La historia juvenil de amor homosexual censurada por Putin que forzó a sus autoras al exilio
Se publica en España 'Un verano en el campamento', cuyo éxito desencadenó una campaña de acoso en su contra y la prohibición de la exhibición de cualquier contenido LGTBIQ+ en Rusia
De Stephen King a Twain: la censura se extiende por las escuelas de Estados Unidos
![Katerina Silvanova y Elena Malisova (dcha.)](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/09/10/ElenaMalisovaKaterinaSilvanova.jpg)
Cuando la ucraniana Katerina Silvanova y la rusa Elena Malisova pensaron en escribir una relación sentimental entre dos chicos jóvenes que naciera en un campamento de verano soviético no pensaron siquiera en recogerla en papel. Pero la historia reciente de Rusia y la guerra de Ucrania ... se cruzaron en su camino, y han acabado pagando con su exilio forzoso la osadía de equivocarse.
El éxito de su libro en Rusia desencadenó una campaña de acoso en su contra y la aprobación de una ley que prohíbe la exhibición de cualquier contenido LGTBIQ+ a los adultos en 2023 (ya estaba prohibido para niños), por lo que ambas se vieron obligadas a abandonar el país. Tras una breve estancia en Armenia, Malisova huyó a Alemania. Y, paradojas del destino, Silvanova terminó encontrando refugio en una Járkov bombardeada a diario por Putin. Separadas geográficamente, vuelven a unirse por Zoom ahora con motivo de la publicación en España de 'Un verano en el campamento' (Besties Books).
Las dos querían leer esa historia que nunca habían leído y se pusieron manos a la obra para ellas mismas. «La idea de ambientarlo en la Unión Soviética nos vino durante un 'brainstorming'. Al principio iba a centrarse solo en la relación amorosa, pero pensamos que no estaría mal asumir más riesgos y añadir detalles históricos. Ambas nacimos al final de la era soviética y nos atrae mucho la historia como ciencia», explica a ABC Malisova.
«Fue en torno a 2015 y 2016. Comenzamos a ver además cómo la Rusia democrática se iba convirtiendo en la Unión Soviética de nuevo -continúa la autora-. En 2013 apareció la censura tras la ilegalización de lo que llaman la 'propaganda LGTBIQ+' para niños. Y queríamos sugerir a nuestros lectores el paralelismo entre lo que pasaba en aquellos tiempos de la Unión Soviética y lo que pasa ahora. Desgraciadamente nuestros peores presagios se hicieron realidad», remarca la escritora.
«Me gustaría añadir un elemento romántico. Entendimos que el vínculo de los protagonistas (Yura y Volodia) era tan fuerte que, para que se separaran, haría falta una catástrofe y entendimos que sería la caída de la Unión Soviética», apostilla Silvanova. Su involuntaria puntería se afinó aún más: decidieron ambientarla en su ciudad natal, Járkov. «Nunca pensamos que podía pasar todo lo que ha ocurrido después. Fue una decisión personal. Todos los campamentos de verano eran iguales más o menos en aquellos años», señala Silvanova. «Recordé al que iba yo cuando era pequeña -prosigue-. Había unas cabañas que empezaron a demoler tiempo después y decidimos usar eso para el libro. Es mi tierra. Quería transmitir el amor por mi ciudad, por mi región. No pensamos en nada trascendente».
'Un verano en el campamento'
Por Katerina Silvanova y Elena Malisova
![Imagen principal - Por Katerina Silvanova y Elena Malisova](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/09/10/portada_un-verano-en-el-campamento.jpg)
Editorial Besties Books
Esa inocencia también preside la relación que establecen los protagonistas, en contraste con la dureza de un entorno marcado por el miedo al señalamiento y los tabúes de la era soviética. «Esa es la piedra angular del argumento. Era esencial en la Unión Soviética y ha resultado también esencial en la Rusia contemporánea. Queríamos mostrar el contraste entre la inocencia y la presión del entorno. Nuestros protagonistas pudieron evitar la persecución penal pero la social, no. Es lo mismo que vemos ahora en Rusia. La población LGTBIQ+ sufre la presión social a la que se ha añadido la persecución judicial y policial. Las leyes consideran que, con respecto a las relaciones homosexuales, se trata de sexo puro y duro, pornografía. No hay cabida para los sentimientos. En nuestro libro no hay escenas de sexo, solo cercanía física, pero les dio igual», indica Malisova.
Tras publicar 'Un verano en el campamento' en internet (ahora está en vía de publicación en 15 países), su éxito fue creciendo en proporción geométrica. «Pensamos que una novela ambientada en la Unión Soviética iba a ahuyentar a los lectores, pero resultó que sí que veían los paralelismos entre ese pasado y el presente. Creo que también supimos transmitir bien los sentimientos de los personajes y que la gente se enamora de esa historia de amor», añade la autora.
Acoso y huida
Apenas pudieron paladear ese momento. Enseguida comenzó una campaña de acoso en redes sociales, que luego se trasladó a la prensa, radio y televisión. «Dicen que nuestro libro fue la causa de la ley contra la 'propaganda' LGTBIQ+, pero en realidad creo que fue el pretexto. La causa real fue la guerra de Ucrania. Para esconder a la gente por qué vive mal y aglutinar la opinión a favor del gobierno, Putin necesita un enemigo externo y otro interno. Si nuestro libro no hubiera existido, hubieran encontrado otro», insiste.
A las acusaciones de pedofilia, de blanqueamiento del fascismo, de pornografía…, le siguieron los señalamientos como espías, como agentes extranjeras, como traidoras a la patria… Los canales federales, con millones de audiencia, comenzaron a publicar fotografías suyas y hasta los vídeos de Tik Tok de sus lectores. «Tomamos la decisión de marcharnos de Rusia en tres días. Empezamos a recibir amenazas de muerte, de violación… Tuvimos miedo de que una organización llamada Estado Masculino [acusado de incitar al odio contra las mujeres] nos hiciera algo si averiguaba nuestra dirección y huimos juntas a Armenia. Al principio pensamos que podríamos volver, pero la campaña creció, y nos dimos cuenta de que iba a ser imposible. En esos tres días decidí que tenía que volver a mi país, aunque estuviera en guerra, para estar con mi familia, mis amigos, con mi gente. En cuanto recibí el permiso de entrar en Ucrania, volví a Járkov. Quería regresar a casa. Sabía que iba a sufrir los bombardeos, pero para mí es más importante estar con mi madre», relata Silvanova.
El destino también ha querido que 'Un verano en el campamento', que está en vía de publicación en 15 países, coincida en el tiempo con la aprobación en Florida de una polémica legislación, que permite a los padres o cualquier miembro de la comunidad impugnar libros en las bibliotecas escolares si los consideran pornográficos o relacionados con la identidad de género y que ha desatado una oleada de prohibiciones de libros con temática LGTBIQ+. «Es que Estados Unidos y Rusia no son polos opuestos que se encuentran. El único fenómeno es la homofobia, que existe en todas partes y está presidido por el odio», concluye.
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