'Un amor'

La novela empieza con una mujer joven que se va a vivir a una casa en mal estado en una aldea. No se alarmen, la escritora no abusa del mundo rural ni del olor de las margaritas. Sus personajes tienen tanta consistencia que hubiesen sido igual de creíbles en la gran ciudad. Nat, así se llama la protagónica, padece constantes problemas con su casero; tiene vecinos, buenos o malos según los momentos; un perro pulgoso que deriva en un monstruo para los ojos ajenos, y en especial 'Un amor'.

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La entrada en la novela del macho, turco alemán de nombre Andreas, resulta tranquila como el resto del libro, aunque también volcánica, paradoja y cualidad que pocos escritores encuentran y que demuestra además de talento largas horas de oficio. La cuestión es que ella acepte que Andreas la posea a cambio de que le arregle el tejado. Un escritor meapilas, que son la mayoría, movido por la cultura woke o por una creencia en cualquier fe exacerbada, encontraría en el hecho el motivo del gran debate. Sara Mesa, sin embargo, lo sitúa, casi sin más, como el inicio de una relación, sin perderse en consideraciones morales que parecerían propias de este trabajo en casi cualquier mano. Nat, la mujer, inicia con esta excusa el periplo personal.

De Sara Mesa me atrae todo: la prosa, la construcción férrea de la novela, las varias atmosferas que no se contradicen ni se confunden, un estilo depurado y claro de aguamarinas, hasta el final que indica el principio. Léanla, verán en ella a un tipo de escritor calmo que necesitamos en estos tiempos de furia.