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Músicos contra el triunfalismo de Spotify
La semana pasada, la plataforma de 'streaming' sueca envió su informe anual con el reparto de dineros a los artistas

Nanoperiodismo, columnismo de datos. La semana pasada, Spotify envió un comunicado triunfalista con su informe anual sobre su reparto de pagos a los músicos. Daba cifras crecientes desde 2014 a 2024 y rotundas afirmaciones: «Nuestro modelo crea oportunidades únicas para que más artistas construyan carreras ... sostenibles». Con ayuda de Nacho Serrano y Luigi Gómez, hemos consultado a gente de Biznaga, Camellos, Carlangas, Los Estanques, Ombligo, Borja Picó y Luichi Boy (Cupido), proyectos relevantes, si están satisfechos con los dineros que reciben. Y, para sorpresa de nadie, no.
Algunos no saben directamente nada del tema (respuesta estruendosa). También se comenta que «ni de coña vivimos de ello», con hits con millones de escuchas a 1.200 euros al año y que «Spotify es una puta mierda». O se apunta que los artistas emergentes ni piensan ya en sacar parné de esta aplicación de 'streaming', sino que es un escaparate porque el negocio es el directo, «la fuente principal de ingresos, sobre todo si es una banda con varios miembros». Ya no se vive de ello, aunque te vaya bien, e incluso es más el dinero que inviertes para ser escuchado que el que recibes de Spotify, de la que «no esperas nada. No se pueden poner ninguna medallita».
Además, se señala que son adalides de un modelo de consumo cada vez más homogéneo que fomenta la escucha pasiva a través de sus algoritmos y playlist. «Es conocido por todos que pagan fatal. En verdad, todas las plataformas pagan como el culo» si lo comparas a cómo ocurría antes con la venta de discos físicos, con la que vivía mucha gente y se hacía dinero. Grabar un álbum «cuesta 18.000 euros», por ejemplo, y luego se recuperaba y se vivía. «Es tristísimo tener cientos de miles o millones de 'plays' y que no repercuta en absoluto. Ni siquiera lo notas con el juego de siete mil intermediarios».
Hablan de desinformación, opacidad, falta de transparencia… y cuando te enteras quién se lo lleva «se paga mal y se reparte entre muchos». Reconocen innegable visibilidad y que antes recibían cero con Myspace. La empresa sueca paga, se estima, entre 0,003 y 0,005 dólares por reproducción. «Me parece escaso con las cifras que manejan. Un modelo injusto. En realidad, el negocio de Spotify, como paradigma del capitalismo de plataformas, no es el de la música, sino el de la atención y los datos».
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