CRÍTICA DE:
'Noviembre 1942', de Peter Englund: un mes que cambió el curso de la II Guerra Mundial
ensayo
El historiador sueco trenza vidas y testimonios en un relato sobre lo que pasó en noviembre de 1942. La cruda hora de la verdad
Otras críticas del autor
![Sophie Scholl fue arrestada por repartir octavillas antinazis y luego guillotinada //](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/01/23/sophie-RQd6son6iA6yFX1R1Hz9kuL-1200x840@abc.jpg)
Está pasando, lo estás viendo. ¿También en la historia? Por supuesto. Aunque ocurriera hace ochenta años. Además, en un texto directo, sin más apoyo que un poderoso aparato académico, precedido de un mosaico de 39 fotos de los protagonistas en tamaño carnet.
Algunas de ... ellas, tomadas luego del final de la guerra, corresponden a los pocos que sobrevivieron. La mayor parte, muertos en combates, bombardeos, conspiraciones, naufragios, sitios y cremaciones. Este libro deshace la aburrida y sempiterna afirmación inventada por bohemios aburridos, según la cual «una imagen vale más que mil palabras».
ENSAYO
'Noviembre 1942'
![Imagen - 'Noviembre 1942'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/01/23/1601portalucena-U61064415231yHS-224x330@abc.jpg)
- Autor Peter Englund
- Editorial Debate
- Año 2023
- Páginas 563
- Precio 26,90 euros
Se podría decir también al revés. «Una palabra vale más que mil imágenes» Si procede, como en este increíble volumen de historia militar —o de historia social de la guerra— de diarios, fragmentos, cartas y expedientes de protagonistas, voluntarios o no, de los hechos vividos. El subtítulo del volumen, 'Una historia íntima del momento decisivo de la Segunda Guerra Mundial' remite a su argumento fundamental. En una sola semana de un solo mes, de un solo año, de una guerra terrible que duró desde 1939 hasta 1945, cambiaron las tornas.
En palabras del autor, existía «una singular tensión entre lo que la guerra perseguía y la manera en que se vivió»
'Podría llamarse punto de inflexión', se titula el tercer capítulo, en referencia a lo acontecido del 16 al 22 de noviembre de 1942. De repente, los bombarderos aliados atacan Génova sin oposición. Los submarinos alemanes son localizados y hundidos. La comida empieza a escasear en la siempre ambigua Bruselas. Tibios y cobardes cambian de bando. Los convoyes aliados de suministro logran alcanzar el Ártico soviético y —ahí está la novedad— regresan para contarlo. Ni Leningrado ni Stalingrado caen ante el poder de la ofensiva alemana.
Los oficiales japoneses en Extremo Oriente están más preocupados por la malnutrición de sus soldados que por las muertes en combate. La intrahistoria narrada detecta un cambio de mentalidad. Las estructuras de lo cotidiano, el avance imparable de muertes, enfermedades y desapariciones de vecinos y amigos, en un momento dado dejan de ser justificables y justificadas por fantasías nacionalistas y utopismos criminales.
Cuestión de tiempo
En palabras del autor, existía «una singular tensión entre lo que la guerra perseguía y la manera en que se vivió». Al comenzar noviembre de 1942, muchos creían que los poderes del Eje iban a salir vencedores. Al terminar, era evidente que su derrota era sólo una cuestión de tiempo. En una de las historias de personas con nombres y apellidos más conmovedoras, Englund recuerda la corta y valiente vida de Sophie Scholl. Arrestada el 18 de febrero de 1943 junto con su hermano Hans por repartir octavillas de oposición al régimen hitleriano en la Universidad de Múnich, fue guillotinada cinco días después junto a su amigo Christoph Probst.
Es muy relevante la concordancia que encontramos entre la percepción de personas concretas de los terribles hechos vividos y lo que nos ha enseñado la historiografía más reciente sobre el periodo. Hay una edad de la inocencia, que coincide con el primer epígrafe, 'Planes grandes y pequeños', del 1 al 8 de noviembre. Luego vienen las 'Noticias alentadoras', del 9 al 15; el mencionado 'Punto de inflexión', del 16 al 22; y 'Esta vez venceremos', del 23 al 30 de noviembre. A modo de epílogo, 'Los destinos que corrieron' explica lo previsible y lo inexplicable. Se suele saber cuándo y cómo empieza una guerra. Jamás de qué manera termina.
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