Luz Casal: «En un concierto, sea grande o pequeño, puedes sentir un vacío total y olvidar quién eres»
La cantante se enfrenta este miércoles a uno de los retos más especiales de su carrera, con un concierto en la Praza do Obradoiro de Santiago de Compostela en el que estará acompañada por su banda y por la Real Filharmonía de Galicia, y que retransmitido por 'streaming' gratuito
![Luz Casal](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2021/07/20/LuzCasal-ClaraAlcaraz-k9AF-U11222658474fbM-1248x698@abc.jpg)
En 1994 los Rolling Stones dieron el primer concierto por 'streaming' de la historia, y apenas un año más tarde, Luz Casal emulaba la hazaña convirtiéndose en la primera artista española que retransmitía un recital a través del por entonces todavía rudimentario internet. ... Casi veintiséis años después, este miércoles 21 de julio, la carrera de Luz Casal va a anotarse otro hito histórico con un concierto único en la Praza do Obradoiro de Santiago de Compostela , acompañada por su banda y por los 53 músicos de la Real Filharmonía de Galicia dirigidos por Paul Daniel. Este evento impulsado por la Xunta de Galicia, uno de los más esperados y especiales del Xacobeo 2021-2022, será retransmitido gratuitamente para todo el mundo a través de la web cultura.gal y todas las redes sociales de la cantante.
¿Ha visualizado ya el momento de empezar a cantar en la la Praza do Obradoiro?
Sí, la verdad es que va a ser un momento muy emotivo. Es un lugar con tanto significado... para mí es una cosa bastante especial. Estoy con esa cosa de la emoción y los nervios, de esperar que todo salga bien y que sea una experiencia para quienes asistan y para quienes lo vean por 'streaming'. Llevamos casi dos meses preparándolo, y ahora hemos estado ensayando cuatro días.
Buscarse estos desafíos es un buen revulsivo para carreras tan consagradas, que parece que lo han conseguido todo.
Me he acordado mucho del concierto que di en 1995 en la plaza de toros de Las Ventas. Me acuerdo de que cuando le enseñamos lo que habíamos montado a la ministra de Cultura, dijo '¿pero esto qué es? No he visto nada semejante', y yo le contesté 'ni yo yo tampoco ministra'. Como este concierto tiene poco aforo por las restricciones, las entradas se han agotado en minutos. Así que esta retransmisión permitirá tener acceso a una experiencia que para mí va a ser muy especial, única.
¿Cómo se ha gestado esto?
Llevan años solicitándonos hacer algo con la Real Filharmonía de Galicia, y como terminé mi gira hace año y medio, se han dado las circunstancias favorables para aceptar la oferta. Es una agrupación muy buena, con un director, Paul Daniel, que se ha mostrado muy predispuesto desde el minuto uno, cuando me dijo que era un honor participar en esta aventura. En ningún momento me he sentido presionada, ni he pensado aquello de 'vaya lío en el que me he metido'. No va a ser un concierto fácil, porque iremos de canciones de los años cuarenta a temas de rock y de la tradición folclórica de Galicia. Cada canción es un mundo, y tiene su riesgo.
Además, cantar con su banda y con una orquesta es algo que nunca ha hecho. Cuando actuó junto a la Banda Sinfónica Municipal de Madrid, hace dos años, estuvo usted sola.
Sí. En esta ocasión habrá dos miembros de mi banda que estarán todo el tiempo, Josep Maria Baldomà 'Baldo' y Tino Di Geraldo, y en otros momentos se sumará el resto. Será como juntar dos mundos, algo excepcional.
Cuando cantó con la Sinfónica de Madrid, dijo que consiguió superar su 'miedo' a cantar con orquesta. A nosotros, el público, nos parece casi increíble que una artista consagrada como usted pueda tener miedos.
Tenía cierta sensación de aventura, de salir de mi sitio. Tengo mucha confianza con mi banda, y cuando hay intervenciones de instrumentos que nunca están, entras en otros terrenos y acabas cantando de manera diferente. Con mi banda estoy muy cómoda, puedo adelantarme o atrasarme, caminar sobre la melodía, pero si estoy con un número de músicos considerable tengo que estar más pendiente. No puede haber ninguna conmoción, ningún caos, porque son muchísimos detalles. Pero también te digo que todos los conciertos, todos, me producen esa responsabilidad. Si tengo un conflicto emocional dos horas antes de empezar un concierto, si de pronto al cantar llega una frase que me recuerde a ese conflicto, la canto de otra manera. La responsabilidad de un concierto es algo perenne, no sé cómo se hace un concierto sin ella. Y en muchos casos te produce dudas, incertidumbres, y por muy ensayada que estés, puede que en un momento dado pase algo que te haga cantar de otra manera, y eso puede hacer que tengas reacciones que casi siempre son buenas, pero también puede darse la circunstancia de que no lo sean. Siempre está la posibilidad de que haya algún pequeño accidente.
Esto último que dice, en relación a los miedos de los artistas, me recuerda el ejemplo de aquel ataque de pánico de Sabina en Madrid. Nosotros, el público, no nos podíamos creer que pudiera pasarle a alguien como él. Os vemos casi como a semidioses, y ahí nos equivocamos.
A veces se dan esas circunstancias. El otro día recordaba un documental de una intérprete de piano clásico, Martha Argerich, en el que había una escena en la que justo antes de empezar un concierto, le decía a su mánager que no podía salir al escenario. En un momento dado, en un concierto sea grande o pequeño, puedes sentir un vacío completo y que se te olvide quién eres. Esa percepción de que estamos por encima de todo puedes sentirla por momentos, en los que sientes que tu límite está más allá del cielo. Pero también puede haber otros en los que eres una persona absolutamente frágil, débil. La desnudez sobre el escenario no tiene que ver con que se te vea una parte del cuerpo, sino una parte de tus sentimientos. Es una cosa verdaderamente fuerte. Cuando haces un concierto, por muy arropada que estés, siempre hay momentos en los que te sientes vulnerable.
Sin embargo, que os veamos como a semidioses también tiene su lado bueno. Cuando hizo aquellas llamadas a personas que necesitaban apoyo durante el confinamiento, el efecto tan especial que generaron se debe a eso.
De eso se trataba. Esa proximidad para mí siempre ha sido esencial. Yo puedo significar mucho para mucha gente, pero para mí lo más importante que puedo conseguir es que haya una comunicación íntima. Cuando llegó el confinamiento, intenté demostrarle a la gente, fans y no fans, que incluso una persona famosa como yo podía escucharles y prestar atención a sus problemas. Su predisposición para contarme sus problemas era muy grande, una vez pasado ese primer momento de sorpresa cuando veían que les estaba llamando Luz Casal. 'No puedes ser tú. ¿Pero por qué me llamas a mí que no soy nadie?'. La experiencia fue memorable, una de las cosas que más satisfacción me han dado. Lo viví de manera directa, sin manipulación alguna. Dar consuelo, rebajar la ansiedad de otras personas fue extremadamente gratificante. Les explicaba que, como decía mi madre, Dios aprieta pero no ahoga. Les contaba que yo había pasado dos veces por una situación mala relacionada con una enfermedad determinada, y entonces entendían que yo sabía de qué me estaban hablando, se daban cuenta de que los estaba entendiendo. Lo repetiría quinientos millones de veces. Fue como 'joder, sirvo para algo'. Que además de mis canciones, mis discos, mis conciertos, pudiera dar algo más a la gente fue maravilloso. Había gente que me decía: 'Mira Luz, es que de verdad que estoy desesperada y me quiero tirar por la ventana'. Y yo les contestaba: 'Pues oye mira no, no puedes hacer eso por esto y por esto y por esto'. Se trataba de hacerles ver que estábamos en el mismo barco y que no nos podíamos hundir. Hice el papel que en ese momento creía que tenía que hacer.
Que os convirtamos en iconos, también hace que queramos saber vuestra opinión sobre todo. De hecho, las entrevistas con artistas que más se leen son aquellas en las que se posiciona en política y otros asuntos extramusicales. ¿Eso le asquea?
No, de ninguna manera. Yo no juzgo a los demás, si acaso los observo. Para entenderlos. Pero a mí no me gusta posicionarme. Tengo mis opiniones sobre todo, y de manera sutil o evidente, lo manifiesto a través de mis canciones. Fuera de eso me atoro, estoy fuera de mi sitio, me siento incómoda. Puede parecer una actitud demasiado prudente, pero me es indiferente.
¿Alguna vez ha sentido que la convertían en abanderada de algo sin preguntarle?
Bueno, eso va en el paquete. Pero nadie debe hablar por mí, por mí hablo yo. Y además sólo hablo de aquello de lo que creo que puedo hablar. Y más que hablar, cantar.
Parecía que la pandemia terminaba, pero vuelve a haber noticias alarmantes, y hay gente que tiene miedo a quitarse la mascarilla, a que esto no acabe nunca.
Hay que tener precaución. Nos hemos visto privados de movimiento y ha habido otras medidas que había que cumplir. Pero creo que no podemos pasar del todo a la nada inmediatamente.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete