CRÍTICA DE:
'Una vida anterior', de Edmund White: apuesta más alto y más fuerte
NARRATIVA
Esta sofisticada novela sobre la escritura y el amor es uno de los mejores libros del autor norteamericano, y también el más reciente
Otras críticas del autor
![Edmund White (Cincinnati, 1940)](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/07/09/edmund.jpg)
Atención practicantes y adictos a todo eso de la meta-auto-ficción: así es como debe hacerse, como aquí lo hace Edmund Valentine White III (Cincinnati, 1940). Y ya se sabe: White se inició con un par de atípicas novelas/fantasmagoría en clave sobre ... el ambiente gay-intelectual de New York y Fire Island en los primeros años '70s (ambas admiradas en su momento por el admirable pero muy poco admirador de lo ajeno Vladimir Nabokov).
Pero no fue sino hasta 1982 con 'Historia de un chico' —primera de muchas aproximaciones autobiográficas— cuando White comprendió cuál sería Su Tema: él mismo, sus circunstancias (la rebeldía de Stonewall, la euforia de Studio 54 y la agonía del sida), y las muchas maneras de contemplar y ejercer la vida como homo homosexual.
NOVELA
'Una vida anterior'
![Imagen - 'Una vida anterior'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/07/09/1626portafresan.jpg)
- Autor Edmund White
- Editorial Blatt & Ríos
- Año 2024
- Páginas 336
- Precio 22,90 euros
Así, aún sus biografías de otros o sus novelas históricas, siempre están como filtradas a través de su propia experiencia: su vida es su obra. Y con 'Una vida anterior' — lo que vuelve a poner de manifiesto que el crepúsculo de White está resultando tan creativamente encandilador como lo fue el de Philip Roth, con cuyos procedimientos esta contravida tiene más de un punto en común— White apuesta aún más fuerte y alto.
Aquí, de nuevo y como ya es marca de la casa, indiscreciones apenas veladas de muy famosos y 'very few' frecuentados por el autor al servicial servicio de algo a lo que se subtitula — con gracia y burla— como 'Otra novela póstuma'. Y todo transcurre — sorpresa— en 2050, cuando el matrimonio del septuagenario músico-aristócrata siciliano y 'feliz narcisista' Ruggero Castelnuovo y su esposa la afroamericana y treintañera Constance resuelven romper su pactado silencio marital — la sinceridad fue lo que acabó con sus matrimonios anteriores— y poner por escrito y leerse mutuamente sus 'confesiones' que incluyen, en perspectiva, sus miradas sobre Trump, el covid, el 'MeToo', etc. (incluyendo la idea de lo gay como lo 'out' y la fluidez poliamorosa como lo 'in'). Pero lo que ambos quieren recordar es algo mucho más personal.
Sus biografías o sus novelas históricas siempre están filtradas a través de su propia experiencia
Así, Constance revela una infancia traumática e intimidades de parejas anteriores (entre ellas, alguien demasiado parecido al tan formidable como insoportable Harold Brodkey, a quien White aniquiló en 'City Boy', 'memoir' de juventud en Manhattan). Y Ruggero —entre muchas camas— destiende aquella que más le marcó: la de un apasionado 'affair' con el por entonces anciano y decrépito y maloliente e impotente escritor hace tiempo fallecido de nombre Edmund White. Alguien resignado a acabar siendo un escritor del que nadie oyó hablar salvo unas cuantas 'old queens' y cuya reputación es — como se leerá— irreparablemente arruinada por el italiano contribuyendo esto a que los académicos se hayan dedicado más al estudio de David Sedaris.
Y hay mucho sexo en todas las variables y posiciones posibles (White es de los muy contados maestros en la descripción del acto en cuestión). Y, luego de tanto sinceramiento, no puede sino entenderse que todo cambiará. Y comprender que lo que de verdad importa es el rol que uno juega — y no el sexo del 'partenaire'— lo que en verdad define a toda relación amorosa.
Y el pacto de Ruggero y Constance es quemar después de leer. Pero, claro, difícil que ardan letras grabadas a fuego en sus memorias mientras aquel escritor — desde cercano Más Allá— parece parafrasear aquello que, se dice, Flaubert nunca fraseó: 'Edmund White c'est moi'. Y de nuevo, una vez más, qué bueno que así sea y que él siga siendo él.
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