Ladrón de fuego
Julio Iglesias, en otra letra
«El libro de Ignacio Peyró es un retrato lúdico de un artista también lúdico»
La historia de Julio Iglesias es la de España... y lo sabes

Ignacio Peyró ha logrado un libro sobre Julio Iglesias que es justo lo contrario a un libro venial, o de entretenimiento, que es lo que pudiera intuirse cuando se acometen más de trescientas páginas sobre el inventor de 'Hey'. Quiero decir que Peyró ha hecho un libro de escritor sobre un cantante que es, muy probablemente, «el español más conocido del siglo XX, tras Dalí o Picasso», según arriesga el autor en el arranque de la obra, para luego regalarnos una atinada iluminación memorable: «Tenerle antipatía a Julio Iglesias sería como sentir odio a los delfines, tal vez porque en el momento adecuado alguien pone 'Hey', y no hay nada que no se pueda perdonar».
El libro vive lleno de iluminaciones semejantes, entre la cabriola de ingenio y la travesura de observador largo, demorado y a veces malicioso. Estamos ante un retrato lúdico y muy escrito de un artista también lúdico, pero sin orillar nunca la eslora popular que Julio Iglesias ha fijado, desde hace muchas décadas, con lo que el retrato es así nuestro retrato, españoles todos que conocimos a Julio en un vinilo, y luego le hemos visto hasta la vejez huida, cuando ya se apagaron las playas del Caribe, las éxitos de dólares y las ruedas de prensa con piropo a las reporteras. Hasta ha cantado con Sabina, él, Julio, un paisano que enamoró al mundo.
De modo que estamos glosando aquí un libro valiente, serio y de estilo, porque Peyró ha escogido la gran figura de la popularidad para darnos un mural alternativo de la España que hemos sido, y acaso aún somos, con gusto en la anécdota, pericia en la documentación masiva y una juerga constante de prosa alrededor de nuestro Julio, «que nunca ha tenido entre sus prioridades parecer contemporáneo».
Julio ha hecho el carrerón sin nunca mover el perfil bueno para las fotos, que es el derecho, pero Peyró se aplica en darnos los incontables perfiles de Julio, por épocas, o temas, y así el libro va del NODO hasta Operación Triunfo. Desde Dylan o Cohen, a Eduardo Zaplana, o la Preysler. Sabiendo de Julio acabamos sabiendo mucho de nosotros mismos. Porque la verdadera confesión propia la hacemos si hablamos de otros. Peyró lo ha visto.
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