CRÍTICA DE:
'Personajes de Shakespeare', de William Hazlitt: ningún secreto por contar del autor de 'Romeo y Julieta'
ENSAYO
Hazlitt discute con los shakesperianistas anteriores y contemporáneos a él, analizando las obras una a una y ofreciendo sobre cada una de ellas su singularísima opinión
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![El Globe en Londres](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/06/19/Globe.jpg)
En la estela de Milton, de quien se aparta; de Dryden, al que critica; de Samuel Johnson, del que discrepa; de Pope, al que enmienda; y , de Coleridge, cuyas conferencias sobre el tema ignoró, 'Characters of Shakespeare'Plays' de Hazlitt (1778-1830), escrito en ... clara competencia con August Wilhelm Schlegel, y como complemento de las aportaciones hechas por Charles Lamb , es una sabia y aguda reflexión sobre la obra poética y teatral del autor estudiado y a la vez una brillante y sugestiva exposición de sus ideas sobre la crítica dramática .
Como Azorín con los cervantistas de su tiempo, Hazlitt discute con los shakesperianistas anteriores y contemporáneos a él, analizando las obras una a una y ofreciendo sobre cada una de ellas su singularísima opinión.
ENSAYO
'Personajes de Shakespeare'
![Imagen - 'Personajes de Shakespeare'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/06/19/1623portasiles.jpg)
- Autor William Hazlitt
- Editorial Cátedra
- Año 2024
- Páginas 334
- Precio 19,95 euros
Adelantándose y también difiriendo mucho de lo que sobre Shakespeare escribirán más tarde von Helingrath, Walter Benjamin, Auden y Harold Bloom, su mérito estriba, casi más que en sus atinadas y brillantes observaciones, en el personal punto de vista que adopta. Así en 'Cimbelino' valora, sobre todo, la ternura e ingenuidad de Ismogena y lamenta la poca atención que los estudiosos han prestado al uso que Shakespeare hace del principio de la analogía, que le permite «conciliar los caracteres más diversos»: por eso -dice- sus obras «tienen la fuerza de las cosas de la mente» En 'Julio César', que considera inferior a 'Coriolano' y a 'Antonio y Cleopatra', reconoce lo mismo que en el siglo XX el historiador Jérôme Carcopino señalará: la profundidad con que supo captar la idiosincrasia de los personajes. En 'Otelo' advierte que «el amor al poder» no es sino «otro nombre para el amor a la maldad». En Timón de Atenas subraya lo que tiene de sátira.
En 'Coriolano' se antepone «el individuo a la especie, el uno a la infinidad, la fuerza al derecho» porque aquí el lenguaje de la poesía «coincide naturalmente con el lenguaje del poder», dado que en él Shakespeare «se ha ceñido mucho y con propiedad al texto» de Plutarco. Troilo y Crésida le sirven para afirmar que «Chaucer fue el más literal de los poetas, como Richardson lo fue de los prosistas», y en 'Antonio y Cleopatra', que considera una de las mejores piezas de Shakespeare, admira tanto el «esplendor de la imaginería» como «la apariencia de realidad» aunque censura que la celosa atención prestada a las unidades de tiempo y de lugar «ha eliminado el principio de perspectiva en el drama».
La realidad de 'Hamlet' —sostiene— «está en la mente del lector» porque todos somos Hamlet y éste no hace sino «pensar en voz alta». Calibán en 'La tempestad' es «la esencia de la grosería, pero no hay una partícula de vulgaridad en él»; su contrapartida filosófica es Bernardino en 'Medida por medida'. En 'Sueño de una noche de verano', Lanzadera es capaz de entender «el tema de la ilusión dramática», pero reprende sus representaciones porque ignoran la diferencia existente «entre las tablas de un teatro y las regiones de la fantasía». 'Romeo y Julieta' objetiva —según él— el espíritu de la juventud tanto en «la embriaguez de la esperanza como en la amargura de la desesperación»: su pasión no está fundada en los placeres experimentados sino en los que no, y aprovecha para dar un interesante cachete a Collins en un punto en el que seguramente él y no Hazlitt tendría hoy la mayor aprobación. Romeo le parece un Hamlet enamorado.
Afirma que 'Lear' ocupa la cima de la producción shakesperiana: sobre todo, sus tres primeros actos
Afirma que 'Lear' ocupa la cima de la producción shakesperiana: sobre todo, sus tres primeros actos y, entre las cuatro cosas que sobre él indica, merece especial atención ésta: que «quien desprecia la poesía se desprecia a sí mismo y a la humanidad». En 'Ricardo III' le impresiona cómo está trazado Bolingbroke, y de las dos partes de 'Enrique IV' destaca a Falstaff, «el personaje cómico más sustancial que haya sido inventado». En 'Enrique V' el poder se convierte en derecho, y no al revés. De las tres partes de 'Enrique VI' valora sobremanera la muerte del cardenal Beaufort. Duros con la realeza son Ricardo III, Enrique VIII, el Rey Juan.
Comedias
Y en cuanto a las comedias expresa su admiración por 'Noche de epifanía, o lo que queráis', en cuyo escenario social allí representado los personajes intentan fingir lo que no son. 'Los dos hidalgos de Verona' no tienen otro interés, según él, que el de sus agudezas. Innovadora es su visión de 'El mercader de Venecia'. En 'El cuento de invierno' destaca la facilidad de su interpretación. En 'A buen fin no hay mal principio' reconoce la fuente, que es Bocaccio.
Dedica poca atención a 'Trabajos de amor perdidos', 'Mucho ruido y pocas nueces', 'A vuestro gusto' y 'La doma de la bravía', pero sí a 'Medida por medida', que elogia. Sobrevuela 'Las alegres casadas de Windsor' y, sobre 'La comedia de las equivocaciones', en la que advierte la influencia de Plauto, explica cómo Shakespeare, más que imitar o mejorar lo que otros inventaron, prefiere «inventar por sí mismo y perfeccionar lo que inventó». Pasa también revista crítica a las «obras dudosas» del autor y, entre los poemas y sonetos, enaltece la descripción del caballo incluida en su Venus y Adonis. En fin, un libro que ilumina aspectos de la obra de Shakespeare y que, por su estilo, hace las delicias del lector.
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