Cómic
Nueve autoras para llevar el cómic más allá del papel
BARCELONA
'Constelación gráfica', en el CCCB, reúne a varias de las mejores representantes del noveno arte en España en una muestra que abre nuevos caminos expositivos

Estamos viviendo una edad de oro del cómic en España. No en el plano de la industria editorial –tan precaria como de costumbre–, pero sí en lo que se refiere a la creatividad, con una vanguardia de autores que no tiene nada que envidiarle a ... la de ningún otro país. Hemos dicho autores, pero quizá fuese mejor decir autoras: Ana Galvañ, María Medem, Begoña García-Alén, Nadia Hafid, Cynthia Alfonso…
'Constelación gráfica', en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, reúne a nueve de las mejores representantes de esta generación y demuestra cómo llevar el cómic a lo museístico: reproducciones de gran formato de las páginas, trabajos en otras disciplinas (ilustración, animación e incluso cerámica) y, sobre todo, una instalación creada por cada una de las autoras.
Generación 'millenial'
No es el único gran acierto que ha tenido la comisaria Montserrat Terrones. Las primeras salas ya hacen un excelente trabajo contextualizando la exposición desde dos ángulos: el del caldo de cultivo en el que han surgido estas artistas (principalmente la autoedición, los 'fanzines' y festivales como GRAF o Tenderete, pero también editoriales independientes como Apa-Apa y librerías como Fatbottom o La Central), y el de la cuestión generacional, presentando a estas nueve autoras como ejemplos de lo que, mal que bien, se ha dado a conocer como 'millenials'.



Es precisamente ese sentimiento de generación el que centra el primer apartado de la muestra y que reúne a Roberta Vázquez (Santiago de Compostela, 1989), Bàrbara Alca (Palma de Mallorca, 1990) y Conxita Herrero (El Prat de Llobregat, 1993). Son aquellas cuya obra se basa más en el humor, si bien un humor irónico, ansioso y ácido que retrata vidas marcadas por la precariedad laboral, sentimental y hasta existencial, reflejado en cómics con títulos como '¡Socorro!', 'Pizza chica y las lloronas' o 'Gran bola de helado'. También en el juego de mesa que Vázquez propone en su instalación –con personajes de apariencia inocente vagando por una isla llena de peligros– y, sobre todo, en la de Alca: una habitación de paredes acolchadas en la que lo único que se puede hacer es navegar por una 'app' de citas llena de perfiles preocupantes, no porque sean momias, hombres lobo o duendes, sino por que son una caterva de inmaduros, 'criptobrós' y escaladores. Más introspectiva, Herrero nos propone una breve historia sobre su proceso creativo, ambientada en una evocadora habitación.
Cada una de las autoras ha creado una instalación basada en sus cómics
Si el primer grupo de artistas se basaba en lo temático, el segundo mira más a lo formal. La comisaria conecta a Nadia Hafid (Tarrasa, 1990) y Marta Cartu (Barcelona, 1989) con lo que ha llamado 'narrativas fractales', en las que lo contado se descompone para que lo experimentemos desde nuevas perspectivas. El 'tempo' de las imágenes de Hafid, tan fascinante en sus páginas, no se traslada bien a su instalación, en la que las luces que van iluminando la escena hacen un mucho peor trabajo marcando el ritmo de lo que ella consigue sobre el papel. En cambio, 'Hifa', la instalación de Cartu, es una de las mejores de toda la exposición y nos hace penetrar en su mundo gráfico con viñetas que flotan en el espacio, conectadas como las redes de hongos que dan nombre a la pieza.
A Miriampersand (Madrid, 1985) y Genie Espinosa (Badalona, 1984) les liga su interés por los mundos extraños. Tanto los personajes con cabeza de reptil de la madrileña como las protagonistas de cuerpos no normativos que se vuelven fascinantemente dúctiles bajo el trazo de la catalana rechazan lo convencional y buscan en los márgenes nuevos territorios menos asfixiantes. Un viaje que también evocan sus instalaciones: la puerta de Miriampersand, decorada con motivos que anuncian que por ella se llegará a lugares extraños no importa en qué sentido se cruce; y el 'agujero de gusano' de Espinosa, brillante, divertido y espectacular como toda su estética.
Sensibilidad poética
El último dúo lo forman las brillantísimas Ana Galvañ (Murcia, 1980) y María Medem (Sevilla, 1994). La más veterana y la más joven de esta selección de autoras tienen mucho en común, especialmente una sensibilidad que perfectamente se puede calificar como poética y dos estilos gráficos muy directamente influidos por otras artes. En el caso de Galvañ, es el constructivismo soviético –tamizado con una buena dosis de ciencia-ficción– lo que más influye en sus historias futuristas-pesimistas. Medem, por su parte, combina ritmos flamencos y la influencia visual de fotógrafos como Masats o García Rodero con un singular colorido para crear paisajes a la vez evocadores del mundo rural español y casi oníricos.
Exposición

Constelación gráfica. Jóvenes autoras de cómic de vanguardia'
Colectiva. CCCB. Barcelona, C/ Montalegre, 5. Comisaria: Montserrat Terrones. Hasta el 14 de mayo
El juego entre ambas estéticas da como fruto dos instalaciones que van en direcciones opuestas. En la de Galvañ, un traje de protección contra sustancias tóxicas y unas plantas fluorescentes sirven de decorado para las páginas que cuentan una melancólica historia. En la de Medem, en cambio, los elementos de ambientación –sábanas tendidas en cuerdas decoradas con ramitas, como en cualquier patio de un pueblo andaluz– son los que nos cuentan la historia, quizá más aún que los dibujos que ha bordado en ellos. El espacio que crea es de una paz y una hospitalidad maravillosas.
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