CRÍTICA DE:
'Utopía y vanguardia. Arte ruso en la Colección Costakis': Los ángulos muertos de la vanguardia soviética
PINTURA
Son los fondos de la Colección Costakis tan apabullantes que ahora dan pie a contar en el Museo Ruso de Málaga la Historia de las vanguardias soviéticas sin dejar ningún flanco por cubrir
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![Detalle de 'Retrato cubofuturista' (1914-1915), de Liubov Popova](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/07/11/popova-RwItEMu1LUcMoLhvhMKyfdN-1200x840@diario_abc.jpg)
L a dimensión y profundidad en la exploración de las infinitas estribaciones del arte hecho en Rusia entre finales del siglo XIX y el primer tercio del XX convierten en extraordinaria esta 'Utopía y vanguardia. Arte ruso en la Colección Costakis', la deslumbrante ... exposición recién inaugurada en la Colección del Museo Ruso de Málaga.
El que esto escribe, después de disfrutar de esta muestra, aún se halla reconstruyendo la cartografía del arte ruso que, por fortuna, había ido haciendo cada vez más precisa con las numerosas exposiciones, algunas de trascendencia internacional, que habían pasado por la institución malagueña. En resumidas cuentas, sigo situando en el mapa los muchos descubrimientos que esta exposición reporta.
Ejercicio de inmersión
Enfrentarse a las 450 obras y documentos (catálogos de la época, postales o manifiestos) que componen esta prodigiosa y apabullante puesta en escena de la colección que atesora el MOMus (Museo de Arte Moderno de Salónica), supone un auténtico ejercicio de inmersión en la creación artística que llevó al gigante euroasiático de ser un ámbito secundario y gregario –con descomunales artistas, obviamente– a convertirse en centro artístico referencial y contexto en el que la utopía que ansiaba la vanguardia estuvo próxima a cumplirse.
Esta exposición devuelve a la institución malagueña a su condición de privilegiado ámbito en el que abordar el arte ruso con rigor y a través de la diversidad y riqueza de sus muchas tentativas. Para calibrar la trascendencia de la misma podríamos recuperar la imagen del mapa de Borges; ya saben, el breve cuento 'borgiano' ('Del rigor en la ciencia', 1946) sobre un mapa con tal aspiración a la precisión que acabaría asumiendo la escala real del mundo, la escala 1:1. El fenómeno de las vanguardias rusas se antoja inabarcable, de modo que cualquier intento de cartografiarlo pudiera considerarse una utopía, aunque aquí se dan pasos en ese afán.
Encontramos escenarios apenas advertidos –me atrevería a llamarlos ignotos en algunos contextos ajenos al ruso–, opacados ante numerosas experiencias con una mayor fortuna crítica respecto a su difusión y, por ende, conocimiento y reconocimiento. Son, por así decirlo, nuevas coordenadas de ese territorio que se mapea, ángulos muertos que ahora se revelan.
![Imagen principal - De arriba abajo, 'Sin título' (c. 1916-17), de Nadezhda Udaltsova; Estudio para la cubierta del libro 'Delta', de Rodchenko; y 'Sin título', de Ksenia Ender](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/07/11/Nadezhda_Udaltsova-U68284176368ZWz-758x470@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - De arriba abajo, 'Sin título' (c. 1916-17), de Nadezhda Udaltsova; Estudio para la cubierta del libro 'Delta', de Rodchenko; y 'Sin título', de Ksenia Ender](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/07/11/Rodchenko_papel_xoptimizadax-U22261805201ejH-464x329@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - De arriba abajo, 'Sin título' (c. 1916-17), de Nadezhda Udaltsova; Estudio para la cubierta del libro 'Delta', de Rodchenko; y 'Sin título', de Ksenia Ender](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/07/11/Ksenia_Ender-U34533625847kXS-278x329@diario_abc.jpg)
Así, por encima del número de piezas y de la calidad y singularidad de un buen porcentaje de las mismas, con centenares de ellas firmadas por artistas esenciales (Popova, Malévich, Udaltsova, Rodchenko, Tatlin o Rozanova), una de las grandes virtudes radica en la exploración de los rededores de esos nombres insustituibles, así como de algunas de las experiencias más radicales y marginales, que es tanto como decir que se hallan en los confines de ese metafórico mapa.
Aún hay más, ya que el vasto universo expositivo se articula en innumerables secciones que, con orden discursivo y secuencial, pero sin ocultar la complejidad de que muchos de esos episodios se solaparon, retroalimentaron e incluso se confrontaron, vienen a enunciar un relato tremendamente pedagógico y exhaustivo respecto a la riqueza, diversidad, complejidad y capacidad transformadora de la vanguardia rusa. Este relato atiende tanto a las experiencias hegemónicas (Futurismo, Cubofuturismo, Suprematismo, Productivismo...) como a episodios más eclipsados.
Se aprecia con claridad meridiana el proceso por el cual los lenguajes desarrollados en Francia (Simbolismo, Postimpresionismo...) llegan a Rusia gracias a los grupos de protovanguardia (Vellocino de Oro o Sota de Diamantes), o a las fastuosas colecciones de Morózov y Shchukin.
Experencias originalísimas
A partir de ahí, una vez sembrada la semilla de 'lo nuevo', recorremos los numerosos caminos y paisajes que llevan y definen el arte ruso de vanguardia, con experiencias originalísimas como la Escuela de la Cultura Orgánica, el Cosmismo o pintura espacial, los dibujos cinemáticos del Proyeccionismo o el Electro-Organismo, que abordaba la importancia de la luz. Resulta especialmente iluminadora la sección dedicada a la Nueva Representación, desatendida muchas veces ante la figuración del realismo socialista y que se insertaría en lo que definimos como realismos de nuevo cuño.
Quienes optaron por esa Nueva representación, asumiendo un riesgo personal, no se doblegaron ante la imposición del Realismo socialista (a partir de 1934), pero tampoco podían ejercer los lenguajes de vanguardia (prohibidos en 1932). Otra de las virtudes de la propuesta estriba en una apertura del foco respecto a algunos de los lenguajes considerados como 'unipersonales'.
!['Utopía y vanguardia. Arte ruso en la Colección Costakis'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/07/11/papel_xoptimizadax-U28532012357Ehh-366x206@diario_abc.jpg)
'Utopía y vanguardia. Arte ruso en la Colección Costakis'
Colectiva. Colección del Museo Ruso. Edificio de Tabacalera. Málaga. Avenida Sor Teresa Prat, 15. Comisaria: Maria Tsantsanoglou. Hasta mayo de 2025. Cinco estrellas.
El mejor ejemplo es Filónov, un artista tan inconmensurable como íntegro y por ello represaliado, que ahora vemos junto a seguidores de su 'pintura analítica': Vsevolod Sulimo-Samuilo y Ludmila Ivanova. Obviando los grandes nombres, debemos sumar otros que en esta entrega adquieren dimensión incuestionable: Gustav Klucis, con sus 'fotocollages' sus quioscos de propaganda, que evidencian la politización e idea de revolución; Ksenia Ender, de un lirismo y organicismo plenos; o Ivan Kliun, constante en el montaje y que ejemplifica la capacidad de los rusos para compaginar distintas opciones estilísticas.
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