Joyce Carol Oates: «Nadie se siente atraído conscientemente por el mal; es probable que lo confundan con el bien»
La escritora estadounidense publica '48 pistas sobre la desaparición de mi hermana', thriller asfixiante y pesadillesco y nuevo capítulo de una desbordante carrera que suma ya más de sesenta novelas
Joyce Carol Oates, sin piedad
![Joyce Carol Oates, en una imagen facilitada por la editorial](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/03/05/oates2-R56GRozQRuTFeN9krMegVDN-1200x840@diario_abc.jpg)
Joyce Carol Oates (Lockport, Nueva York, 1938) atiende por mail y, poco después de recibir el cuestionario, pide si, por favor, se puede recortar un poco. Demasiadas preguntas, justifica su agente. Normal. Cada entrevista concedida son minutos robados a la escritura, y una no ... se convierte en una de las autoras más desmesuradamente prolíficas de la actualidad, la eterna candidata al Nobel con más y mejor obra publicada, regalando su tiempo al tuntún. «Tengo demasiadas ideas», suele decir, a modo de disculpa, o quién sabe si de mantra existencial, una autora que, a sus 85 años, suma 62 novelas, 47 colecciones de relatos, 16 libros de no ficción y 9 poemarios.
Toda una vida entre novelas negras retorcidas, dramas góticos, hijas de sepultureros y pandillas callejeras de chicas que suma ahora un nuevo capítulo con '48 pistas sobre la desaparición de mi hermana' (RBA), thriller asfixiante y pesadillesco que nació como relato breve y que Oates, dama oscura de las letras estadounidenses, ha convertido en su penúltima novela. O antepenúltima. Porque, con el cuentakilómetros literario siempre en marcha, el presente se le agota en un suspiro a la autora de 'Infiel' y 'Blonde', embarcada aquí en seguir los pasos de Georgene, una mujer que intenta reconstruir las razones y circunstancias de la desaparición de su hermana Marguerite veinte años atrás.
— El origen de '48 pistas sobre la desaparición de mi hermana' está en un relato de hace años, casi décadas. ¿Por qué convertirlo ahora en novela?
— Entre mis muchos borradores y notas para historias hay pequeñas viñetas que, si bien parecen vibrar con una vida misteriosa para mí, nunca se habían realizado completamente como obras de ficción completas; más bien como espectros de personajes que vagan a la deriva, buscando vida. En este caso, la primera imagen de Marguerite en ausencia, como un camisón blanco luminoso de Dior, unida a la imagen final de un ser más 'corporal' con ropa oscura delineada contra el blanco de la nieve, me hizo posible imaginar la novela como una obra más larga que rastrea, con detalle realista, el progreso o la falta de progreso del caso de una persona desaparecida.
— «Nuestro destino lo decide cruel e irrevocablemente el guión que lo narra, del que no tenemos conocimiento y mucho menos control», dice Georgene en la novela. ¿Escribir es su forma de intentar recuperar el control?
—Mi sensación es que nuestras vidas son, en esencia, 'narrativas', de un modo que se desarrollan continuamente; quizás incluso más como películas en las que somos partícipes sin una idea clara de hacia dónde nos dirigimos, de lo que nos predice el 'guión'. Otros 'nos ven', en algunos casos, más claramente de lo que nosotros nos vemos a nosotros mismos. Georgene está decidida a ser la narradora, buscando pistas sobre la desaparición de su hermana, mientras que el lector puede darse cuenta de que Georgene está escribiendo desde una soledad y aislamiento paralizantes. Juzga duramente a su hermana porque tiene celos de ella, pero se queda sin palabras cuando se entera de que Marguerite sacrificó una distinguida camaradería para quedarse en casa y proteger a Georgene.
—No es muy común en sus libros encontrar un procedimiento detectivesco tradicional, con pistas e investigaciones.
