Impresionismo: 150 años de la gran revolución pictórica
En 1874, una treintena de artistas rebeldes (Monet, Renoir, Degas, Pissarro, Morisot, Sisley y Cézanne, entre ellos) desafiaron al Salón oficial de París. Habían inventado, sin saberlo, el impresionismo, que abrió las puertas a las vanguardias. Un siglo después romperían el mercado del arte con precios astronómicos
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!['Impresión, sol naciente', de Monet, cuadro que dio nombre al movimiento artístico](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/03/26/impresion_20240326184258-RPDiQQz6pqkS76Eou843oaP-1200x840@diario_abc.jpg)
París, 15 de abril de 1874. Ocho de la tarde. En el antiguo estudio del célebre fotógrafo Nadar, en el número 35 del Boulevard des Capucines, se reunieron 31 pintores para presentar al público 165 obras. Plantaron cara al Salón oficial ... y fundaron una Sociedad Anónima de Pintores, Escultores y Grabadores. Entre ellos estaban Claude Monet, Auguste Renoir, Berthe Morisot, Paul Cézanne, Camille Pissarro, Edgar Degas y Alfred Sisley.
Fue la primera exposición impresionista. Había nacido, sin ellos saberlo, un movimiento que cambiaría para siempre el curso de la Historia del Arte. Fue el punto de partida de las vanguardias. Una de aquellas 165 obras era 'Impresión, sol naciente', que Claude Monet pintó en Le Havre. El crítico Louis Leroy, inspirado en ese cuadro, escribió con ironía: «Puesto que estoy impresionado, ¡debe haber algo de impresión en él!». Así dio nombre, involuntariamente, al movimiento. Aquel cuadro fue robado en 1985 en el Museo Marmottan Monet de París, junto a otras siete obras impresionistas. Aparecieron en 1990 en un puerto del sur de Córcega.
El Museo d'Orsay de París, templo del impresionismo –alberga la mayor colección del mundo de obras de este movimiento– celebra este aniversario con una gran exposición, inaugurada el 26 de marzo: 'París 1874. Inventando el impresionismo', que permanecerá abierta hasta el 14 de julio. Organizada junto con la National Gallery of Art de Washington, donde se presentará del 8 de septiembre al 19 de enero de 2025 y comisariada por Anne Robbins y Sylvie Patry, reúne 130 obras y ofrece una novedosa perspectiva de este periodo clave en la Historia del Arte. A partir de nuevas investigaciones, analiza las circunstancias que llevaron a esta treintena de artistas (sólo siete ganaron fama mundial) a unir fuerzas y exhibir su arte de forma independiente. Ansiosos de autonomía y de libertad, desafiando un sistema académico que en su mayoría los rechazaba, Monet, Degas, Morisot, Pissarro y sus amigos y colegas se unieron para formar una especie de cooperativa. Tenían un deseo común: forjar una carrera paralela al orden oficial y hacer valer su libertad.
![A la izquierda, antiguo estudio del fotógrafo Nadar en París. A la derecha, portada del catálogo de la primera exposición impresionista](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/03/26/nadar33-U15112345617DNt-760x427@diario_abc.jpg)
En 1869, se reunieron en un grupo conocido como 'los Batignolles', un choque de temperamentos y estilos, y planearon montar una exposición independiente del Salón oficial. Pero la guerra franco-prusiana, que tomó Bazille en noviembre de 1870, y luego la Comuna de París detuvieron su impulso. ¿Qué ocurrió en la primavera de 1874 en París? La muestra del Orsay revisa los orígenes de un movimiento artístico que surgió en un mundo en plena transformación. En un contexto de crisis, los artistas se replantearon su arte y buscaron nuevas direcciones. Un pequeño clan de rebeldes pinta escenas de la vida moderna, o paisajes en tonos claros y con pinceladas perfectamente ejecutadas, bosquejados al aire libre. Lo que parecen buscar por encima de todo es la impresión.
