'Topalekuak', en Tabakalera: Revisar la forma, llenar el vacío, de Chillida a hoy

Bajo el título de 'Topalekuak', Tabakalera celebra el centenario del escultor vasco Eduardo Chillida adaptándolo a su carácter de centro de creación contemporánea. Así, hasta octubre, allí podemos ver las obras de creadores internacionales de una generación muy joven: Josu Bilbao (Bermeo, 1978), Juf [Beatriz Ortega Botas (Oviedo, 1990) y Leto Ybarra (Madrid, 1991)], Sheroanawe Hakihiiwe (Venezuela, 1971), Elena Aitzkoa (Apodaka, 1984), Laia Estruch (Barcelona, 1981), Christian Salablanca Díaz (Costa Rica, 1990) y Marianna Simmett (1986).

Todos ellos, comisariados por Soledad Gutiérrez, que les invitó a ejercer su propia reflexión sobre los escritos y la obra de Chillida, para lo que el Museo Chillida-Leku ha colaborado activamente en todo el proceso. Un título que hace alusión a cierto lugar de encuentro (y más concretamente a la serie de trabajos del propio Chillida que se recogen bajo esa denominación, desarrollada entre 1964 y 1974). Siete trabajos que abarcan desde la reflexión cambiante y modulable de Josu Bilbao hasta la 'performance' o la música, como en el caso de Laia Estruch y Christian Salablanca, respectivamente, o la vídeo-creación de Marianna Simmett.

Una muestra multidisciplinar o de 'escultura expandida' en la que se reformula la famosa ley no escrita de la Escuela vasca de que la forma es el vacío en la escultura, en donde, desde luego, los artistas contemporáneos se esfuerzan en llenar el vacío y revisar la forma desde nuevas propuestas que evidencian la evolución marcada a la reinterpretación del arte contemporáneo y sus divisiones disciplinarias, cada vez más amalgamadas y porosas entre sí, ayudando a entender como un todo la reflexión y creación del siglo actual, especialmente la de las últimas décadas.

Lo majestuoso de las salas hacen que la lectura de la muestra sea limpia, y que pueda atenderse de manera específica a cada pieza; o tener casi una visión global, como de bosque, que nos recuerde que parte de la esencia de los trabajos de Chillida encuentra su esencia ahí, en la observación del todo y de lo concreto en un continente mayor como es el de la propia Naturaleza, el paisaje, aún incluso cuando hablamos de pequeños dibujos, los cuales diluyen los límites de los soportes con un entramado sutil de espiritualidad que siempre está, de manera silente, en el trabajo del autor.

De este modo sucede con las piezas que componen este encuentro-homenaje en el que, sin duda, es un acierto dar voz a la creación más actual para revisitar la figura de uno de los más insignes artistas vascos que ha marcado grandes hitos del arte contemporáneo. Ver cómo algunas de sus propuestas se entremezclan para componer un todo; o cómo lo que puede considerarse magistral o casi sacro transita por el mundo terrenal.

'Topalekuak'

Colectiva.Tabakalera. San Sebastián. Plaza de las Cigarreras, 1. Comisaria: Soledad Gutiérrez. Hasta el 6 de octubre. Cuatro estrellas.

O, dando un paso más, y cómo expresa su comisaria con acierto: «Los trabajos que forman parte de 'Topalekuak' no operan como ilustraciones de un legado, sino que abren preguntas, crean espacios y escuchan atentos al universo, imaginando otras respuestas posibles en conexión con el mundo que les rodea».