Laura García Lorca: «En otoño saldrá a la luz material desconocido sobre el asesinato de Lorca»
La sobrina del poeta y presidenta del Centro García Lorca hace balance de gestión y habla de los hallazgos en el archivo del escritor granadino
Una ruta por los lugares donde vivió Federico García Lorca en Granada
En la plaza de la Romanilla, junto a la catedral de Granada, se alza el Centro García Lorca. Un edificio de obra limpia. Un umbral. Una ventana abierta al mundo del escritor Federico García Lorca. Protegidas en dos cámaras acorazadas, la poesía, el ... teatro, la correspondencia y los dibujos del granadino laten como un segundo corazón dentro de su propia ciudad. Vuelve a la vida Lorca en cada ladrillo que protege sus manuscritos.
«El centro está muy vivo. Ahora va a estarlo aún más. Pronto contaremos con un presupuesto, que no teníamos, y con personal, que tampoco hay», cuenta Laura García Lorca, la sobrina del poeta. ¿Una institución que custodia más de once mil documentos del archivo lorquiano, promueve exposiciones y conciertos, y además recibe 80.000 visitantes al año, funciona sin una plantilla? «Una sola persona trabaja exclusivamente para el centro, que es el director gerente, que te voy a presentar». Miguel Canales Pineda se levanta de su escritorio, saluda y regresa a su trabajo. Hoy por la tarde se reúne el Patronato de este consorcio. Hay mucho que hacer. Y tanto.
Estado de la cuestión
La Fundación Federico García Lorca se creó en 1984, por Isabel García Lorca, hermana del poeta y sus seis sobrinos, que donaron todos los documentos que en ese momento poseían. De ese material surgió el núcleo del archivo actual. A finales de junio de 2018, ese legado se trasladó desde su anterior ubicación en la Residencia de Estudiantes de Madrid hasta aquí, el Centro Federico García Lorca, un ente público constituido por el Ayuntamiento de Granada, la Junta de Andalucía, el Ministerio de Cultura y la Diputación Provincial de Granada.
«Formalizaremos un acuerdo para que la Fundación se incorpore al consorcio». Desde la inauguración del centro en 2015, e incluso durante su edificación, Laura García Lorca ha cultivado algo más que la determinación. «He aprendido a tener paciencia, sobre todo paciencia, porque esto ha sido, está siendo, un proceso muy largo. Inesperadamente largo. Sé que todos los proyectos ambiciosos son difíciles. Pero creo que este ha tenido… ha tenido especiales dificultades y obstáculos».
Lorca, por encima de todo
Discreta al momento de responder, Laura García Lorca describe la importancia de la figura de poeta, pero también sus particularidades. «Tengo clara la importancia del proyecto. Para la memoria de Lorca disponíamos de la huerta de San Vicente. Hasta entonces no había ningún lugar en la ciudad de Granada dedicado a la obra y a la memoria de Federico, que es la representación de todo lo moderno. Es cultura y educación. Por eso es una figura tan clave, porque él es muy claro en todo lo que piensa, y lo dice, lo explica y incorpora a su creación literaria y artística, que es tan amplia. Por eso a Lorca es muy difícil manipularlo. Habla de libertades, de la educación para todos, de la libertad sexual, de la riqueza popular, de su forma experimental y vanguardista de crear».
Material inédito
Proyectos no faltan. De momento, tres óperas: 'Poeta en Nueva York', 'Así que pasen cinco años' y 'El público'. También una muestra que se inaugurará en la Feria del Libro de Guadalajara, en México, sobre la relación entre Guillermo Kuitca y el poeta y que se exhibirá en Granada en 2025. Sin embargo, una actividad destaca por encima del resto. Se trata de una muestra sobre la historia del archivo de Lorca, una retrospectiva que abarca desde julio de 1936 hasta la actualidad, y de la que pueden surgir nuevos datos.
«Los comisarios al frente de esta exhibición son tres de los grandes especialistas en la obra de Lorca: Christopher Maurer, Andrew Anderson y Melissa Dinverno son los tres comisarios de la exposición. Están encontrando mucho material importante y desconocido sobre el asesinato, información que se enseñará por primera vez». Laura García Lorca se resiste a aportar mayores datos. «Lo sabremos en otoño, cuando se inaugure la exhibición».
A juicio de sus herederos, el hallazgo físico de los restos del poeta, fusilado en 1936 por miembros del bando sublevado contra la República, pertenece al universo simbólico. «Lorca es una víctima más. Fue fusilado junto a mil personas más. Que sus restos estén mezclados con los restos de otras víctimas tiene un poder simbólico muy fuerte. Él está destacado y celebrado todos los días, en todas partes del mundo. Qué mejor tumba que esta. Este es el monumento».
Las tildes de Federico
La primavera de 1930, Lorca viajó a La Habana. Acaba de terminar 'Poeta en Nueva York' y escribía, espontáneo, una carta a su familia. La misiva, que sostiene su sobrina Laura, permanece intacta. Con letra redondeada, se cuenta el granadino como un torrente de vida. Apenas coloca tildes, ni falta que le hacen. Es pura música.
Ese es apenas uno de los miles de documentos protegidos en la cámara acoraza, la joya de la corona del Centro García Lorca. Nadie puede entrar sin autorización. En ella viven las versiones corregidas, tachadas y ampliadas de su obra, incluida 'La casa de Bernarda Alba', fechada en junio de 1936, justo un mes antes de ser fusilado en Alfacar.
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