Descubren una inscripción paleohispánica de hace 2.000 años en una mina de Navarra
Los tres signos identificados, que han sido transcritos como 'ikae' o 'igae', suponen el primer texto hallado en una mina en la península ibérica en la época y una nueva muestra de alfabetización antigua en lenguas vernáculas
«Existe la posibilidad de que se trate de una inscripción vascónica», según los expertos
Sorpresas en el abecedario del Turuñuelo: 27 signos con algunas rarezas
![La inscripción descubierta en el complejo minero de Lanz](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/10/21/2110243DetalledelaInscripcion-R32sf5kaqxQdau1TN0OFpwN-1200x840@diario_abc.jpg)
¿'Pendiente'?, ¿'pasaje'?, ¿'salida'? Un trabajador de las minas de Lanz, en la actual Navarra, realizó una inscripción hace unos 2.000 años en una de sus paredes, a 18 metros de profundidad. Con algún instrumento punzante minero, aunque de punta roma por la amplia ... huella de la incisión, grabó en época romana tres signos «comunes a todos los signarios paleohispánicos» que según los epigrafistas Javier Velaza y Joaquín Gorrochategui se pueden transcribir como 'ikae' o 'igae'.
Dada la brevedad del texto y la falta de apoyos comparativos, los académicos que estudiaron la mano de Irulegi no han podido determinar con seguridad en qué variedad de los signarios paleohispánicos está escrita y a qué lengua hay que atribuirla. «Es evidente que no es latina, en principio por ese 'ae' tampoco sería celtíbera, no podemos descartar que sea ibérica, pero teniendo en cuenta el lugar del hallazgo existe la posibilidad de que se trate de una inscripción vascónica», señala a este periódico Velaza en conversación telefónica.
Su posible transcripción se asemeja a 'ik(h)ai', empleada por el poeta en lengua vasca del S. XVII, Arnaud Oihenart, y cuyo significado de 'pendiente' o 'pasaje' o 'salida' «parece bastante lógico», a juicio del catedrático de Filología Clásica de la Universidad de Barcelona, con el lugar en el que se grabó el mensaje.
El equipo que dirige el arqueólogo del Gobierno de Navarra Jesús García Gazólaz descubrió la inscripción en la mina Aierdi VIII del complejo de Lanz, a 61 metros de la boca de la cueva, tras descender por una gatera de 15 metros. Se encuentra a 84 centímetros del suelo, bajo el techo en la pared norte, y ocupa una superficie de 23 centímetros de largo por 13 de ancho. «Los arqueólogos dicen que, tal como está colocada, solo se ve cuando estás saliendo», relata Velaza.
En todo caso, y aunque «no hay que descartar la hipótesis de que sea vascónica», en el comunicado del hallazgo resaltan que "la escasez de conocimientos sobre la realidad lingüística de la época obliga a tomar esta hipótesis con cautela» ya que son solo tres signos.
Única en la península ibérica
Tres tan solo, pero los únicos paleohispánicos hallados hasta ahora en el interior de una mina de toda la península ibérica. «Es excepcional, no hay nada paralelo, ni siquiera en latín, desde luego no en Hispania», valora Velaza.
El descubrimiento revela un dato sociológico significativo de los mineros de la época, que debían saber leer y escribir más de lo que se creía. «Esta inscripción no es solo importante por la excepcionalidad de su contexto arqueológico, sino porque constituye un nuevo documento de la alfabetización antigua en el territorio en una época en la que los procesos de romanización y latinización estaban ya avanzados, pero en la que las lenguas vernáculas seguían utilizándose y también escribiéndose», señalan en el comunicado del Gobierno foral.
![La inscripción resaltada en verde en la imagen y las punterolas en amarillo](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/10/21/2110244Inscripcionenverdeyhuellasdepunterolaenamarillo-U28078546231yGx-760x427@diario_abc.jpg)
Superpuestas a la inscripción, se observan ocho marcas que fueron realizadas posteriormente, aunque no se ha podido precisar el tiempo transcurrido entre ambas acciones. Aunque podría haber perdido un pequeño fragmento en la esquina inferior izquierda por las picadas de punterola posteriores, Velaza sostiene que «la inscripción parece estar completa, aunque no sabemos si se completó la palabra que se escribió».
Aunque el texto no ha podido ser datado de forma directa, la mina de la que se extraía calcopirita para la obtención de cobre dejó de explotarse en época romana y por el contexto arqueológico en el que se encuentra, que ha sido fechado en laboratorio por carbono 14, se puede deducir que pudo ser realizada hace unos 2.000 años.
Aunque hay datos de que las primeras explotaciones en Lanz pudieron comenzar al final de la Prehistoria, los romanos pusieron en marcha y organizaron el complejo minero en el cambio de era, coincidiendo con la construcción de la calzada Pompelo-Oiasso. Esta vía que unía Pamplona con la actual Irún garantizaría una eficaz evacuación de la producción hacia variados destinos.
Los primeros datos que ofrecen las investigaciones apuntan a que pudiera convertirse en uno de los cotos mineros más importantes de la antigüedad en el Pirineo occidental.
Tras el hallazgo de la inscripción, los arqueólogos revisaron las excavaciones realizadas hasta la fecha en busca de posibles signos que pudieran haber pasado inadvertidos, sin hallar más por el momento.
Ante la importancia del descubrimiento, y dada la vulnerabilidad del conjunto arqueológico la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana ha decidido restringir el acceso a la mina de Aierdi VIII a usos relacionados exclusivamente con actividades de investigación.
Investigaciones en el complejo minero de Lanz
La Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana, en colaboración el Ayuntamiento de Lanz, coordina desde 2022 un proyecto de catalogación e investigación del complejo minero en el que participan investigadores de distintas disciplinas, como la arqueología, la geología, la química, la espeleología o la epigrafía; procedentes de diversos centros de investigación como las universidades de Toulouse, País Vasco, Burgos o Barcelona.
En las primeras prospecciones arqueológicas, que abarcaron un espacio de casi dos kilómetros cuadrados, se localizaron más de 30 puntos de explotación a cielo abierto y al menos 20 bocaminas con galerías mineras subterráneas. De esa veintena, hasta el momento se han prospectado arqueológicamente tres: Aierdi III, Aierdi IV y Aierdi VIII, y se han comenzado excavaciones arqueológicas en Aierdi IV.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete