Muere a los 92 años Robert Coover, titán posmoderno y gran renovador de la literatura
El escritor estadounidense, autor de 'La hoguera pública', fue maestro de maestros, favorito de narradores imaginativos y enemigo de cualquier convención narrativa
Muere a los 93 años el novelista John Barth, el penúltimo de los posmodernos americanos

Fue, como le recordaba este domingo 'The New York Times', el «más divertido y malicioso» de los escritores posmodernos. Maestro de maestros, favorito de narradores atrevidos y aventureros, y compañero de quinta de autores que, como William Goodis, John Barth, Donald Barthelme, John Hawkes o el cada vez más solo Thomas Pynchon, cambiaron las reglas del juego a mediados del siglo XX, Robert Coover falleció el sábado a los 92 años en Warwick, según confirmó su hija a Associated Press.
Sus novelas, 'La hoguera pública' a la cabeza, fueron un auténtico desafío; un festín de humor absurdo, sexo explícito y aluvión de referencias culturales que volteó la novela y trituró cualquier convención literaria. Con la primera, la extrañamente accesible 'El origen de los brunistas', ya quedó claro que Coover había llegado para sumarse al gran sobresalto de posguerra. Publicada en 1966, su primera novela es la historia, el delirio más bien, del minero Giovanni Bruno, único superviviente de una trágica explosición (real) que acaba convertido en profeta y mesías de un grupo secreto de místicos de West Frankfort. Casi todo lo que vino después ya estaba esbozado y cartografiado en aquella primera obra que le valió el premio de la Fundación William Faulkner a la Mejor Primera Novela.
Coover, nacido en Charles City en 1932, estudió en la universidad de Indiana, estuvo en la Guerra de Corea como encargado de la biblioteca del frente y vivió varios años en Tarragona tras contraer matrimonio con la artista catalana Pilar Sans. Gran admirador del Quijote y defensor del 'realismo' de escuela kafkiana, su primera epifanía lectora, aunque fuese para mal, le llegó con 'Las aventuras de Augie March', de Saul Bellow. «Me encantó, al menos la primera parte, pero en algún punto a mitad del libro la experiencia cambió por completo, me sentí muy molesto. Era malo y empeoraba cada vez más. Lo tiré al otro lado de la habitación, y esa fue la última vez que lo vi», recordaría años después.
La segunda, está ya para bien, tuvo que ver con 'The Recognitions', William Goodis, autor con el que acabaría compartiendo generación literaria y trinchera posmoderna. «Nos han etiquetado como grupo, pero la verdad es que empezamos cada uno por nuestro lado. Tenemos en común que no nos interesa llegar a un gran público, no pensamos en para quién escribimos, sino que buscamos nuevas direcciones en la narrativa», relativizó durante unas de sus visitas a España.
Guerra fría
Autor de títulos como 'The Babysitter', 'La fiesta de Gerald', 'The Universal Baseball Association, Inc.' y 'Pinocho en Venecia' así como de las las recopilaciones de relatos 'Pricksongs and Descants' y 'Azotando a la doncella', su gran momento llegó en 1975, cuando publicó 'La hoguera pública', delirante sátira sobre la Guerra Fría a partir del juicio y ejecución de Julius y Ethel Rosenberg, acusados de ser espías soviéticos y condenados a la silla eléctrica en 1953 por pasar información sobre la bomba atómica.
«Yo pensaba que la ejecución de los Rosenberg era una especie de divisoria de aguas para la Historia de mi país, y que de alguna manera nos las habíamos arreglado para olvidarla o reprimirla… Ya estaban muertos, llorarlos era inútil... Pero sí me pareció importante romper la indiferencia… Así que me senté frente a mi máquina y, por primera vez, la historia salió de un tirón. Me sentía enormemente feliz; fue la experiencia más gozosa que jamás me haya deparado la escritura», explicó el propio Coover sobre el nacimiento de una novela que, éxito de ventas inesperado, comparte hoy Olimpo con otros tótems narrativos como 'Ulises', 'Pálido fuego' y 'El arcoiris de la gravedad'.
Profesor de escritura experimental de la Universidad de Brown y fundador de la Electronic Literature Organization, Coover retornó en 2014 a 'El origen de los brunistas' con 'The Brunist Day of Wrath', secuela de más de mil de páginas de su primera novela, y aún tuvo tiempo de seguir expandiendo horizontes creativos durante su última década de vida.
El año pasado, sin ir más lejos, publicó la juguetona y azarosa 'Open House', pero antes de eso ya había ajustado cuentas con los mitos en 'El príncipe encantado' y firmado junto a Art Spiegelman la historieta 'Street Cop', adaptación de un relato en el que «un policía corrupto y drogadicto deambula por una ciudad distópica en busca de un asesinato que puede o no haber sido cometido por un cadáver reanimado».
«Robert Coover es y será nuestro líder verbal, nuestra carcajada en la oscuridad», deja dicho el escritor T. C. Boyle, uno de los más distinguidos discípulos espirituales de Coover y uno de los primeros en reaccionar a su muerte en redes sociales.
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