Flaco Jiménez: la chicha más sabrosa del tex-mex

Es el gran manito de la música tex-mex, ese cancionero que crece al socaire de ambas riberas del Río Grande , frontera natural entre los estados norteamericanos de Nuevo México y Texas y el norte de México. Zonas de herencia española a la que con el tiempo se irían sumando en aluvión miles de personas llegadas también del centro y este de Europa. El resultado fue un magma cultural efervescente, caliente y picante como un saco de chiles.

Es un tipo enjuto, con una cara surcada por las noches de garito, tequila y bailongo . Es Flaco Jiménez, y su acordeón uno de los instrumentos que en los 72 años de vida del Flaco más vueltas ha dado por el planeta de la música popular. Además de tocarla («la acordeón», como él dice) con grandes nombres del country (The Mavericks, The Texas Tornados, Dwight Yoakam...), Flaco Jiménez, texano de San Antonio (1939), también sabe lo que es compartir estudio y escenario con Ry Cooder , Santana y hasta los mismísimos Rolling Stones . Porque Flaco, además de conocer como nadie la música de su terruño es un artista universal, como dejó patente en uno de sus más bonitos discos, «Partners», en el que se lo montaba al alimón con Linda Ronstadt, Emmylou Harris, Los Lobos y Stephen Stills, entre otros.

Ándenle, ándenle y no dejen de darse un garbeo por la frontera. Apriétense los machos, y a marcarse un dancin con esta divertida y sentimental música tex-mex. Música que sale del corazón, pero que casi siempre pasa por la cintura.