Jo Nesbø: «No creo en personas morales o inmorales: acabas jugando con las cartas que te tocan»
El autor noruego aparca a Harry Hole para firmar la monumental 'El reino', un thriller vestido de tragedia familiar
![Jo Nesbø, en una imagen promocional](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2021/05/06/nesbo1-U78758474486reg-1248x698@abc.jpg)
La sombra de Harry Hole es tan alargada que incluso Harlan Coben, colega de profesión y compañero de fatigas en la sección de los superventas negrocrimanles, patinó de lo lindo cuando, durante la presentación de la versión inglesa de 'El reino' ... (Reservoir Books), le preguntó a Jo Nesbø (Oslo, 1960) si aquella era la primera novela que escribía sin el malcarado, arrogante y torturado detective como protagonista. Porque, en efecto, 'El reino' no es la primera novela independiente que firma Nesbø (ahí están 'El heredero', 'Headhunters', los sicarios de 'Sangre en la nieve' y «Sol de sangre' o esa minucia de nada titulada 'Macbeth' ), aunque, tanto por ambición como por envergadura, merezca casillero propio.
En ella, el autor noruego viste de thriller la tragedia familiar de Roy y Carl, dos hermanos crecidos en un pequeño pueblo de montaña al que el segundo regresa tras años de ausencia con la idea de construir un gran complejo hotelero. Una nueva vuelta de tuerca a las bajas pasiones, los secretos envenenados y los viejos mitos religiosos actualizados con la que Nesbø , cincuenta millones de ejemplares vendidos y subiendo, le toma las medidas al mal en su encarnación más cotidiana y hogareña.
A Harry Hole le dejamos tocado y hundido con 'Cuchillo' y ahora nos llega esta monumental tragedia sobre dos hermanos y sus secretos. ¿De dónde sale 'El reino'?
Siempre es difícil definir de dónde viene una idea. Pueden ser muchas cosas: algo que pasa en tu vida, algo del pasado, algo que has leído o escuchado… Pero, sin duda, el tema de los hermanos ha estado en mi mente durante bastante tiempo. Yo crecí con dos hermanos y, sobre todo, con una relación muy estrecha con mi hermano menor, que falleció hace seis años. Tocábamos en la misma banda, jugábamos en el mismo equipo de fútbol… De ahí viene, supongo, el material de amor fraternal, la lealtad, la familia. Especialmente la lealtad y la fidelidad.
Otra manera de resumir parte de la trama podría ser con la frase hecha «pueblo pequeño, infierno grande».
Bueno, creo que el infierno es algo más personal. Por un lado, en los pueblos pequeños hay un sentido de solidaridad, la gente se preocupa por lo demás.Y en Oslo, en cambio, quizá ni siquiera conoces al vecino del mismo rellano. Por otro lado, en la ciudad tienes la libertad de ser anónimo, mientras que en los pueblos pequeños hay una atención claustrofóbica. Todo lo que hagas será observado por unos o por otros y, al final, es como si en un pueblo pequeño no tuvieras la oportunidad de cambiar.
Como en 'El heredero', la familia vuelve a ser el centro de la novela.
En la novela negra a menudo hay un crimen como punto de partida y necesitas, sobre todo, emociones fuertes. Y las emociones más fuertes son las que se dan dentro de la familia. En el 80% de los asesinatos, el culpable tiene una relación estrecha con la víctima, así que creo que es algo natural. Escribimos más sobre el porqué se ha cometido un crimen que sobre el quién. Buscamos los motivos, las capas complejas, y es ahí donde la familia es un territorio muy útil.
![Cubierta de 'El reino'](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2021/05/06/nesbo2-U27486618854xAV-220x220@abc.jpg)
Da la sensación de que, mientras que Harry Hole existe en un mundo de violencia física bastante explícita y extrema, novelas como 'El reino' le permiten ahondar en el suspense psicológico y en las cargas que acarrean todos los personajes.
Podría ser, sí. Algunas de mis obras independientes, como ocurre con 'El reino', están escritas en primera persona, y eso te permite entregarte a una especie de monólogo. Entras dentro del personaje principal y ves, vives, cómo va reflexionando sobre su propio destino. Con la tercera persona, en cambio, eres como una mosca en la pared; no estás autorizado a entrar en la mente de cada personaje.
