ARTE
Moisés Mahiques y Claudia Pastomas, entre líneas, planos y procesos
Valencia
Claudia Pastoma y Moisés Mahiques, buena pareja de baile de creadores valencianos en una Fundación Chirivella casi de aniversario
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Algunas de las piezas de Moisés Mahiques en Valencia
A punto de cumplir el vigésimo aniversario de su apertura, este pionero centro privado de arte contemporáneo –enclavado en un impresionante palacete gótico modélicamente restaurado y habilitado– acaba de inaugurar nueva zona de acceso donde se ha reubicado el espacio «Sala d'Arcs» dedicado ... a exponer proyectos artísticos emergentes en colaboración con la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de la UPV.
Claudia Pastomas (Valencia, 1988) presenta una sugerente instalación a medio camino entre lo escultórico (tres estructuras metálicas curvas que dialogan con sendos pilares) y lo pictórico (tres superficies curvadas de chapa de madera teñida de un tono verdoso que empieza a ser un rasgo característico).
Juego de abstracciones que integran complementariamente dos de las múltiples derivas evolutivas de esa ruptura histórica de las artes visuales del siglo pasado. Mientras las estructuras están perfectamente definidas en su completud geométrica. En los planos de chapa de madera, la textura visual, lo inacabado, lo procesual, determinados elementos casi gestuales… activan una aproximación en clave de abstracción lírica.
Las dualidades: cóncavo convexo, dentro fuera, rígido flexible, tri y bidimensional son la punta del iceberg de otras dialécticas de fondo de marcado carácter autobiográfico: arte y oficio, belleza y función, utilidad y contemplación… No dejen de seguir su prometedora trayectoria.
Tras esta intervención puntual, a lo largo y alto de las tres plantas de la Fundación Chirivella Soriano, se despliega una contundente retrospectiva de la obra de Moisés Mahiques (Valencia, 1976) que recoge y muestra los frutos de dos décadas de intensa y persistente actividad artística. 'Cabeza', 'Cuerpos' y 'Espacios' son los núcleos temáticos que giran en torno a un protagonista principal, un solo hombre, del que, como el personaje del cuento 'El inmortal' de Jorge Luis Borges, podríamos afirmar que «es todos los hombres».
Con el dibujo como sempiterno telón de fondo, asistimos a las diversas series –auténticas puestas en escena– que ha ido desarrollando con la obstinación obsesiva del artista. La línea es la otra gran protagonista omnipresente como acción performativa, como trazo, contorno, estructura, gesto, sombra, como abstracción resultante de la superposición de veladuras acuosas, de recortes de papeles diferentes.
Como buen corredor de fondo, metódico, disciplinado, Mahiques ha realizado una nutrida selección perfectamente ajustada a las diferentes salas, lo que permite al espectador hacerse una idea bastante completa de su trayectoria. Destacable es también el uso atinado –a veces acerado– de los títulos de sus series que orientan el sentido de sus inquietantes dibujos hacia territorios en los que el cuerpo –la manifestación más concreta del ser individual– sirve como eficaz metáfora de tantas cuestiones ligadas con la identidad, la personalidad, la otredad, la sexualidad.
Pero el individuo, por mucho que pese la soledad, existe también en relación: con la familia, las amistades, el trabajo… con un contexto –nunca mejor dicho– en el que estamos tantas veces atrapados. La primera acepción de contexto es enredo, maraña.
Moisés Mahiques y Claudia Pastomas
Moisés Mahiques. 'Entrelíneas'. Cuatro estrellas.
Claudia Pastomas. 'Repulso'. Comisarias: Laura Silvestre y Lorena Rodríguez Mattalía. F
undación Chirivella Soriano. Valencia. C/ Valeriola, 13. Hasta el 2 de marzo.
Decía Klee que «el arte hace visible». Las obras de Mahiques son contundentes manifiestos visuales que registran con precisión el malestar, la incertidumbre, la fragilidad, la angustia de una sociedad que vive con incerteza el futuro en un presente desorientado. No se la pierdan.