Descubren la tumba de un desconocido rey maya con una máscara de jade
El enterramiento hallado en Guatemala, que data de hace 1.700 años, arroja luz sobre un periodo oscuro de la historia
Un equipo de exploración marina afirma que ha encontrado el avión de Amelia Earhart
![La máscara de estelas de jade hallada en la tumba](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/02/01/MosaicJadeMask-RMKs0aFfOHlrT1kEnO2CdiI-1200x840@abc.jpg)
«Los mayas nunca dejan de sorprenderme», sostiene Francisco Estrada-Belli, el arqueólogo de la Universidad de Tulane (Nueva Orleans) que ha descubierto la tumba de un antiguo y hasta ahora desconocido rey maya en Guatemala, con extraordinarias ofrendas funerarias, como una máscara de jade que representa al dios de la tormenta.
«Este hallazgo milagrosamente se perdió entre dos túneles de saqueadores. Y ahora sabemos un poco más sobre la historia maya temprana», resalta en su Facebook este investigador guatemalteco, consciente, como recoge la Universidad de Tulane en una nota, de que «un descubrimiento como este es un poco como ganar la lotería en términos de información«.
Las ruinas de Chochkitam, cerca de las actuales fronteras con México y Belice, fueron exploradas en 1924 por Fran Blom, uno de los primeros directores del Instituto de Investigación Medio Americano (MARI) de Tulane. Sin embargo, hasta que el equipo de Estrada-Belli comenzó a trabajar en el sitio en 2019, «pasaron 100 años y ningún arqueólogo había cavado allí, pero sí muchos saqueadores», recuerda el arqueólogo.
Con tecnología Lidar, que mapea lo que hay bajo el denso follaje a través de rayos láser desde un avión, los arqueólogos descubrieron por primera vez los túneles excavados por los saqueadores en una pirámide abandonada en el núcleo monumental de la ciudad y vieron un espacio que se habían pasado por alto. A solo dos metros de donde los ladrones habían dejado de cavar, hallaron la tumba de 1.700 años de antigüedad. Por suerte, el único daño que había sufrido fue el colapso de su techo de piedra.
![Imagen principal - Inscripción en un fémur, las teselas de la máscara en la tumba y fémur con grabados](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/02/01/Bone-Drawing_03_all_3-U62577742054VVx-758x470@abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Inscripción en un fémur, las teselas de la máscara en la tumba y fémur con grabados](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/02/01/20220701_165120-U16700124328gwi-464x329@abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Inscripción en un fémur, las teselas de la máscara en la tumba y fémur con grabados](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/02/01/IncisedBone-U53630502014kYG-278x329@abc.jpg)
«Eso fue lo primero que sorprendió», relata Estrada-Belli. En su interior, descubrieron la máscara de jade en mosaico, raras conchas e inscripciones talladas en un huesos humanos. En uno se representó el perfil de un hombre que sostiene una máscara de jade como la hallada en la tumba y que creen que es un rey hasta ahora desconocido: Itzam Kokaj Bahlam, según relata National Geographic. Las inscripciones identificarían al padre y al abuelo del monarca, vinculando al gobernante con las antiguas ciudades mayas de Tikal y Teotihuacán.
El enterramiento contenía además más de 16 conchas de spondylus, una rara ostra espinosa que en la antigüedad era utilizada por la realeza como joyería y moneda, así como en ofrendas religiosas y de sacrificio.
Las reliquias, que se han datado hacia el año 350 d.C., conectan Tikal con el sitio de Teotihuacán, en el centro de México, que influyó en los gobernantes mayas de la época. Además, revelan importante información sobre la devoción religiosa y la sucesión real de un momento histórico aún poco conocido.
Una ventana a una época oscura
La Universidad de Tulane recuerda que el apogeo del período clásico maya se extiende entre 250 y 900 d.C., y quedan pocos restos de esa época debido, en gran parte, al saqueo de sitios arqueológicos. De ahí la importancia de esta tumba, que «abre una ventana a una época oscura sobre la que tenemos muy pocos textos«, destaca Estrada-Belli.
Desde su descubrimiento en 2022, los arqueólogos han trabajado para preservar, escanear, fotografiar e interpretar los hallazgos. Para conocer mejor el papel que jugaron los gobernantes de Chochkitam y sus relaciones con otros importantes enclaves mayas, quieren realizar pruebas de ADN en los huesos y continuar buscando más contenidos clave enterrados en el lugar.
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