Los años golfos de 'Pueblo', el periódico «inmoral» que murió con la Transición: «Parece mentira que existiera algo así»
Arturo Pérez-Reverte, Raúl del Pozo y Raúl Cancio se reunieron a contar anécdotas sobre el extinto diario, cuyas andanzas entre 1965 y 1984 retrata Jesús Fernández Úbeda en 'Nido de piratas'
«El periódico era la redacción y los cincuenta bares que había en torno a la redacción. Era un ambiente bohemio, transgresor, gamberro. Ese ambiente duro, el tabaco, las bromas, las chirigotas...»
«Cuando había un accidente y moría alguien lo primero que debíamos hacer era conseguir una foto de la boda o de la mili del muerto. Las robábamos siempre»
«Podías dar la vuelta al mundo sin hablar idiomas. Tico Medina entrevistó a Indira Gandhi sin hablar inglés. Se la inventó entera. Era buenísima»
El diario 'Pueblo' y la fascinante historia de un periodismo que ya no existe

Hay un género del periodismo que no se lee en los periódicos, y tampoco se les reserva espacio en los programas de televisión y de radio. Se podría llamar 'Batallitas'. Suele producirse en las sobremesas de las comidas o cuando empieza a morir la noche, entre copas: se junta un grupo de reporteros veteranos, curtidos en mil batallas, y empiezan a recordar anécdotas de su juventud, cuando las redacciones se parecían más a una taberna que a las oficinas de una consultora. Así que la editorial Debate, que acaba de publicar 'Nido de piratas', el libro de Jesús Fernández Úbeda (Ciudad Real, 1989) que repasa las andanzas de la redacción entre 1965 y 1984, organizó ayer una comida en la que Arturo Pérez-Reverte, Raúl del Pozo y Raúl Cancio recordaron sus inicios en el periodismo en el diario que dirigió Emilio Romero.
'Nido de piratas'

- Autor Jesús Fernández Úbeda
- Editorial Debate
- Número de páginas 296
- Precio 19,90 euros
- E-book 8,99 euros
«Yo pasé allí doce años de felicidad absoluta –dijo Pérez-Reverte, que medio siglo después de sus inicios como reportero en 'Pueblo' es uno de los novelistas de mayor éxito en España–. Era una redacción irrepetible: golfos, puteros, traficantes de lo que fuera, que vendían a su madre por una exclusiva y después procuraban no entregarla. Parece mentira que hubiera un periódico así, pero existió. El periódico era la redacción y los cincuenta bares que había en torno a la redacción [en el número 73 de la madrileña calle de Huertas]. Era un ambiente bohemio, transgresor, gamberro. Ese ambiente duro, el tabaco, las bromas, las chirigotas... Era un mundo fascinante, te sentías parte de una familia singular. La gente vibraba con la información».
La idea del libro, de hecho, nació de varias sobremesas. Comidas y cenas en las que se juntaban viejos compañeros. «Con José María García y Raúl del Pozo siempre nos poníamos a contar historias del periódico. Y un día dijimos: ¿Por qué Úbeda no escribe un libro? Lo que ha hecho supera nuestras expectativas, lo ha trabajado de verdad». El periodista nacido en Ciudad Real ha entrevistado a una treintena de supervivientes de aquella época gloriosa del periódico vespertino, en concreto la vivida entre 1965 y 1984, que coincidió con la última década de Emilio Romero como director. «Es ante todo una historia de periodismo –dijo Úbeda–. La médula espinal del libro es la historia de unos tipos que estaban dispuestos a cualquier cosa para conseguir la mejor historia que les pudiera catapultar a la primera página».
El libro recoge mil anécdotas, algunas de las cuales rememoraron ayer Pérez-Reverte, Del Pozo y Cancio
Y claro, el libro recoge mil anécdotas, algunas de las cuales rememoraron ayer Pérez-Reverte, Del Pozo y Cancio, mientras los camareros de la Posada de la Villa iban rellenando las copas de vino de los invitados. «Podías dar la vuelta al mundo sin hablar idiomas. Tico Medina entrevistó a Indira Gandhi sin hablar inglés. Se enteró de que un día a la semana recibía a los mendigos. Así que se puso en la cola, se hizo la foto y se inventó la entrevista completa. La entrevista era buenísima», recordó Pérez-Reverte. «A mí José María García me dijo que nunca se me ocurriera hacerle una foto con un jugador de baloncesto. Y en esas el Real Madrid fichó a un tío de 2,05 metros. Butano se puso al lado y yo hice la foto, claro. Evidentemente, esa foto salió a dos columnas, de arriba abajo. Desde entonces, todas las entrevistas que hice con Butano, siempre se ponía detrás de mí».
Más: «Era un periódico del régimen en el que había rojos por todas partes», señaló Raúl del Pozo. «Cuando había un accidente y moría alguien lo primero que debíamos hacer era conseguir una foto de la boda o de la mili del muerto. Las robábamos siempre». Según Pérez-Reverte, «vendías el alma con tal de hacer un buen reportaje». «Un día nos quedamos hasta las tantas en un cierre, que hubo una ejecución. El titular decía: 'Ejecutado'. Y en las fotos: 'Garrote' y 'Verdugo'. ¡Pero es que los fotógrafos se llamaban así! Tuvimos que llamar a la imprenta y parar rotativas. Tiraron a la basura 20.000 ejemplares. Y luego está aquel que decía: 'Se van a enterar en el Kremlin', y se ponía a escribir».
«Hay extravagancias, bromas pesadas, innumerables atentados contra la corrección política y el buen gusto, y una ingente cantidad de tacos»
Pilar Reyes, directora literaria de Penguin Random House, dijo que 'Nido de piratas' es uno de los libros más divertidos que han publicado en Debate: «Hay extravagancias, bromas pesadas, innumerables atentados contra la corrección política y el buen gusto, y una ingente cantidad de tacos». Pérez-Reverte recordó que cuando llegó a la redacción era un jovencito de provincias que no decía ningún taco, ni «córcholis». «Hoy sería malo que existiera un diario como 'Pueblo'. Era absolutamente inmoral. No teníamos ningún corte. Era un periódico... había gente que mentía. 'Pueblo' tenía que morir. Es una época de España que se fue. Si 'Pueblo' hubiera sobrevivido no habría sido nada comparado a lo anterior». Fue el Gobierno de Suárez el que dio los primeros pasos para cerrar este periódico de los sindicatos verticales y el Ejecutivo de Felipe González lo remató.
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«De lo que quería hablar en el libro era de un mundo perdido, cuando las redacciones de los periódicos parecían más garitos que otra cosa. Ahora ya no se bebe, no se fuma y están llenas de tíos formales. En 'Pueblo' había whiskería, salón de actos... y era un periódico vespertino que leía casi todo Dios», resumió Úbeda. Tenía una tirada de casi 300.000 ejemplares, se vendían más de 200.000. Los reporteros, que firmaban con foto, se convertían en celebridades casi al instante. Rosa Villacastín, Carmen Rigalt, Julia Navarro (y su padre, Felipe Navarro) y Juan Luis Cebrián pasaron por allí. «Igual murió cuando tenía que morir, pero 'Pueblo' murió mal», dijo el autor del libro. Fue, según Raúl del Pozo, «un periódico extraordinariamente vital, lleno de aventuras, un periodismo sin límites, un veneno». La gente no iba allí a trabajar, iba a vivir. Todas estas historias, y muchas más, en 'Nido de piratas'.
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