R.E.M. anuncia su separación
La banda liderada por Michael Stipe ha anunciado en su página web que pone fin a 31 años de carrera

El sueño se acabó. Los norteamericanos R.E.M. han anunciado su disolución tras 31 años de acaparar éxitos. «Como amigos de toda la vida y cómplices, hemos decidido poner punto y final a nuestra aventura como banda». Ese fue el escueto mensaje publicado en la página web de la banda liderada por Michael Stipe en la que mostraron su agradecimiento a los fans.
«Queremos transmitir nuestra enorme gratitud y nuestro asombro ante todo lo que hemos logrado. A todo aquel que, en algún momento, le haya llegado nuestra música, nuestro más sincero agradecimiento por habernos escuchado». Formados en Georgia (EE.UU.) a principios de los años ochenta, pueden presumir de ser una de las bandas más influyentes del rock alternativo. Fueron albañiles de un nuevo género surgido tras la gloriosa época del punk, el «college rock», que presentaba un estilo musical algo más melódico y arropado por una sensibilidad «underground».
Como la mayoría de las bandas, R.E.M. no fue R.E.M nada más juntarse unos amigos para afinar sus instrumentos. La banda debutó bajo el nombre de Twisted Kites, pero el definitivo y onírico fue elegido por culpa de un juego casero en el que se utilizaba un diccionario. Y aleatoriamente «tocó» el término R.E.M., una de las fases del sueño. Con maquetas ya grabadas, no fue hasta 1982 cuando tuvieron en su poder sus primeras canciones en formato EP. «Chronic Town», que no tuvo demasiada trascendencia, aunque la crítica los tildó de «innovadores» gracias a su particular mezcla de folk y punk.
La banda estuvo a punto de separarse durante la grabación del tercer disco, «Fables to reconstruction» (1985), que dio pie al nacimiento de algo sorprendente, que rompía con todo lo anterior. Un álbum con una identidad propia, más pulido, pero que dejó un mal sabor de boca a los miembros del grupo, que prosiguieron en su cruzada de un sonido más dinámico y optimista. Ahora, para apaciguar a aquellos que alimentan los rumores de falta de entendimiento, cuentan que «siempre hemos sido una banda en el verdadero sentido de la palabra, hermanos que verdaderamente aman y se respetan unos a otros. Aquí no hay falta de armonía, ni peleas, ni abogados tomando posiciones».
Con el tema «Fall on me», perteneciente al siguiente material «Life rich pageant», asentaron las bases de una banda que alcanzaría gran éxito a nivel mundial. De hecho, fue el primer disco de grandes ventas (disco de platino). Crecidos, maduros y con la vitola de pioneros, R.E.M. se convirtieron en unos mitos en los prolíficos 90. Los álbumes más exitosos se fechan en esos años: «Out of Time» (1991) y «Automatic for the People» (1992) consolidaron definitivamente a los nortemericanos. Recordarán entonces el gran e irreverente éxito que comenzaba con una inolvidable mandolina: «Losing my religion».
Con el «grunge» en pleno apogeo, «Monster» (1994), su disco más contundente, coincidió con dos de los episodios más desafortunados del mundo de la música y del celuloide actual: las tempranas muertes de Kurt Cobain y el actor River Phoenix. El grupo, convertido en trío por el retiro espiritual del batería Bill Berry en 1997, R.E.M. fue introduciendo aspectos electrónicos en sus canciones, ya más melódicas. Esta despedida llega seis meses después de que se lanzara siu último disco, «Collapse into now», el décimoquinto de su carrera, compuesto por doce canciones, intercala rock con medios tiempos aderezados de la sutil y característica enseña pop a la que nos han tenido acostumbrados a lo largo de estos años. Será el fin del mundo tal y como lo conocemos, como cantaban ellos mismos.
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