Javier Cercas, nuevo académico de la RAE: «Los políticos no entienden el potencial del español»

Javier Cercas (Ibahernando, Cáceres, 1962) ha sido nombrado nuevo académico de la RAE. El escritor, autor de 'Soldados de Salamina', 'Anatomía de un instante' y 'Las leyes de la frontera', entre otras novelas, y una de las firmas más reputadas de este país, ocupará la silla 'R' de la Docta Casa. Aunque de facto los académicos se sientan por afinidades afectivas y no alfabéticas, igual que se desordenan los libros en una biblioteca pasado el tiempo, la silla de Cercas está cargada de simbolismo o, mejor aún, de mito: es la que dejó vacía Javier Marías al morir el 11 de septiembre de 2022. Así que un escritor sustituye al otro, y el equilibrio entre literatos y lingüistas, que no batallan por territorios sino por tildes, se mantiene en la institución. El Reino de Redonda, por cierto, la otra gran vacante que dejó Marías al fallecer, también con trono, parece ahora cosa de Juan Gabriel Vásquez.

«Lo conocía muy poco, pero ocupar su lugar es un gran honor, igual que entrar en la RAE», dice Cercas al otro lado del teléfono, al poco de conocer la buena nueva. «Para mí este reconocimiento es una gran responsabilidad. El presidente de honor del Patronato de la RAEes el Rey de España, el jefe del Estado. Por eso concibo mi entrada en la Academia como un servicio público. Mi objetivo es aportar mi granito de arena para la preservación de lo más común que tenemos: la lengua. Es nuestro mayor tesoro. La Academia es de todos porque la lengua es de todos», continúa.

Para Cercas, «el español goza de una salud extraordinaria, bestial». «Es una lengua potentísima, la primera del mundo, aunque nuestros políticos no son conscientes de eso. No entienden que el español es un potencial inmenso. Hay que apostar por la lengua, dejarse de discursitos en las cumbres y trabajar en ella, prestigiarla, cuidarla. Es lo que hace la RAE, pero con medios escasos para los que podían aportar los políticos», asevera. En su opinión, la RAE «tiene una presencia social extraordinaria», sobre todo en comparación con sus homólogas europeas. «El diccionario de la Academia francesa no es el primero de Francia, sino el tercero. Aquí el diccionario de la RAE no tiene parangón: siempre es el más consultado», apunta.

Cercas fue propuesto por Mario Vargas Llosa («mi deuda con él es inmensa»), Clara Sánchez y Pedro Álvarez de Miranda. La suya era la única candidatura que estaba sobre la mesa y se resolvió en primera ronda por mayoría absoluta. Ahora Cercas tiene que redactar su discurso de ingreso, que deberá pronunciar antes de dos años (los plazos de la Academia son anchos).

La carrera de Cercas despegó en 2001 con 'Soldados de Salamina', que logró con la Guerra Civil lo que Fernando Aramburu luego con ETA y 'Patria': encontrar literatura (y éxito) en el pasado traumático español. Era un tema que ya había abordado en 'El monarca de las sombras'. En 'Anatomía de un instante' se sumergió en el 23-F, y volvió a demostrar esa manera tan suya de acercarse a la realidad desde la novela. Por esa novela recibió el premio Nacional de Narrativa. Era 2010. En 2019 ganó el Planeta con 'Terra Alta', una novela policiaca que fue la primera de una trilogía completada con 'Independencia' y 'El castillo de Barbazul'.

Cercas también es columnista en 'El País Semanal', y en 2021 recibió el premio Cavia por su artículo 'La revolución de los ricos', donde sostenía que el independentismo catalán no era tanto una cuestión ideológica como de clase. Sus artículos están reunidos en el volumen 'No callarás', un título que recuerda una de sus máximas: «Un escritor cobarde es como un torero cobarde, se ha equivocado de oficio».

La RAE tiene un total de cuarenta y seis sillas académicas. Además de la 'R', están libres las letras 'p' y 'o', cuyos anteriores titulares fueron, respectivamente, el filólogo Francisco Rico y el arquitecto Antonio Fernández Alba, ambos fallecidos hace apenas unas semanas. Y está pendiente que el filólogo Pedro Cátedra García lea su discurso y se convierta en titular de la silla 'A', que dejó vacante Manuel Seco Reymundo, también filólogo.