—Es un paradigma de nuestra vida habitual desde la infancia: buscar pistas sobre el comportamiento de los demás, preguntarnos cómo nos evalúan, sin saber nunca exactamente, siempre tratando de calcular, como un detective ante una plétora de pistas. Mi próxima novela después de 'Butcher' [aparece en mayo en Estados Unidos] es una 'novela policíaca' posmodernista estructurada según líneas detectivescas clásicas.
![Joyce Carol Oates, fotografiada en una de sus últimas visitas a España](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/03/06/joyce32-U01866215868MMe-760x427@diario_abc.jpg)
—La culpa, la redención y las falsas apariencias reaparecen como temas recurrentes.
-Sí, la narración llega hasta la médula: en cierto modo, todos somos como personajes de los viejos cuentos de hadas de los hermanos Grimm, intentado discernir el patrón y el significado de nuestras vidas.
—En el libro, la desaparición de Marguerite se remonta a principios de los noventa. ¿Es más fácil planificar una trama de intriga y suspense en una época en la que Internet y las redes sociales aún no habían aniquilado el misterio?
—En total, tienen que pasar veintidós años para que la historia llegue a su fin. Hay tantos, si no más, misterios en 2024 que en el pasado: Internet solo informa lo que la gente publica, no siempre de manera fiable. En realidad, es la ciencia forense la que ha remodelado las investigaciones criminales: si se hubiera podido obtener un perfil de ADN del secuestrador-asesino de Marguerite, el misterio de su desaparición podría haberse resuelto mucho antes; pero su cuerpo ha desaparecido, por lo que se cerró la vía de investigación. La novela tiene que comenzar hace décadas ya que concluye años después con la revelación del asesino en serie recluso que confiesa el asesinato, algo que Georgene no soporta aceptar.
—Hace unos años, cuando le concedieron el premio Pepe Carvalho, el jurado valoró muy positivamente su tratamiento personal del la violencia y su significado psicológico y social. ¿Qué le interesa tanto de la violencia?
—Escribo con la misma pasión sobre muchas cosas: amor, relaciones íntimas, familias, adolescentes contra adultos, mala conducta científica y médica, el impacto de lo político en la vida privada, así como violencia en varias categorías: amenazas de violencia y actos violentos. Y, lo que más me interesa, las secuelas de la violencia. ¿Cómo sobreviven las niñas y las mujeres, víctimas típicas de la violencia? ¿Cómo 'siguen adelante'? Admiro particularmente el género de misterio, ya que es un reflejo de nuestras vidas en el que misterios insolubles nos rodean y pueden definirnos.
—¿Nos sentimos entonces atraídos por el mal o lo que nos atrae es la transgresión?
—Nadie se siente atraído conscientemente por el 'mal', es probable que lo confundan con el bien. Seguramente se ha perpetrado más violencia al servicio de «buenas» personas religiosas que de criminales. Pero como las historias se generan a partir del conflicto, y sin conflicto no hay historia, se necesitan personajes 'malvados' o villanos para iniciar la acción.
—¿Se considera una escritora cruel?
—No tengo ni idea de lo que eso significa. ¿Cuál es un ejemplo de escritora «cruel»? ¿Una cuyo vocabulario obliga a los lectores a buscar palabras?
—La última vez que pasó por Barcelona para presentar 'Ave del paraíso'', dijo que Estados Unidos, por su sustrato político y social, era un país maravilloso para un escritor. ¿Sigue siendo así?
—¿Maravilloso? Seguramente dije algo más matizado que esto. Ciertamente, para algunos escritores Estados Unidos es enriquecedor, especialmente para las escritoras de ficción, ya que las mujeres constituyen la mayor parte de la audiencia de ficción; no es raro que, si su trabajo es oportuno, las escritoras jóvenes puedan incluso convertirse en bestsellers. A pesar de nuestros tan publicitados problemas sociales y políticos, la mayoría de los escritores pueden encontrar audiencia: Internet ha abierto posibilidades que no existían en el pasado. Los mega bestsellers como la serie 'Crepúsculo' comenzaron cuando la ficción de fans y, en especial, la poesía publicaban continuamente en ciertos sitios web, llegando a los lectores de una manera completamente nueva en la historia de la poesía.
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