MÚSICA

Víctor Manuel: «Sigo cantando porque sigo escribiendo canciones»

Entrevista

'La vida en canciones' es el título de la gira con la que celebra su 75 cumpleaños, sin intención remota de jubilarse. Repasamos con él la lista de éxitos que reúne en este concierto

Otros textos del autor

Víctor Manuel (Mieres, 1947)

Víctor Manuel ha llegado pletórico a una edad donde, nos sermonean, uno se debería jubilar. El domingo 17 de diciembre llega al Wizink de Madrid para cerrar su gira de 75 cumpleaños. Una fuerza de la naturaleza: no hay mejor momento para verlo ... y reencontrarse con algunos de estos monumentos del cancionero en español. Habla Víctor.

'Quiero abrazarte tanto' (1970): «Me llevó TVE en la Navidad del año 69 con otros artistas a hacer una gira por Europa para los emigrantes. Estando en un hotel en Holanda se me ocurrió esa melodía y meses después conocí a una chavala canaria en Venezuela. Para ella salió la canción. Me abrió la puerta de México, Argentina, Chile... Un día estábamos en un restaurante de México y vinieron a la mesa unos guitarreros. Uno de la compañía dijo: «Esta canción es de este señor». ¡Me miraron con una cara de desprecio! «¡Cómo va a ser de este si es una canción mexicana!»

'Bailarina' (1978) «Me han gustado mucho siempre las bailarinas, toda su iconografía. Para colmo tuve una novia la primera vez que fui a Chile, una chica que era bailarina del Ballet Municipal de Chile. Estuve muy encoñado: si no aparece Ana por ahí en medio a tiempo, no sé qué habría pasado».

'Nada sabe tan dulce como su boca' (1986): «El verano del 85 estábamos con toda la familia en Londres. Estaba empezando a grabar 'Para la ternura siempre hay tiempo'. En ese ínterin nos llegó un casete con 'La puerta de Alcalá' a ver si nos gustaba. Ana había rodado con Fernando Trueba, 'Sé infiel y no mires con quién', y le quedaban unas escenas por hacer en Madrid. Se vino tres días y en esos tres días le hice yo 'Nada sabe tan dulce como su boca'. Cuando volvió, se la enseñé. Es que es más fácil escribir cuando tienes falta de ella».

'Me gusta saber de ti' (1999): «Se publicó en 2001 cuando la piratería pasó a un primer plano. El que primero avisó fue Peter Gabriel: «La música dejó de tener valor el día que regalaron el primer CD con un periódico». Recuerdo una reunión antipiratería con Michavilla, entonces ministro de Justicia, en la Puerta del Sol. Estábamos en una habitación hablando y me asomé por la ventana. Había unos manteros abajo vendiendo CDs: «Esto está perdido, no sigamos hablando de esta tontería porque ya estaría»».

'La madre' (1988): «'La madre', como dice Sabina, es la canción más hija puta que hay en el mundo. Estando en Bolonia con un disco leí un breve en el diario 'La Repubblica'. Una madre en el sur de Italia había regalado una dosis pura de heroína a su hijo para darle muerte porque no podía soportar por más tiempo su dolor. Con esa cosa tan escueta armé todo el edificio. Esta tragedia se ha olvidado. Cuando los muertos no son tuyos, la gente olvida... Estando en Bilbao se me acercó un chaval que yo conocía porque había sido músico en Asturias: «Eso mismo quise hacelo yo con el mi fiu. Lo pillaron en Ceuta con un paquetón y estuve pensando todo el tiempo si pasarle una dosis pura para desaparecerlo». Aún me estremece cantarla».

'La planta 14' (1968): «La última tragedia que hubo en la mina fue en Santa Lucía, en León, y está pendiente la resolución del juicio, una cosa muy fácil de entender: que si pusieron los ventiladores para extraer el grisú de la mina o si, como gastaban mucho, entonces economizaron. Es la hostia porque estoy hablando de solo hace diez años. Confirma de nuevo 'La planta 14'. Decía mi 'güelu': «Nosotros entrábamos con el canario en la mina y si el canario caía hay que salir a toda hostia para afuera porque había grisú»».

«No tengo intención de jubilarme. Tenemos un disco pendiente de editar con los conciertos sinfónicos que hicimos el año pasado»

'El cobarde' (1969): «Esa canción la hice por un reportaje de Oriana Falacci en la Guerra de Vietnam. Se había empotrado en el ejército americano y había un soldado que le contaba que había pasado la noche anterior dándose calor con un compañero recién muerto; que no sabía qué hacía tan lejos de casa; que no sabía por qué estaba pegando tiros a una gente que no conocía. Eso me desencadenó 'El cobarde', yendo en el Talgo de Madrid a Mieres. Al mismo tiempo, vi una película que después nunca supe cuál era, con Robert Wagner [N. del e: Mi apuesta: 'Los diablos del Pacífico', de Richard Fleischer, 1956]. Estaba en el frente y, cuando tenía que entrar en combate, empezaba a temblar. Esas dos cosas juntas hicieron 'El cobarde', una canción de una ingenuidad brutal pero que siempre causaba pequeños problemas domésticos. El gobernador militar de Canarias, Héctor Vázquez, la señaló como antimilitar. ¿Cómo va a ser antimilitar? Es una canción pacifista. Otro terremoto: Pilar Miró tenía un programa al mediodía en TVE y era muy terca. Yo estaba en la mili en Valladolid y dice: «Ven y la cantas, la cantas aquí». «Pilar, no me jodas, te vas a meter en un lío, ¿cómo voy a cantar 'El cobarde' a las dos de la tarde en Televisión Española?». La canté y a ella la suspendieron un mes de empleo y sueldo».

