sant jordi 2014
Sant Jordi se rinde al legado de García Márquez
El Nobel colombiano, protagonista involuntario de un Día de Libro en el que todas las quinielas daban como vencedor al sueco Jonas Jonasson
El guión ya estaba escrito desde hace días y, según las previsiones, Jonas Jonasson repetiría el éxito que cosechó hace dos años con «El abuelo que saltó por la ventana y se largó» y se coronaría por segunda vez como gran triunfador de Sant Jordi. Solo faltaba confiar en que el tiempo acompañase y las ventas se acabasen de desperezar para rubricar un día al que las editoriales confían el 8% de su facturación anual.
Con lo que nadie contaba, sin embargo, es con que Jonasson se las tendría que ver ni más ni menos que con Gabriel García Márquez, narrador inmortal y maestro del realismo mágico. He aquí, pues, una de las incógnitas que planea sobre el arranque de Sant Jordi, maratoniana jornada de firmas, frenesí editorial y escritores a pie de calle. ¿Se impondrá el travieso y corrosivo sentido del humor de Jonasson o, por el contrario, Barcelona se sumará al pesar por la muerte de García Márquez y le homenajeará lanzándose a comprar sus libros una vez más?.
La previsión de ventas que el Gremio de Libreros presentó justo antes de la Semana Santa apuntaba que el escritor sueco, autor de «La analfabeta que era un genio de los números», sería el autor más vendido y regalado en clara pugna con otros escritores como Federico Moccia, Almudena Grandes, Xavier Bosch, Care Santos, Luz Gabás y Amy Tan, pero la muerte de García Márquez, el pasado día 17, parece haberlo trastocado todo. Incluso puede que el embrujo de Macondo acabe contagiando a un día que se presentaba como un oasis de novedades atomizadas, sin un best-seller capaz de disparar las ventas, y que ha tornado de pronto en inmejorable oportunidad para comprobar si esa nueva religión que Carme Balcells bautizó como «gabismo» se adueña también de las calles de Barcelona.
Operación rescate
Las pistas no engañan, y no había más que ver como lucía uno de los expositores destacados de la librería barcelonesa La Central, dedicado por entero al autor de «Cien años de soledad», para convenir que el Nobel colombiano se convertirá en protagonista involuntario del día. Y no solo eso: ante la más que probable carestía de material del autor de «Noticia de un secuestro» y el previsible aumento de la demanda en las librerías, la editorial Penguin Random House ha adelantado unas semanas el lanzamiento de la Biblioteca García Márquez y acaba de poner en circulación una primera tanda de reediciones, todas ellas con nuevas portadas diseñadas por el mexicano Alejandro Magallanes, de títulos como «Cien años de soledad», «Crónica de una muerte anunciada», «El amor en los tiempos del cólera», «Relato de un náufrago», «Memoria de mis putas tristes» y «Vivir para contarla».
Títulos que, ya sea en sus ediciones de bolsillo o en las nuevas reediciones en tapa dura, empiezan a colonizar mostradores y escaparates de librerías y añaden un poco más de incertidumbre a una jornada en la que los dos grandes favoritos serán también los grandes ausentes. García Márquez, es cierto, estará en espíritu, mientras que Jonasson delegará en Allan y Nombeko, protagonistas de «El abuelo que saltó por la ventana y se largó» y «La analfabeta que era un genio de los números», respectivamente.
Un duelo de ausencias que libreros y editores confían marque «el punto de inflexión para el inicio de la recuperación del consumo de libros» y permita poner cerco de una vez por todas a la piratería, razón esta última por la que el día arrancará con una reunión entre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, y una delegación de editores con base en Barcelona. La piratería y la próxima edición del salón Líber, que se celebrará en Barcelona a principios de octubre, centrarán la conversación.
Optimismo moderado
Pese a todo, planea sobre Sant Jordi una sensación de moderado optimismo y, en cierto modo, de modesta resignación. Los datos del último estudio de Hábitos de Lectura y Compra de Libros apuntan a que en Cataluña crece el número de lectores un 3,4% mientras las ventas caen un 4,3%, por lo que editores y libreros se darían por satisfechos si igualasen las ventas del año pasado. Esto es: 18,4 millones de euros, cifra sensiblemente inferior a los 20 millones de euros que se recaudaron en 2010 y que se concreta en los 1,4 millones de ejemplares que se esperan vender durante el día de hoy.
Un baile de cifras y números que no consigue ocultar que Sant Jordi es y será una oportunidad inmejorable para que los escritores se encuentren con los lectores y los lectores vuelvan a casa con un libro debajo del brazo. «Hemos hecho todo lo posible para que todo el mundo pueda comprar el libro que busca», aseguraba la semana pasada el presidente del Gremio de Editores, Daniel Fernández. Por si acaso, seguro que la presencia en las casetas de firmas de reclamos ta’n dispares como los de Donna Leon, Frederick Forsyth, Carlos Zanón, Sergi Pàmies, Julia Navarro, Ben Brooks, Joël Dicker, Ignacio Martínez de Pisón, Eduardo Mendoza, Almudena Grandes o David Safier, entre muchos, muchísimos otros, acaba de convencer a algún indeciso.
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