CINE
La mirada (pictórica) del Emperador
Estamos en el año del centenario de Akira Kurosawa y la Alhóndiga-Bilbao expone ciento veinte dibujos del gran cineasta japonés. El origen de sus más memorables títulos

Este 2010 se cumplen cien años del nacimiento de Akira Kurosawa. La exposición La mirada del samurái: los dibujos de Akira Kurosawa y sus actividades asociadas son el acontecimiento más importante de este Año Kurosawa 2010, promovido en España por el Centre d’Investigacions Film-Història de la Universidad de Barcelona . La exposición nos introduce en la obra cinematográfica de un autor oriental clave en la historia de la cultura occidental del siglo XX. Alhóndiga Bilbao presenta ahora los storyboards originales de Kurosawa por primera vez en España. Así, los dibujos utilizados como referencia durante el rodaje encarnan el imaginario visual de sus seis últimos proyectos : Kagemusha, la sombra del guerrero (1980), Ran (1985), Los sueños de Akira Kurosawa (1990), Rapsodia en agosto (1991), Espera un poco (1993) y El mar que nos mira (2002).
De Japón al mundo
Denominado en su propio país «el Emperador» del cine japonés, Akira Kurosawa es el maestro que dio a conocer la cinematografía nipona en el mundo occidental . Nacido en Tokio y descendiente directo de samuráis, estudió Bellas Artes en su ciudad natal y durante varios años su principal actividad creativa fue la pintura . En 1936 comenzó a trabajar en los estudios cinematográficos Toho , primero como guionista y más adelante como ayudante del prestigioso realizador Kajiro Yamamoto . Su debut como director tuvo lugar en plena Segunda Guerra Mundial y, desde entonces, la crítica ha reconocido en él a un gran creador, de eminentes cualidades formales y honda temática existencial. Su obra posee, en efecto, profundidad filosófica, una sólida y original construcción dramático-expresiva y un estilo riguroso accesible también para públicos no orientales. Esa singular distinción estética hizo de Kurosawa durante muchos años una de las cumbres del cine de su país, incluso tras la aparición de la «nueva ola» japonesa .
Un acercamiento novedoso a Kurosawa a través de un mundo de referencias pictóricas y literarias
Su primera obra maestra, Rashomon (1950), que ganó el León de Oro del Festival de Venecia , supuso prácticamente la revelación de un gran cine japonés, al que hasta entonces se suponía sólo dedicado a historias de samuráis. Con Rashomon obtuvo también el Oscar a la mejor película extranjera en 1951 . Llegarían después otros filmes que se hicieron populares en todo el mundo gracias a su genio creador: Los siete samuráis (1954), que volvió a ganar en Venecia y tuvo un remake norteamericano en 1960 –Los siete magníficos, de John Sturges – igual que El mercenario (Yojimbo, 1961) lo tuvo con Por un puñado de dólares, de Sergio Leone , en 1964; Trono de sangre (1957), su adaptación de Macbeth; El infierno del odio (1963), que relata un drama urbano; y Barbarroja (1965), interpretado por el gran Toshiro Mifune .
Un cineasta universal
Pero seguramente fue la magistral Vivir (Ikiru, 1952), soberbia meditación sobre la vida y la muerte, la que situó a Akira Kurosawa entre los grandes humanistas del cine ( Chaplin , Orson Welles , Bergman, John Ford ...). En esta obra apunta ya una visión desesperanzada de la condición humana, una postura existencial no trascendente que, sin embargo, reafirma el compromiso moral con los demás seres humanos. Sin renunciar a la tradición más arraigada de la cultura japonesa, Kurosawa ha sabido ser también el más universal de los cineastas asiáticos. De ahí este año conmemorativo, en el cual se han implicado 26 instituciones y 12 ciudades españolas , con ciclos de conferencias y proyecciones de su preciada filmografía. Actividades nacionales que tienen ahora su culmen en esta muestra de los dibujos del maestro Kurosawa, con conferencias paralelas, talleres y exhibición de vestuario, carteles y filmes en Alhóndiga Bilbao.
La exposición propone un acercamiento novedoso al cine de Akira Kurosawa a través de un mundo de referencias pictóricas y literarias: de Hokusai a Van Gogh , de Shakespeare a Tolstoi . ¿Cómo se imaginaba Kurosawa sus películas? Esta exposición es una aproximación explicativa y didáctica del complejo creativo del gran cineasta. Y asimismo presenta la influencia de Akira Kurosawa en las obras audiovisuales coetáneas y posteriores a su filmografía: de Star Wars a Kill Bill . 120 dibujos originales –venidos especialmente de Japón–, que son origen y síntesis constructiva de su cine: una partitura plástica que prefigura el rodaje de la imagen en movimiento, y que hoy se pone al alcance y contemplación de los cinéfilos y el gran público nacional.
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