'Digo España' (2018): «España es un problema irresuelto e irresoluble. Evidentemente hay gente que tiene una visión de España y otra que tiene otra. Eso no tiene solución. Lo que digo es que habrá un territorio de entendimiento. Está la cosa levantisca del separatismo que de repente decide hacer cosas que no caben en la cabeza de nadie en Europa pero a ellos sí les caben. Y hay otra gente que no quiere que se mueva nada y te pasean la bandera por la cara. Siempre la pregunta es: aquí hay unos señores que son nacionalistas. No los podemos prohibir, ¿los echamos al mar o tienen ustedes alguna otra idea sobre qué hacer con ellos?

Periódicamente siento la necesidad de hablar de España. A veces en plan chungo, como 'Soy de España', o más amable con 'España, camisa blanca de esperanza'. Me encontré una multa en San Sebastián, que me pusieron por cantar 'Soy de España': la multa era por posible antiespañolismo. ¡50.000 pesetas de 1973! A mí me gusta muchísimo España, nunca se me ha caído la palabra de la boca».

«A mí me gusta muchísimo España, nunca se me ha caído la palabra de la boca»

'El abuelo Vítor' (1968): «Hace poco, en Avilés, me dejaron en el camerino un sobre con una hoja de periódico. La abrí y era del diario 'Pueblo' de 1970, del corresponsal en Asturias. Un paisano que después pasó a saludarme, ya muy mayor. Viene una entrevista a mi abuelo: ¡Nunca supe que le habían hecho una entrevista! Sale mi abuelo en la puerta de casa de mi madre, vivía con ellos. Se ve que el periodista insistió mucho. Mi abuelo hablaba con monosílabos: imposible sacar una palabra. Pregunta: «¿Pero a usted le gusta esta canción que le ha hecho su nieto?». «Si gusta él...». Pregunta: «¿Y este tema de la popularidad le afecta de alguna manera?». «No, no, a mí nada. Para nada. Bueno, el otro día fui al ambulatorio y había mucha gente. Y de repente abrió la puerta y salió el médico y dijo: '¡qué pase el abuelo Vítor!'»»

'Soy un corazón tendido al sol' (1978): «En 1972 mandé a Censura una canción delicada, 'No quiero ser militar'. En ese momento estaba Mario Antolín de director general de Cultura Popular. Censura me aplicó silencio administrativo: prohibido grabar ninguna canción mía durante tres años. Hago el disco 'Verde' en medio, un cancionero asturiano. En esa travesía precaria estuve mucho tiempo: salas pequeñas y teatritos. Me fui a CBS con la cantinela de que quería hacer algo nuevo. Estaba Tomás Muñoz, año 78, con el maravilloso Aurelio González. Le dijo: «Si este chaval ha escrito 'El abuelo Vítor' y 'Quiero abrazarte tanto' y 'Canción para Pilar', no se le ha tenido que olvidar». Con esa premisa tan simple, me contrataron. Cuando salió, con 'Solo pienso en ti' como emblema, fue un pelotazo tremendo. Me empezaron a dar premios que ya me habían dado diez años atrás. ¡«Revelación del año»! ¡Me lo habían dado en el 69 y me lo vuelven a dar en el 79! Empecé a trabajar como un bestia».

'Asturias' (1972): «Estaba compuesta desde el año 72 pero la canción nunca se pudo grabar por el verso de 'millones de puños gritan'. La notita del censor, siempre: «Si quitan esto, puede ser». Pero es que el poema no es mío: es de un señor que está muerto y no lo voy a quitar. Tras una grabación precaria en directo en el Teatro Monumental de Madrid en 1976, sale en el disco 'Por el Camino' (1982) la versión definitiva. Su autor, Pedro Garfias, es un poeta muy olvidado, aunque una parte de su obra sea muy estimable. Estuve buscando herederos para firmar los derechos hasta que un día en Radio Nacional lo conté en una entrevista y ¡tengo la canción firmada con dieciocho sobrinos!».

'Para que te quieran y que tú sepas que te han querido' (2004): «Me encanta para cerrar pero cuando quiero que no se vayan todavía, hago 'Esto no es una canción'. La estrené después del 23F en el Palacio de los Deportes en las fiestas de San Isidro de Madrid con Tierno Galván. Una explosión. Al acabar la actuación, me bajé del escenario y ahí estaba Tierno esperándome. Me espetó «Cántala otra vez, ¡dale caña!». La repetí dos veces».

¿Jubilarse? (2024): «Ninguna intención. Tenemos un disco pendiente de editar con los conciertos sinfónicos que hicimos el año pasado. Al calor de eso están surgiendo varias posibilidades de repetirlo con otras orquestas. Y también quiero escribir un nuevo disco. Porque yo sigo cantando porque sigo escribiendo canciones. El día que deje de escribir canciones, ya me lo pensaré de otra manera».

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