas y enlatadas. Otra vez, que nada le haga sombra.
Con el primer cambio de vestuario, del brilli-brilli atómico al blanco nuclear, llegan los momentos más celebrados: las gargantas prendidas a 'Blin Blin', las linternas de los móviles alumbrando 'Otra vez más' y los reguetones veloces de 'Su payita' y 'Gasto'. También los gritos de «¡reina de España!» y cierta flojera rítmica. Demasiado parón, Demasiado frenazo entre canción y canción.
Nada grave. Ahí esta la humareda jamaicana de 'Santa Maria' para levantar los ánimos y 18.000 personas dejándose la voz en la procaz 'Chulo' mientras la palabra 'Bad' parpadea en los laterales del escenario. «Hoy me voy a domir muy feliz», dice Bad Gyal, Alba Farelo cuando se baja del escenario, justo antes de esfumarse tras 'Fiebre'. ¿Dormir feliz? Nadie en el Sant Jordi parece tener demasiada prisa por pillar la cama o conciliar el sueño.
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