Dudamel y Barcelona oficializan su idilio
La música clásica toma las playas de la capital catalana con dos conciertos memorables
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![Dudamel durante su concierto en la playa de Sant Sebastià](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/07/13/dudamel-afp-kdw-U602840658927D4F-1200x840@diario_abc.jpg)
La música clásica ha tomado las calles de Barcelona por dos días. Concretamente, las playas, ya que en el marco de las actividades culturales de la Copa América de Vela se han celebrado dos macroconciertos de música clásica. El primero, protagonizado por la Orquesta Sinfónica ... de Barcelona (OBC) y su director titular, Ludovic Morlot. El segundo, dirigido por un buen amigo de este, el mediático Gustavo Dudamel, al frente de la Orquesta del Gran Teatro del Liceo. Los coros del Orfeó Català y el del propio Liceo se han unido a esta celebración que han seguido desde la arena unas 55.000 personas en total, y para la que han colaborado las tres grandes instituciones musicales de la capital catalana: Liceu, Palau de la Música y Auditori de Barcelona.
La cita ha servido, además, para que la capital catalana certifique su excelente relación con el director venezolano. El miércoles por la tarde, en el Saló de Cent del Ayuntamiento, el espacio reservado para las celebraciones más solemnes, el alcalde Jaume Collboni distinguió a Dudamel con el título de Amigo de Barcelona. A juzgar por lo que se vio en las siguientes 48 horas, se diría que esa amistad tiene visos de acabar en algo más. Dudamel aceptó encantado el título, y señaló que, de hecho, su romance con la ciudad se remonta a «mucho antes de estar aquí por primera vez», ya que su maestro en Venezuela, José Antonio Abreu, le inculcó «sus valores, a través de la figura de Pau Casals».
En el mismo acto, el alcalde agradeció al músico su trabajo para «hacer de la música un instrumento de transformación social, creando oportunidades como las que él mismo aprovechó» en El Sistema, la organización venezolada fundada en 1975 que proporciona educación musical de primer nivel a niños en riesgo de exclusión. El acto acabó con el propio Dudamel volviendo a ser un niño y tocando el violín entre los muchachos de Vozes, organización barcelonesa dedicada, precisamente, a trabajar por la cohesión social a través de la música.
Fiesta musical en la playa
Ya el jueves, primer concierto con la OBC de protagonista y Ludovic Morlot al frente de doscientos músicos, entre instrumentistas, los cantantes del Orfeó Català, y una selección de voces excepcional: los catalanes Serena Sáenz y Josep Ramon Olivé, al lado de Rinat Shaham y del tenor más prometedor del momento, ya habitual del Liceo, Freddie de Tommaso. La Novena Sinfonía de Beethoven, el aria 'Nessun dorma' de Puccini, y 'Sempre libera' de Verdi sonaron a la orilla del Mediterráneo en un concierto que acabó con Serena Sáenz y Arnau Tordera entonando el mítico 'Barcelona' que Freddie Mercury compuso para Montserrat Caballé y los Juegos Olímpicos de 1992.
El viernes, el propio Dudamel se calzó las chanclas para ofrecer un programa formado íntegramente por bandas sonoras de John Williams: 'E.T.', 'Star Wars', 'Harry Potter' y 'Encuentros en la tercera fase', entre muchas otras. Como colaboradores de lujo, el violonchelista Pablo Ferrández interpretando 'Memorias de una geisha' y la violinista María Dueñas emocionando hasta las piedras del rompeolas con 'La lista de Schindler'.
Si el jueves impresionaba seguir las notas de 'El holandés errante' con los pies en remojo en la orilla, a la espera que el mítico navegante desembarcase de un momento a otro en la playa de Sant Sebastià, el viernes resultaba un poco inquietante hacer lo mismo mientras sonaban los acordes de 'Tiburón'. El recital terminó con Dudamel a punto de ser detenido por el mismísimo Darth Vader, enfadado porque el programa oficial no había incluido su 'Marcha imperial', que por si acaso se ofreció inmediatamente como propina; y con un Superman de pacotilla, encarnado por un miembro de la propia orquesta, que cerró la velada con un buen toque de humor.
El recital terminó con Dudamel a punto de ser detenido por el mismísimo Darth Vader, enfadado porque el programa oficial no había incluido su 'Marcha imperial'
Sobre la arena, un despliegue de ideas imaginativas para pasar una noche excelente disfrutando de la brisa marina, que falta hacía con los calores de estos días. Desde los bocadillos envueltos en papel de plata y acompañados de una lata de refresco hasta proezas culinarias regadas con vino blanco y cava bien fresco servido en copas de cristal, pasando por la siempre socorrida ensalada de pasta. A un lado del paseo marítimo, una tarima acogía a personas con discapacidad que no quisieron perderse el concierto. Gracias a este espacio, se pudo seguir con comodidad el evento aun yendo en silla de ruedas. Un intérprete traducía las intervenciones de Dudamel a la lengua de signos e incluso se habilitaron un bucle magnético y mochilas sensoriales que se podían colocar envolviendo el pecho y que transmitían directamente al cuerpo las vibraciones de la música.
Organizados en el marco de la Regata Cultural de la Copa América de Vela, los conciertos acogieron a personalidades relevantes de la Cultura, la sociedad y el mundo empresarial barcelonés. En el backstage, no faltó quien comentaba lo inusual de ver a miembros de la familia Puig, cuya empresa de perfumes es patrocinadora de la Copa América, al lado de trabajadores del puerto y vecinos de la Barceloneta. Hablando de cosas inusuales, merece mención aparte el melómano que siguió entero el concierto del jueves desde el mar, montado en su tabla de paddle surf y en compañía de su perro. Imagen impagable, que suscitó el comentario definitivo sobre los eventos, a cargo de un muchacho que miraba al surfista y al perrete desde la orilla: «Esto no lo tienen en Madrid».
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