Así era 'Juanita', la doncella de hielo del Ampato sacrificada en un ritual inca con unos 14 años
Reconstruyen en 3D el rostro de la momia hallada hace casi 30 años en la cima del volcán
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![El arqueólogo Johan Reinhard junto a la reconstrucción de 'Juanita', la Dama de Ampato](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/10/28/1473253893-RtKG2rTVs16W5LOwzhCHEXP-1200x840@abc.jpg)
Un equipo de arqueólogos de montaña encabezados por Johan Reinhard ascendió en 1995 al nevado volcán Ampato, a 6.318 metros sobre el nivel del mar en la provincia peruana de Caylloma (Arequipa) y descubrió el cuerpo congelado de una adolescente inca que fue sacrificada en un ritual a los dioses y enterrada en un fardo hace 500 años muy cerca al cráter del volcán.
Conocida como la Dama o Doncella del Ampato, o simplemente como 'Juanita', su momia se mantiene actualmente en una cámara especial, a -20 grados centígrados en el Museo Santuarios Andinos de la Universidad Católica de Santa María, en Arequipa, donde los visitantes la pueden observar directamente.
Ahora, además, podrán contemplar cómo pudo ser su rostro. Casi treinta años después de su descubrimiento, científicos peruanos de esta universidad y del Centro de Estudios Andinos de la Universidad de Varsovia (Polonia) han logrado reconstruir los rasgos de la niña en una escultura hiperrealista.
La reconstrucción que ahora se exhibe en la Universidad Católica de Santa María en Arequipa muestra su boca ligeramente abierta y sus ojos oscuros y penetrantes mirando a lo lejos. Incluye vestimenta colorida, tocados y adornos, basados de igual modo en los escaneos de la momia.
Desde 2018, este equipo internacional de arqueólogos y científicos han estudiado las tomografías del su cuerpo, los estudios de ADN y sus características etnológicas, de edad y complexión, y con modernas técnicas forenses Oscar Nilsson, arqueólogo y artista plástico sueco, llevó a cabo esta realista reconstrucción, que fue presentada esta semana en Arequipa.
La científica Dagmara Socha, arqueóloga del equipo de Centro de estudios Andinos de Varsovia, explicó que la construcción del rostro de la niña inca fue muy emotiva, porque «es como si se hubiera resucitado a esta menor que vivió hace 500 años«, señalan en la UCSM.
El descubridor de la Dama del Ampato, Johan Reinhard, se mostró muy impactado. Comentó que siempre imaginaba cómo sería el rostro de la doncella inca y ahora ha cumplido su deseo. «Se ha hecho de una manera magnífica», dijo en unas declaraciones que recoge Reuters, añadiendo que la reconstrucción fue especialmente llamativa ya que su rostro había estado expuesto a los elementos y, como resultado, no estaba bien conservado.
«Ver su cara como cuando estaba viva es una experiencia diferente porque parece muy real«, dijo.
El rito de la Capacocha
'Juanita' tenía entre 13 y 15 años y era una niña sana cuando recibió un golpe en la parte occipital derecha del cráneo, de una persona que utilizó toda la fuerza con su mano derecha. Su muerte fue instantánea. Era parte del ritual llamado de la Capacocha.
La Universidad Católica de Santa María explica en una nota que esta ceremonia promovida por el Inca era uno de los rituales más importantes del imperio del Tawantinsuyu y consistía en hacer ofrendas de solicitud o gratitud al sol, aunque también se efectuaba en ocasiones especiales, como una catástrofe natural.
La parte central de este rito mágico- religioso era el sacrificio de un menor en la cumbre del volcán como ofrenda a los dioses. El cuerpo siempre estaba acompañado de una serie de ofrendas como miniaturas de cerámica, metales preciosos, textiles o singulares conchas marinas que provenían de distintas partes del imperio. Según la creencia inca, los niños ofrendados no morían, sino que se reunían con sus antepasados, quienes observaban desde las cumbres de las altas montañas.
Los científicos peruanos y polacos estudiaron la documentación de los Cuerpos y objetos encontrados en el Ampato, así como también en los volcanes nevados de Misti y Pichupichu, en Arequipa, donde los incas practicaron este ritual.
El cuerpo de 'Juanita' estaba acompañado de 37 objetos de cerámica decorados con figuras geométricas. Los expertos creen que estos dibujos, aun en estudio, podrían ser un sistema de comunicación desarrollado por los incas.
Entre las ofrendas se encontró también un aríbalo, un recipiente de cerámica para contener líquidos que solían ser de gran tamaño, aunque éste tiene tan solo 8 centímetros de altura, por lo que creen que fue confeccionado para un uso ceremonial, como el de la Capacocha.
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