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El sadomaso, la crucifixión y la paz de Madonna

Y Madonna puso a sus pies al público italiano, que la veneró como una verdadera diosa romana en el Estadio Olímpico y a quienes no defraudó. Las 70.000 personas que se reunieron en Roma para verla

Y Madonna puso a sus pies al público italiano, que la veneró como una verdadera diosa romana en el Estadio Olímpico y a quienes no defraudó. Las 70.000 personas que se reunieron en Roma para verla en concierto gozaron de una Madonna en todas sus salsas; con su traje negro de clara inspiración sadomaso, o una señora Ciccone de inspiración pacifista cuando realizó un llamamiento para la paz en el mundo.

El espectáculo que Madonna está llevando por todo el mundo se repitió en Roma sin saltarse ni una sola línea del guión y no dudó en repetir la polémica escena de su crucifixión en la cruz repleta de cristales Swarovsky, a sólo un par de kilómetros del Vaticano.

Después de 15 años de ausencia de la capital italiana, sólo los que compraron la entrada para el concierto pudieron finalmente ver a Madonna, que se escurrió todo el día de paparazzi y de sus desilusionados fans, que esperaron horas junto al hotel por un saludo de la diosa del pop. Finalmente, pasadas las 21:30, Madonna apareció ante el público romano. El DJ Paul Oakenfold terminaba de calentar al público, las luces se apagaban y la diva aparecía dentro de la esfera brillante de las discotecas preparada para «dominar» al público con su traje de caballeriza sadomaso, el látigo y el sombrero de copa bajo las notas de «Future Lovers», que poco a poco se mezclaba con «I feel love» de Donna Summer. Madonna saludó con el esperado «Ciao Roma» y continuó con el célebre «Like a Virgin». Después interpretó otros éxitos del pasado y de su último disco, hasta llegar, entre un cambio de vestido y otro (diseñados por Jean Paul Gaultier y Dolce&Gabbana), al momento de la crucifixión. Durante «Live To Tell», Madonna apareció crucificada con una corona de espinas de metal.

También cantó «Sorry», una canción protesta contra los poderosos de la Tierra, mientras tras ella aparecían las imágenes del Papa Benedicto XVI, de Condoleeza Rice, Bin Laden, Mussolini, Hitler, Tony Blair, Nixon, Saddam Hussein y George W. Bush. Después, la diva desapareció por algunos momentos para convertirse en una mujer más terrenal: «Es verdad que los milagros en esta ciudad se hacen realidad. Se han realizado dos milagros, Italia ha ganado la Copa del Mundo y la lluvia ha cesado justo antes del concierto», comentó. «Estamos todos aquí. Somos todos una persona. Es posible tener paz en este mundo. Tenéis que creer que cambiar el mundo es posible», añadió.

Entre los asistentes al concierto se encontraban el cantante Lenny Kravitz y el cineasta Pedro Almodóvar.

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