!['Una moderna Olympia' (detalle), de Cézanne, una de las obras que estuvo en la primera exposición impresionista de 1874](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/03/26/cezanne-U45668554118kzs-760x427@diario_abc.jpg)
1886. Aquel año se celebró la octava y última exposición del grupo impresionista. Fue un fracaso. Popes del movimiento como Monet y Renoir no están presentes. Ambos se retiran para hacer sólo lo que querían. Sí estuvieron artistas como Gauguin, Seurat y Signac, quienes proclamaban un arte nuevo. La división de postulados había abierto una brecha insalvable entre los impresionistas.
En 1974, coincidiendo con el centenario del impresionismo, tuvo lugar una exposición memorable en el Grand Palais de París. Medio siglo después, toma el testigo el Orsay con 'París 1874. Inventando el impresionismo', que reúne una selección de obras que ya estuvieron en la primera exposición impresionista en 1874, junto con pinturas y esculturas mostradas en el Salón oficial del mismo año. Un enfrentamiento sin precedentes entre los independientes y los académicos, que ayuda a recrear y analizar el impacto visual provocado por las obras impresionistas y examinar su radicalidad. ¿Qué tenían de nuevas y diferentes aquellas pinturas? Aunque inicialmente se consideraron confusas y descuidadas, esa forma de pintar es hoy aclamada.
!['Repetición de un ballet en escena', de Degas, una de las obras que estuvo en la primera exposición impresionista de 1874](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/03/26/degas-ballet-U83307081563alu-760x427@diario_abc.jpg)
La exposición se complementa con 'Una tarde con los impresionistas', una muestra inmersiva y de realidad virtual en la galería Amont del Orsay. Además, obras maestras del impresionismo de este museo saldrán de los andenes de la antigua estación de Orsay en dirección a una treintena de museos de toda Francia. Prestará 178 obras a 34 instituciones, repartidas en trece regiones. «¡Que este 150 aniversario sea una fiesta y que esta primavera florezca como nunca!», dice la exministra de Cultura, Rima Abdul Malak. «Una auténtica celebración nacional para celebrar un siglo y medio de triunfo del impresionismo. De norte a sur, de oeste a este, el público podrá recordar que Francia es el país de la Ilustración, no sólo por sus filósofos sino también por sus pintores», añade Christophe Leribault, presidente de los Museos d'Orsay y L'Orangerie.
A pesar de no haber pertenecido al movimiento impresionista, Édouard Manet (París, 1832-1883) se convirtió en referente imprescindible para esta generación de pintores inconformistas. No fue en realidad un impresionista, aunque sin él no habría nacido el impresionismo. Su 'Almuerzo sobre la hierba' (Museo d'Orsay), incluido en el primer Salon de los Rechazados de 1863, causó un importante revuelo, tanto por el tema como por la técnica empleada, sólo comparable al escándalo provocado poco después por su 'Olympia' (Museo d'Orsay), en el Salón de 1865.
![Alfred Sisley. 'El otoño, orillas del Sena cerca de Bougival' (1873), una de las obras que estuvo en la primera exposición impresionista de 1874](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/03/26/sisley-sena-U81260885024Vzj-760x427@diario_abc.jpg)
Los impresionistas fueron pintores... y jardineros. Renoir tenía un jardín silvestre en su estudio de Montmartre. Berthe Morisot pintaba a su hija Julie jugando entre las malvarrosas en el jardín de su casa de Bougival. Cézanne retrató a su jardinero sentado bajo un tilo en la terraza de su estudio en la Provenza. Pissarro fue el pintor impresionista que más se dedicó al tema de los jardines productivos. Mantuvo su huerto de Éragny hasta su muerte. Antes de Giverny, Monet tuvo otros célebres jardines. Compartía afición con otro pintor, Caillebotte, que pintaba su jardín de Petit-Gennevilliers, donde cultivaba crisantemos.
