El largo viaje hacia la vida en el metaverso
Fundación Telefónica aborda los límites y retos de lo virtual en una nueva exposición, 'Mundo expandido, entre lo físico y lo virtual'
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![A la izquierda, un visor estereoscópico del siglo XIX. A la derecha, un árbol de espejos virtuales, obra de Johanna Jaskowska e Ines Alpha](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/22/expo-telefonca-kvZE-U60725099340pDC-1200x840@abc.jpg)
Puede que el metaverso empezara a construirse allá por el siglo XVII. A nadie se le pasaba aún por la cabeza que fuera posible vivir en un cuadro, o asistir a una actuación musical sin salir de casa, pero sí que estaba esa pulsión por ... adentrarse en otras realidades. Prueba de ello es la popularidad de las cajas ópticas, unos cajones que se utilizaban entonces como espectáculos ambulantes y permitían contemplar vistas de paisajes o ciudades a través de una lente. De esta primera inmersión en lo imaginado a la ilusión de vivir en el metaverso van cuatro siglos de diferencia, pero hay una aspiración común: descubrir nuevas realidades.
A este viaje en el tiempo le ha dedicado Fundación Telefónica su nueva exposición, 'Mundo expandido. Entre lo físico y lo virtual', que se podrá visitar hasta el 5 mayo. A través de 80 piezas, con varias obras artísticas que reflexionan sobre la influencia de las nuevas herramientas digitales en nuestro día a día, la muestra pretende reflexionar sobre las implicaciones sociales y éticas de esta «realidad híbrida», en palabras de María Brancós, jefa de Exposiciones. «Es la primera vez que el ser humano abandona su medio natural, que es la Tierra, y parte de nuestra vida discurre en otro mundo, el virtual. Seguramente no vivimos ya en el metaverso, ni siquiera hay un consenso sobre qué va a ser, pero lo que sí ocurre ya es que gran parte de nuestras vidas transcurren en la esfera virtual».
La exposición incluye los inicios de esta «realidad aumentada»: cajas ópticas y visores estereoscópicos de época, cámaras fotográficas y la película 'La llegada del tren' (1896) de los Lumière. De ahí, a proyecciones de los primeros videojuegos que exploraron con entornos cada vez más realistas: 'Maze Ware' (1973), 'SimCity' (1993) o 'Minecraft' (2009). Para ir de un bloque a otro, hasta los cinco que conforman la muestra, un juego de espejos y cristales simula un cambio de pantalla. Este avance, a partir del tercer bloque, se plantea en la muestra como un diálogo entre el arte y el internet tridimensional, con obras de Seonghoom Ban o Solimán López que se anticipan a posibles mundos futuros. 'Mundo expandido' piensa también en la vida a través de las redes sociales y los filtros, sintetizada en un árbol de pantallas para selfies, obra de Johanna Jaskowska e Ines Alpha. Y concluye con el vídeo de un concierto de Hatsune Miku, un holograma japonés que 'actúa' en conciertos físicos. El ocio, igual que hace cuatro siglos, sigue vinculado al ilusionismo visual.
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