'La leyenda del santo bebedor', de Joseph Roth: testamento literario

NOVELA

'La leyenda del santo bebedor'

• Autor Joseph Roth
• Editorial Acantilado
• Año 2024
• Páginas 104
• Precio 22 euros

Un día, sorpresivamente, su desdichado discurrir se ve alterado al encontrarse con un extraño personaje, que le hace una propuesta no menos insólita. Un desconocido, parece que mostrando compasión por la situación del ‘clochard’, le ofrece un préstamo de doscientos francos, con la única condición de que cuando le resulte posible los devuelva como donativo a la santa Teresa de Lisieux en la iglesia de Sainte-Marie de Batignolles. En un principio, Andreas Kartak no acepta el ofrecimiento, pero sí finalmente y promete a su benefactor que saldará la deuda.

Sin embargo, se gasta el dinero y no sabe cómo solucionarlo. Pero entonces se encadenan una serie de ‘milagros’ que le harían posible cumplir su promesa . Así, contra todo pronóstico, consigue trabajo en una mudanza y lo más asombroso, adquiere una billetera y al salir de la tienda comprueba que no está vacía, sino que esconde mil francos. ¿Podrá realizar la donación a santa Teresita de Lisieux?

Una de las cuestiones que más se ha abordado en el examen de esta obra es si el personaje de Andreas Kartak es un trasunto del propio Roth, que, como su criatura, era alcohólico y con no poco de paria. El nazismo le obligó a exiliarse en varias ciudades y, al final, en París, donde fallece en 1934, en medio del ‘delirium tremens’, y es enterrado en el cementerio parisino de Thiais con una sencilla y escueta lápida: «Escritor austriaco, muerto en París en el exilio».

En su postfacio, Berta Ares Yáñez certifica que prácticamente todos los estudiosos de Roth, y ella misma, piensan que es su alter ego. Sea como fuere, lo importante es que estamos ante una extraordinaria novela que en su brevedad logra ser profundamente intensa, y hasta un punto irónica, quizá de una ironía trágica. ‘La leyenda del santo bebedor’, con un desenlace que nos conmueve, nos sumerge en fascinantes asuntos en relación con la culpa, la redención, la gracia divina, la voluntad y el impulso autodestructivo.