Por otro lado, hablar de impresionismo es hablar de Normandía, su cuna. Por allí pasaron todos los miembros de este movimiento pictórico, atraídos por su luz. Anualmente, celebra un festival impresionista. Este año ha organizado un programa con 150 actos (del 22 de marzo al 22 de septiembre). David Hockney, que vivió y trabajó en Normandía, exhibirá sus pinturas junto a las de grandes maestros impresionistas en el Museo de Bellas Artes de Rouen. Y Robert Wilson presentará una instalación audiovisual monumental sobre la fachada de la catedral de esta ciudad.
!['Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia', de Pissarro, en el Museo Thyssen. El cuadro es objeto de una agria batalla en los tribunales desde hace años](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/03/26/pisarro33-U11306714748JmU-760x427@diario_abc.jpg)
Los impresionistas pintaron el antiguo puerto pesquero de Sainte-Adresse, inmortalizaron los acantilados de Étretat, los baños de la Grenouillère en Bougival, las regatas de Argenteuil, visitaron Trouville, un pueblo de pescadores; pasaron por Honfleur, frecuentaron Fécamp, pueblo costero con balneario y casino, y Rouen, la capital normanda. «Es tan hermosa como Venecia», decía Pissarro. Monet retrató la fachada de su catedral en una treintena de ocasiones.
Dos mecenas y marchantes fueron decisivos en el impulso del impresionismo: Ambroise Vollard (1868-1939) y, sobre todo, Paul Durand-Ruel (1831-1922). Cézanne, Renoir, Matisse, Gauguin y Picasso fueron reivindicados por Vollard, joven galerista francés. Entusiasta defensor del impresionismo, su nombre ha quedado definitivamente ligado al de Picasso por la 'Suite Vollard'.
![Paul Durand-Ruel, en su galería en 1910, junto a algunas pinturas impresionistas](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/03/26/ruel33-U57678601142Lhe-760x427@diario_abc.jpg)
En 2015, la National Gallery de Londres reunió 90 obras maestras del impresionismo para homenajear a su gran valedor, Paul Durand-Ruel, «el hombre que vendió mil Monet». «La única persona a la que debo algo es Durand-Ruel –reconocía un anciano Monet–, porque fue llamado loco y casi se arruina por nosotros; sin él todos los impresionistas nos habríamos muerto de hambre». Durand-Ruel fue el primer marchante que defendió el talento de este grupo de artistas cuando su trabajo era infravalorado. Dos años antes de morir, dijo: «Por fin han triunfado los maestros del impresionismo. Mi locura era sentido común. Pero si me llego a haber muerto a los 60 años, me habría ido en bancarrota y rodeado de tesoros infravalorados».
Cómo imaginar que, décadas después, las pinturas de los impresionistas rompían el mercado del arte. Un cuadro de Cézanne, 'Los jugadores de cartas', fue adquirido en 2012 por la Familia Real de Qatar por 250 millones de dólares en venta privada a los herederos del magnate griego Yorgos Embiricos. En subasta, otro Cézanne. 'La Montagne Sainte-Victoire' alcanzó los 138 millones (Christie's-Nueva York, 2022); 'Almiares', de Monet, 110,7 millones (Sotheby's-Nueva York, 2019); 'Estanque de nenúfares', de Monet, 80,5 millones (Christie's-Londres, 2008) y 'Au Moulin de la Galette', de Renoir, fue subastado en 1990 en Sotheby's de Nueva York por 78,1 millones. En los últimos años, los maestros impresionistas han sido desbancados por artistas contemporáneos.
Para admirar el trabajo de los impresionistas, son de visita obligada varios museos de París (Orsay, Orangerie, Marmottan-Monet), la casa y el jardín de Monet en Giverny y el Museo de los Impresionismos en esta localidad normanda; el Museo Renoir en Cagnes-sur-Mer, el estudio de Cézanne en Aix-en-Provence... En Madrid, el Thyssen atesora una espléndida colección.
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