Crítica DE:
'El tránsito del fuego', de Eunice Odio: vivencia mística y mítica
Poesía
Este libro la ha hecho inmortal. Poema dramático, que va más allá de los géneros: los contiene a todos. Todo un universo
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![Eunice Odio (Costra Rica, 1919-México, 1974](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/10/30/eudice.jpg)
Eunice Odio ha sido una desaparecida entre las nieblas de la historia de la poesía en español. Tuvo tantas urgencias vitales, tantos trabajos más o menos precarios, tantas polémicas políticas, que desatendió el escalafón literario y las servidumbres para estar en él.
Fue , por ... eso, la gran dama solitaria que apareció por un instante en el firmamento de nuestra poesía y que se ocultó repentinamente detrás de la borrasca de su época.
'El tránsito del fuego'
![Imagen - 'El tránsito del fuego'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/10/30/1637portadoncel.jpg)
- Autora Eunice Odio
- Editorial Vaso Roto
- Año 2024
- Páginas 487
- Precio 26 euros
Buscó el amor y el amor fue cruel con ella, buscó la verdad y la justicia social y se encontró con que las capillas comunistas la silenciaron y proscribieron, buscó permanecer en la memoria de los lectores de poesía y vio que su destino era el silencio y el olvido, dos formas de menosprecio.
Había nacido en Costa Rica en 1916, moriría en 1974, pero vivió las utopías de su tiempo en Guatemala y sobre todo en México, y durante algunos años, además, se acercó a la ciudad de Nueva York y vio los reflejos de los cristales de los rascacielos en el río Hudson. Terminó pobre y abandonada, rodeada de los éteres del alcohol y la tristeza, bella y con una personalidad a prueba de polémicas , sin dejarse seducir por los cantos de sirena que marcaron a tantos intelectuales. Se reivindicó políticamente de izquierda, pero se enfrentó al castrismo con tesón, racionalidad y clarividencia.
Terminó pobre y abandonada, rodeada de los éteres del alcohol y la tristeza
En poesía amó las revoluciones espirituales, las palabras liberadas que tenían la nostalgia y la aspiración a lo sagrado. Fue un espíritu libre y pagó por ello. Tuvo muy pocos amigos ( Juan Liscano, Elena Garro) y muchas amistades, por eso cuando Octavio Paz o Pablo Neruda dijeron que era la gran poeta de la lengua española tuvieron que tomarles en serio. Se puede decir que publicó apenas tres libros: 'Los elementos terrestres' ( 1948), 'Zona en territorios del alba'( 1953) y 'El tránsito de fuego' (1957). Después calló. Pero su silencio no fue tal: repartió su mirada sobre el mundo, sobre el arte y sobre las encrucijadas ideológicas en cientos de artículos en los que está ella por entero.
Su belleza, diálogo a diálogo, es memorable para todo aquel que ame la gran poesía
Sin duda será 'El tránsito de fuego' la que la ha hecho inmortal. Este poema dramático, este poema que va más allá de los géneros y parece contenerlos todos, es una obra grande, genial, todo un universo. En él está muy palpable la creación de un mundo propio, con sus propias y singulares leyes imaginarias, sus percepciones visionarias y su aliento esotérico y metafísico. En sus diez mil versos 'El tránsito…' es un gran templo espiritual sobre la creación y sobre el acto creador, sobre la palabra y sus sacralidades. En el diálogo de sus personajes la materia religiosa se hace cósmica y la linealidad del tiempo queda abolida en un instante eterno. No hay yo, ni tú, ni nosotros sino todo, porque «soy una gran palabra múltiple/ a cuyo paso cede lo innombrable».
La fuerza, la densidad del poema resultan arrolladoras. Si habla del estado de gracia del ser, él mismo está escrito en un estado de gracia. «Formas parte del sueño del hombre –dice-/ El hombre está dormido soñando que despierta,/ y que un intruso asalta su vigilia». Con Shakespeare, Quevedo y la Biblia al fondo, con el pensamiento y la vivencia mítica, mística y simbólica, 'El tránsito…' intenta volver a dar un significado originario a nuestra situación en el mundo.
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