Andrés Trapiello: «Jamás he ajustado cuentas en los diarios»
Alianza Editorial publica 'Fractal', una antología de los pasajes más importantes de los dietarios del escritor
![Andrés Trapiello, en su mesa de trabajo](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/06/07/trapiello-permuy-k07H-U60263585598990E-1200x840@diario_abc.jpg)
Los diarios de Andrés Trapiello son la memoria de una España y un tiempo. Juntos componen 24 volúmenes -ahora 25- que forman la serie 'El salón de los pasos perdidos', esos dietarios que el escritor describe como una «novela en marcha» y de los ... que ahora Alianza publica 'Fractal', una antología que reúne alrededor de mil quinientas de las más de quince mil páginas que conforman este ciclópeo proyecto literario.
El enunciado que da nombre a la serie alude a las estancias de las casas donde nadie se detiene, pero por donde debe pasar cualquiera que quiera ir a alguna de las otras. Esos volúmenes, como aquellos salones, son el lugar de lo mínimo y lo fugaz, el espacio de la memoria. El primero de todos, 'El gato encerrado', fue rechazado por cinco editoriales y, aunque ya se había publicado por entregas en 'El diario de Cádiz', fue Manuel Borrás, de Pre-Textos, quien lo editó en los años noventa.
Desde entonces, no para Trapiello de escribir y publicar sus dietarios, incluso con desfase. En su momento creó Ediciones del Arrabal, un sello ideado junto a su mujer y sus dos hijos para dedicarlos exclusivamente a los 'Pasos perdidos'. Pero Pilar Álvarez, directora literaria de Alianza y editora de raza que sabe reconocer un diamante a kilómetros de distancia, ha decidido publicar no sólo esta antología, sino también recuperar los tomos anteriores en la colección de bolsillo del sello.
'Fractal'
![Imagen - 'Fractal'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/06/07/fractal-k07H--224x330@diario_abc.jpg)
- Autor Andrés Trapiello
- Editorial Alianza
- Número de páginas 816
- Precio 29,50 euros
- Ebook 19,99 euros
En estos libros está encuadernada la vida cultural de España, con todas sus grescas. En sus páginas está la magdalena de Trapiello. «Quise que mis diarios se pudiesen leer como novelas sin dejar de ser diarios», contesta el escritor y premio Mariano de Cavia. «El diario es un vasto escenario de realidad. Pero a la vez participa de muchos géneros: la novela, el ensayo, la poesía, la crónica de actualidad, la intimidad de los amigos y la ficción, porque también hay ficción».
'Fractal' llega ahora como una síntesis. «Siempre me negué a una antología. Tres amigas que me conocen muy bien hicieron una selección de 1.200 páginas. La editora Pilar Álvarez introdujo, por su cuenta, muchos fragmentos de ciudad y vida literaria y Miriam, mi mujer, introdujo otros fragmentos como el episodio 'Las armas y las letras', que consideró importante en mi vida y en la vida literaria del país. Sobre esa selección yo comencé a quitar cosas», explica Trapiello.
«Sé más o menos quién soy. Eso no quiere decir que sepa cómo me veo», se libra Trapiello sobre la pregunta del paso del tiempo. «Sobre cómo verá reflejada el lector la España de estos treinta años, lo desconozco». La conversación se desliza hacia la deliciosa anécdota, a veces política, sobre la naturaleza desinhibida de lo que se escribe en un diario. «Es milagroso que yo haya podido seguir escribiéndolos, siendo su naturaleza como es. A veces se dicen cosas poco agradables. Pienso, en parte, que ha sido una suerte no tener demasiados lectores, porque de haberlos tenido no habría podido seguir. Hace poco, una persona me saludó muy amablemente y pensé: «Menos mal que este no me ha leído»». Tras una buena y sabrosa carcajada, Andrés Trapiello coloca los puntos sobre las íes.
«Jamás he ajustado cuentas con nadie en los diarios, mis cuentas están clarísimas. A mí se me ve venir. Gracias a su discreción, el proyecto ha llegado tan lejos. Pero el otro milagro es, justamente, que tuviera lectores». La discreción y lentitud de estos diarios, los convierten, como a la vida, en un proceso en construcción. «En una ocasión, Bergamín iba por el paseo de Reforma, saludando. Entonces dice: «¿Has visto? Este no me ha contestado». «Es que, Pepe, lo has puesto a caer de un burro». Y entonces le contesta Bergamín: «Ah, sí. Pero es que yo ya lo he perdonado». Eso es lo que me pasado a mí, una vez que escribo, vuelven a ser unos hermanos para mí».
La política
Desde hace unos años, el perfil político de Trapiello es más palpable, ¿verán eso sus lectores en los próximos diarios? «Todavía no. Voy con un decalaje de diez o quince años. Hay distancia entre lo que vivo y escribo. Pero mi activismo va a estar reflejado. En los diarios prima una nota por encima de todas: en estos diarios están todas las facetas de mi vida y procuro darles un sentido literario».
Aunque insista en que no vuelve sobre sí mismo, Andrés Trapiello es consciente del autor retratado en ese volumen que ahora recibirán los lectores. «Yo no me leo, pero en esas páginas percibo siempre lo mismo. Es decir, cuando veo un acierto tengo la seguridad de que es de otro, pero los errores los encuentro enteramente míos». «Veo a alguien que ha estado muy solo, que ha vivido siempre a la intemperie y que no le ha importado hacerlo. Veo una persona melancólica pero dispuesto a pasárselo bien. El humor en los diarios ha sido muy importante para mí».
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