Hazte premium Hazte premium

HISTORIAS ANTICLIMÁTICAS

Memorias de un maromo

Cuentan los juglares de taberna que Horror Vacui aparcó sus sueños de púgil y se ganó la vida haciendo lo que mejor sabía: montar espectáculo

Otros relatos de 'Historias anticlimáticas'

Karina Sainz Borgo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Siendo Vacui el apellido paterno, su madre decidió llamarlo Horror. De joven, se hizo notar ahí donde fue. Ansió boxear como Mike Tyson, incluso se tatuó un tigre blanco en la espalda. Soñó con subirse a un ring, pincharle el hígado a un oponente ... y alzar el trofeo frente a todos. Llegó a hacerlo, pero como 'amateur'. Libró varios combates en algunos casinos de ciudades dormitorio y aún se paseaba por los gimnasios con la cara embadurnada de vaselina y moviendo sus piernas como Ray Sugar Leonard. Pero quiso la vida que Horror Vacui acabara como aquel welter en su pelea contra 'Mano de piedra Durán': fuera del ring.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación