Las marcas hechas por Enrique VIII en libros de oraciones revelan que sufrió ansiedad en sus últimos años de vida
Un nuevo estudio analiza las señales que el monarca dejó en pasajes que podrían reflejar el estado en el que se encontraba

Enrique VIII«era vulnerable» y sufrió «ansiedad» en sus últimos años de vida, en los que experimentó «el temor de Dios». No es para menos, considerando que, entre otras acciones por las que ha pasado a la historia, mandó a decapitar a dos de sus seis esposas ... . Y es que según un nuevo estudio sobre el monarca, realizado por Micheline White, profesora asociada de literatura inglesa en la Universidad de Carleton, Canadá, las anotaciones que hizo en dos libros de oraciones son la prueba de este trastorno de ansiedad que probablemente «sea una sorpresa para muchos», considerando el carácter fuerte que se le ha atribuido debido a su dura forma de reinar.
«Tendemos a pensar que Enrique tenía mucha confianza en sí mismo y ejercía su autoridad con impunidad, pero en estas anotaciones en particular vemos rastros de un Enrique que está bastante ansioso», dijo la académica en declaraciones recogidas por la prensa local. White estudió dos copias de 'Psalms or Prayers' (Salmos o oraciones), una de las cuales ya se sabía que pertenecía al rey y que está guardada en la Colección Elton Hall en Cambridgeshire, mientras que la otra está en la Biblioteca Wormsley.
Las anotaciones hechas por el segundo monarca de la casa Tudor, heredero de su padre, Enrique VII, son las conocidas como manículas o manecillas, signos en forma de mano con el dedo índice extendido en un gesto de señalar, similares a las que tienen otros libros que está confirmado por los expertos que le pertenecieron. También hay algunos señalados con tres tréboles, compuestos por un patrón de tres puntos.
El monarca, que rompió con la Iglesia católica y estableció que el rey es el jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra, marcó algunos pasajes interesantes y que podrían reflejar el estado en el que se encontraba en ese momento. Por ejemplo, el que reza «quita de mi tus plagas, porque tu castigo me ha hecho débil y desfallecido, porque cuando castigas a un hombre por sus pecados, poco a poco le haces consumirse y languidecer». Otra manecilla aparece junto a «aparta de mí tu ira, para que sepa que eres más misericordioso conmigo de lo que merecen mis pecados», y un trébol está al lado de «Oh Señor Dios, no me desampares, aunque no he hecho ningún bien delante de tus ojos».
Para la investigadora del estudio, que se publicó en la revista 'Renaissance Quarterly', los pasajes señalados «claramente resuenan con la terrible situación física» del rey del 1544 en adelante, cuando empezó a sufrir dolores crónicos, gota y úlceras en las piernas que se sumaron a su obesidad. Al parecer, creía que Dios le había enviado las enfermedades como castigo, lo que había acabado por convertirlo en un «cuerpo débil».
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