Felipe VI, en los premios Princesa de Asturias: «Las soluciones a los problemas de España llegarán de la unidad, nunca de la división»
El Rey lamenta «el regreso terrible de la guerra», cuya sombra «se extiende también sobre las democracias»
Vídeo | Discurso íntegro de Don Felipe
La Princesa Leonor, sobre la jura de la Constitución: «Entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber y de lo que implican mis responsabilidades»
Felipe VI lamentó en la 43ª entrega de los premios Princesa de Asturias que «la sombra» de los conflictos globales «se extiende también sobre las democracias, sobre los principios y valores que inspiran y garantizan nuestra convivencia»: «Su fragilidad es un recordatorio para no caer en la pasividad». Y en estos tiempos, el Rey declaró que es el momento de afrontar desafíos. «Es la hora del mayor sentido de la responsabilidad», afirmó. «Son muchos nuestros problemas, y las soluciones llegarán -como siempre ha sucedido y demuestra la historia de España- de la unidad, nunca de la división», añadió, a lo que le siguió un intenso aplauso por parte del público.
El Rey hizo un llamamiento a extremar esas responsabilidades: «La paz, el bienestar económico y social de millones de personas y la preservación de los valores democráticos así lo exigen». Comentó entonces que «tenemos que ser conscientes de todo lo que hemos alcanzado como Nación, de todo lo que hemos construido y prosperado, con tanto esfuerzo; de lo necesario que es conservarlo y preservarlo de aquello que lo pueda erosionar y de que debemos cuidar lo mejor de nuestra historia».
En el Teatro Campoamor, ante 1.300 invitados, el discurso del Rey se prolongó 21 minutos, en los que también lamentó que «este siglo XXI nos ha traído el regreso terrible de la guerra, de los conflictos bélicos en su versión más descarnada y brutal; así como el vértigo ante el riesgo de su extensión».
«Las tensiones geopolíticas se agudizan y ponen a prueba, una y otra vez, el orden internacional y sus reglas», afirmó el Rey. «Esta deriva nos aparta de la noble idea de que las Naciones -la Humanidad- debemos darnos mutuamente garantías de respecto y seguridad y que necesitamos cooperar seria, profunda y sinceramente para abordar los grandes retos globales», apuntó.
Cuando el conflicto en Oriente Próximo «está causando nuevamente un sufrimiento tan desgarrador», el Rey recordó que la Fundación concedió «de manera conjunta» el premio de la Cooperación Internacional en 1994 al primer ministro de Israel, Isaac Rabin, y al Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat. Y citó el acta del jurado de entonces, que hizo constar que ese reconocimiento se debió a «su decisivo esfuerzo para crear las condiciones de paz en la región». Un año después, el Rey Hussein de Jordania recibió el premio Concordia.
La oscarizada actriz Meryl Streep, (premio de las Artes) afirmó estar «muy feliz» por recibir este premio y por estar en Oviedo. Muy emocionada, recordó que «la empatía puede ser una forma radical de acercamiento y diplomacia, igualmente crucial en otros ámbitos de actividad»: «En este nuestro mundo cada vez más hostil y volátil, espero que podamos hacer nuestra otra regla que se enseña a todos los actores: lo importante es escuchar».
En su quinto discurso en estos premios, que duró siete minutos, la Princesa Leonor recordó que el próximo 31 de octubre cumplirá 18 años. «Tendré el honor de jurar la Constitución, con lo que eso significa para mí personal e institucionalmente», destacó. «Lo que puedo decirles es que entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi debery de lo que implican mis responsabilidades». Entre ellas, la que supone ser presidenta de honor junto a su padre de la Fundación Princesa de Asturias. «Hoy están presentes sobre este escenario personas con las que aspiro a sentirme identificada, aunque sumen algunas décadas más que yo», declaró la Princesa, al tiempo que añadió que los premiados «transmiten, con sus acciones y en sus obras, esa esperanza que nos guía y nos inspira a los jóvenes».
Las palabras de la Princesa llevaron a lamentar, todavía más, que la entrega de premios estuviera marcada por tristes las ausencias. Como la del escritor y filósofo Nuccio Ordine. El profesor, que dedicó su vida a transmitir la importancia del conocimiento a través del arte y la literatura, falleció prematuramente el pasado mes de junio a los 64 años. Cuando en mayo le comunicaron que había ganado el premio Princesa de Asturias de la Comunicación y Humanidades escribió unas notas para el discurso que daría en esta ceremonia. En ellas mencionó la carta que le escribió Albert Camus a su profesor el día que le dieron el Nobel, que es una defensa a la enseñanza pública y los profesores como salvaguarda del conocimiento y herramienta para ayudar a las comunidades más pobres.
Recogieron el galardón su hermana Maria Ordine y su pareja Rosalia Broccolo, que estaban profundamente emocionadas. Lo estaba también Emmanuel Carrère, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2021, quien subió a por el galardón de Ciencias Sociales de su madre, Hélène Carrère d'Encausse. La gran dama de la cultura francesa, la primera mujer que ocupó el cargo de secretario perpetuo de la Academia francesa, murió en agosto a los 94 años.
El atleta olímpico Eliud Kipchoge (premio de los Deportes), reivindicó que «cuando corres, no importan tus orígenes. No importa el color de tu piel»: «Correr es testimonio de que todos somos uno».
Los otros galardonados de las cuatro categorías restantes fueron el osaqueño Haruki Murakami (Letras), referente de la literatura contemporánea tras el éxito de 'Tokio blues'; Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (premio a la Cooperación Internacional), por desarrollar medicinas asequibles para dolencias que causan estigma social; los investigadores Jeffrey Gordon, Peter Greenberg y Bonnie L. Bassler (Investigación Científica y Técnica) por sus extraordinarias contribuciones al estudio de las comunidades de microorganismos, que han llevado a investigaciones decisivas para luchar contra las bacterias que atacan a los organismos y que resisten, entre otras cosas, a los antibióticos; y a la organización sin ánimo de lucro Mary's Meals (Concordia), por desarrollar una iniciativa que está presente en dieciocho de los países más pobres del mundo y que se encarga de suministrar comida diaria a niños en sus centro educativos, lo que promueve también la escolarización.
Hubo más detalles de la ceremonia. La gran ovación a Doña Sofía al inicio, o la emoción de la Princesa Leonor escuchando a cada uno de los premiados, sobre todo a Meryl Streep, quien se llevó un pequeño susto cuando no encontraba su discurso al llegar a la tribuna. El emocionante primer discurso de la nueva presidenta de la Fundación de los premios, Ana Isabel Fernández.
Y la anécdota de la lluvia, pues fue la primera vez en 40 años que llovió en esta tarde de los premios de la Fundación Princesa de Asturias. Por suerte, la Familia Real llegó al Teatro Campoamor durante una pequeña tregua, a la que siguió un claro en el cielo de Oviedo. Allí no pararon de sonar las gaitas, que son el cimiento emocional de la ceremonia, que concluyó en el Campoamor con el tradicional 'Asturias, patria querida'.
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