Italia recupera un gran tesoro etrusco expoliado por saqueadores de tumbas

Los llamados 'tombaroli' o 'saqueadores de tumbas' descubrieron, en un hipogeo o monumento funerario subterráneo, ocho urnas de piedra etruscas y dos sarcófagos (uno de ellos con restos de una mujer de entre 40 y 45 años), con el correspondiente ajuar funerario del periodo helenístico del siglo III a.C.

Entre el más de medio centenar de accesorios descubiertos hay mobiliario y vajilla, cuatro espejos de bronce, uno de ellos con la antigua divinidad de Roma y la loba amamantando sólo a Rómulo, un frasco de bálsamo que aún contiene restos orgánicos del perfume utilizado en la antigüedad, un peine de hueso, jarrones de bronce y terracota utilizados habitualmente por las mujeres etruscas durante banquetes y reuniones.

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Ángel Gómez Fuentes | Corresponsal en Roma

Las ocho urnas, todas intactas, de mármol travertino blanco de Umbría, están en parte decoradas con altorrelieves que representan escenas de batallas, de caza y con frisos, algunos de los cuales conservan pigmentos policromados y revestimientos de pan de oro; otros representan el mito de Aquiles y Troilo.

Según las primeras reconstrucciones de los arqueólogos del Ministerio de Cultura, todos los bienes formaban parte de una tumba hipogea, con dos cámaras. Los materiales encontrados permiten conocer el nombre de la familia noble que construyó la tumba y la utilizó durante al menos dos generaciones: los 'Pulfna'. La investigación de los carabineros comenzó en el pasado mes de abril, partiendo de la adquisición de fotografías que circulaban en el mercado ilegal del arte. Gracias a la colaboración de un profesor de la Universidad de Roma, Tor Vergata, se planteó la hipótesis de que el origen de los hallazgos fuera una necrópolis etrusca, probablemente en la zona comprendida entre Chiusi y Città della Pieve, localidad situada a 157 kilómetros de Roma.

Esa pista condujo al antiguo descubrimiento fortuito, del que ya se había informado en 2015 en Città della Pieve: un agricultor, mientras araba, había dado con un hipogeo etrusco que contenía cuatro urnas funerarias y dos sarcófagos atribuibles a la familia 'Pulfna Peris', una rama de la misma saga. Entre ambos monumentos funerarios había una diferencia fundamental: En el primer hipogeo descubierto en 2015 las imágenes en sarcófagos y urnas correspondían a hombres, mientras en el último hallazgo se representaban principalmente princesas etruscas.

Con la ayuda de un dron, escuchas telefónicas y seguimientos, la policía identificó a dos saqueadores de tumbas: empresarios locales que habían publicado fotografías en internet para buscar compradores en el extranjero. Uno de ellos era el propietario del terreno y tenía máquinas para remover tierras. Contra ellos se instruyen diligencias por los delitos de robo y encubrimiento de bienes culturales robados.

El tesoro, en perfecto estado de conservación, tiene un «excepcional valor histórico y artístico», según los expertos. Y también monetario: Su valor supera los ocho millones de euros. La civilización se desarrolló principalmente en el actual territorio de las regiones de Toscana y Umbría, durante cientos de años antes de la llegada de la República, que se implantó en Roma en el año 509 a.C. y se mantuvo hasta la época imperial, en el año 27 a.C.

La civilización etrusca ha jugado un papel central en el desarrollo de la identidad italiana. El etrusco era el único pueblo de la península itálica que en su época creía en la supervivencia de los difuntos. Los etruscos realizaban rituales funerarios complejos. Las urnas atestiguan el rito funerario de la cremación, mientras que los sarcófagos hacen referencia a la inhumación.

En 2022, se descubrió una colección de 24 estatuas de bronce, de refinada ejecución artística, protegidas durante más de 2.300 años bajo las aguas termales de San Casciano dei Bagni, un municipio de 1.500 habitantes de la provincia de Siena, en la región de Toscana.