John Travolta: abismo y precipicio haciendo el pollo en San Remo

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«Pajaritos a bailar. Cuando acabas de nacer, tu colita has de mover chuchuchu», que cantaba María Jesús y su Acordeón. En Italia se llama 'The Qua Qua Dance', un nombre que impone rebajar toda solemnidad. Así, el actor de 'Grease' era el invitado internacional de la gala junto con Russell Crowe (vaya despliegue) y, básicamente, vivió un momento 'meme de Bob Dylan' en la grabación de 'We Are The World'. Lo de Travolta es similar porque ambos ofrecen al mundo 'la mirada de las mil yardas'. Ya saben, esa mirada inerte del soldado que ha pasado por un 'infierno' en la guerra. Con el sumatorio clave aquí de pasarle a Travolta bailando 'Los pajaritos' rodeado de diez personas disfrazadas de pollo. La vida puede ser rara, amigos.

Al parecer, el excienciólogo habría accedido a danzar. Fiebre del sábado noche polluna, en la puerta del Teatro Ariston, la estrella de Hollywood fue recibida por los presentadores, Amadeus y Fiorello, con quienes movió el esqueleto con la propia 'Saturday Night Fever', pero luego 'Los pajaritos' trastocó algo. De hecho, aunque había aceptado, le entregaron un sombrero en forma de pico de pato y se negó a ponérselo porque «no me cabe», tirándolo al suelo. Por supuesto, el 'sketch' que le prepararon era infame, tipo 'El Hormiguero', una pesadilla en 'prime time'. Aunque uno entiende que un icono, que diría Inés Hernand, está curado de espanto... Pero nada más lejos.

Y advino el 'efecto Streisand'. Es decir, el intento de vetar algo y lograr más publicidad. El baile se ha vuelto viral y se han hecho noticias en todo el mundo, con el rostro perplejísimo de Travolta, que, según informa el 'Corriere della Sera', no podrá volver a ser emitido en la televisión pública italiana, RAI, porque el intérprete se ha negado a firmar el permiso para que puedan hacerlo. En internet está hasta en la sopa, por supuesto. Se ha informado de que cobró 200.000 euros, e incluso hay aún nuevas aristas a esta extraña historia bailonga porque se especula sobre que se pueda haber producido un caso de publicidad encubierta millonario con sus zapatillas. El corresponsal en San Remo del 'Corriere della Sera' opinó que la aparición del actor de 'Pulp Fiction' fue «literalmente vergonzosa», «una carrera desperdiciada en un instante», «una diversión cercana a cero», «la mirada que busca las salidas de emergencia», «abismo y precipicio»... Una joya del malestar, vamos. Viva Italia.