El animal singular
Literatura, periodismo y exilio
¿Por qué un ser humano antepone la ideología al sufrimiento de otro ser humano? Es algo que me he planteado en muchas ocasiones
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El 5 de octubre participé en la inauguración del ciclo 'Literatura, periodismo y exilio' que coordina el periodista Daniel Rodríguez Moya en la Biblioteca Provincial de Granada, con el apoyo del delegado de Turismo, Cultura y Deporte de Granada, Fernando Egea. El ciclo invita ... a escritores de Venezuela, Nicaragua y Cuba para que ofrezcan un panorama de sus dictaduras de origen y propiciar a la vez una reflexión sobre las experiencias de la emigración y el exilio en España.
El panel de invitados es de mucha calidad. Lo digo por mis compañeros que protagonizarán las siguientes sesiones: el poeta nicaragüense William Alexander González, el 30 de octubre; la periodista, también de Nicaragua, Patricia Orozco el 6 de noviembre; el dramaturgo cubano Yunior García el 15 de ese mismo mes; y Sergio Ramírez para cerrar el evento el 12 de diciembre.
La prevalencia de Nicaragua tiene dos razones: la dictadura de Ortega es la que, por distintos motivos, tiene menos cobertura en los medios. La segunda razón es subjetiva: la pasión del granadino Daniel Rodríguez Moya por el pequeño país de Centroamérica. Una pasión que lo une a la tierra de Rubén Darío desde hace décadas (sus compañeros de trabajo lo llaman «el Nica», mote que él porta con orgullo) y que lo ha llevado a asumir un compromiso político encomiable, como lo refleja su valiente documental 'Nicaragua, Patria libre para vivir', rodado al calor de las protestas estudiantiles de 2018, reprimidas salvajemente por las fuerzas dictatoriales de Ortega.
Mi actividad coincidió con la III Cumbre Europea que se organizó en Granada, a la cual asistieron 46 jefes de estado y 4 líderes de instituciones europeas. Me refiero a la cumbre. A mi actividad solo asistieron 10 personas, de las cuales la mitad eran venezolanos. Mis compatriotas asistieron para escuchar lo que ellos ya saben, pero por boca de un tercero. Como Ulises cuando arriba al país de los feacios y se conmueve al escuchar a un bardo narrar su propia historia. Mi charla fue moderada por la periodista venezolana Betty Hernández, hija de inmigrantes portugueses y canarios. Betty contó la historia de su suegro, un preso político que falleció de covid estando recluido y cuyas tierras habían sido expropiadas por el gobierno.
La trágica anécdota tuvo que narrarla en respuesta a la infaltable intervención de una persona del público, en este caso, una señora, que, no sin antes declarar su empatía por nuestros sufrimientos, soltó el consabido discurso sobre el imperialismo gringo y las venas abiertas de América Latina. Luego, Betty redirigió la conversación hacia lo que acababa de ocurrir: ¿Por qué un ser humano antepone la ideología al sufrimiento de otro ser humano?, era básicamente su pregunta.
Eso es algo que me he planteado en muchas ocasiones. Sobre todo, leyendo a Nadiezhda Mandelstam o a Reinaldo Arenas. También lo hago en estos momentos, cuando veo a varios líderes de izquierda apoyando abierta o tácitamente los recientes ataques terroristas de Hamas en Israel. Estas cosas no tienen respuesta, supongo, pero agradezco tener al menos una tribuna desde donde expresar mi desazón y mi perplejidad.
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