![Jo Nesbø, durante la entrevista desde su casa de Oslo](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2021/05/06/nesbo1_20210506161558-U25456872838AFU-510x349@abc.jpg)
¿Y cómo se toma Harry que lo dejen en el banquillo?
No le importa; la verdad es que no sabe ni dónde está (risas).
En 'El reino' aflora también la codicia y el poder del dinero como subtrama. ¿Es la corrupción el gran pecado capital del siglo XXI?
Sí que hay una corrupción en el sistema social. Y es un problema, porque hace que la sociedad funcione mal. También es un tema de ética y moralidad. Pero yo no creo en personas morales o inmorales: acabas jugando con las cartas que te han tocado y haces lo que se espera que hagas. Así que la corrupción es algo que tiene que ver con arreglar el sistema. Por ejemplo, si eres un oficial de policía en el tercer mundo, se da por hecho que tendrás que ser corrupto para poder alimentar a tu familia. No es una cuestión de integridad personal, sino de cómo está montado el sistema.
En este sentido, la novela negra nórdica siempre ha tenido ese aura casi mítica de iluminar los desmanes de una sociedad aparentemente idílica.
Sería difícil encontrar a gente que quiera intercambiar nuestra sociedad con cualquier otra, sí, pero eso no significa que las cosas sean perfectas ni que la gente tenga esa impresión. Lo que sí tenemos es un sistema político más de consenso que no de oposición. Por motivos históricos y por mera suerte, los países escandinavos, también Noruega, no hemos tenido nunca un sistema de clases. También por motivos topográficos era difícil crear fortunas familiares y un sistema de clases, por lo que ha sido más fácil adaptarnos a una sociedad más igualitaria.
Hace un año decía que en Noruega la pandemia se había convertido en una suerte de entretenimiento de masas.
Sigue siendo así. Creo que hemos tenido suerte, porque no nos ha afectado tanto como a otros países, pero la gente no para de hablar de lo mismo, de las cifras… Será interesante ver cómo observamos este periodo dentro de cien años. Es posible que el Covid-19 u otras variaciones nos acompañen toda la vida, quién sabe. Pero hace poco leí que el número de personas fallecidas por Covid-19 este otoño iguala al número de fallecidos por tuberculosis en un año. Y la gente se pregunta: '¿la tuberculosis sigue existiendo?'. Puede que no aquí, donde vivo yo, pero existe. Igual todo esto nos permita enfocar el tema de las causas por las que muere la gente. Vale, quizá si lo cerramos todo y la gente no puede moverse se mueran de pena o de hambre, y eso es otro tema, pero la pandemia ha sido un toque de atención para muchos países; una señal de alarma de que hay un mundo fuera, más allá de nosotros. La gente sigue muriendo de tuberculosis, y lo que para nosotros es un descubrimiento para otros es su día a día.
¿Qué ficción cree que saldrá de este año tan extraño, terrible y oscuro?
Es difícil decirlo, porque la ficción ha tratado las crisis de manera muy distintas. Si nos fijamos, por ejemplo, en la crisis climática, que es el tema que va cambiar el mundo y la historia, tampoco ha generado tanta ficción. La guerra de Vietnam, en cambio, sí que dio lugar a un tipo de libros y películas muy concreto. Y los tiroteos en las escuelas también han saltado al cine. Creo que todo depende de si la crisis llega a una especie de conclusión, ya que es más fácil hablar del tema. Así que si desaparece esta pandemia, es posible que sí que lleguen bastantes novelas sobre este periodo. Algunos incluso lo van a romantizar.
Para muchos autores, tener la oportunidad de reescribir 'Macbeth' sería un punto de inflexión definitivo. ¿Qué significó para usted?
Todos los libros que he hecho han tenido una influencia en mi manera de escribir, pero puede que 'Macbeth' haya sido el que más, ya que leí y releí el trabajo de otro autor en busca de lo que subyace bajo el texto. Leer a grandes autores siempre es una buena escuela. Y es algo que necesitaba, porque como escritor, después de muchos años de oficio me di cuenta de que había dejado de leer. Así que tener este tipo de estímulos es importante. De lo contrario, te puedes quedar aislado. Es como cuando Joni Mitchell se hizo popular y empezó a escribir sobre gente rica en casas con piscinas. Esa era su vida entonces.
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