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Ifema se convierte en una orilla más del Caribe

'La orilla, la MAREA , la CORRIENTE: un caribe oceánico

Carla Acevedo-Yates y Sara Hermann son las encargadas de transmitir su visión expandida y sin fronteras de esta región en la sección comisariada especial de ARCOmadrid 2024

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Retrato de las comisarias del tema de investigación especial de este año: Sara Hermann y Carla Acevedo-Yates abc

Beatriz Rivera

Madrid

El uso del término 'oceánico' explica lo que quieren transmitir Carla Acevedo-Yates y Sara Hermann en su sección comisariada de la feria ARCOmadrid 2024. 'La orilla, la marea, la corriente: un Caribe oceánico' plantea la idea de que no hay un solo Caribe y, por ello, lo complejo que puede ser representarlo. A través de las tres dimensiones que dan nombre al programa –la orilla, la marea y la corriente–, Acevedo-Yates y Hermann examinan las maneras de ampliar la visión de este ámbito geográfico: una alejada de los tópicos y la creencia popular de un territorio delimitado en el globo terráqueo.

Ambas comisarias del programa han tratado el Caribe, desde distintos enfoques, durante toda su trayectoria profesional. Sara Hermann (República Dominicana, 1969) estudió Historia del Arte, de ahí su gran vocación sobre esta parte del mundo.

Desde hace 18 años es Curadora Jefe del Centro Cultural Eduardo León Jimenes en Santiago de los Caballeros (República Dominicana). Su trabajo tiene que ver con «la pedagogía, la educación y las formas de traducción del discurso de lo público a lo privado». «He trabajado, principalmente, [en el concepto] del Caribe desde República Dominicana, pero con una vocación de difundir las prácticas y los discursos de los artistas y gestores de la región hacia otros espacios y lugares».

Por otro lado, Carla Acevedo-Yates, nacida y criada en Puerto Rico, estudió Literatura y Poesía, y, años más tarde, se especializó en Curaduría y Artes. Empezó a trabajar en EE.UU. en 2016 y lleva 15 años ejerciendo la profesión de comisaria independiente. El interés de Acevedo-Yates se centra en «los diálogos transculturales que pueden construir puentes entre diferentes países y culturas, en oposición a unos discursos más cerrados y fijos de una determinada región», explica la puertorriqueña. Además, asegura que trabaja «en Chicago, pero pienso desde el Caribe».

Detrás del Caribe

Acevedo-Yates lleva investigando lo que van a presentar en ARCO desde hace más de una década: «El Caribe nunca ha sido estático». Sus corrientes marítimas se abren hacia el Atlántico y, debido a la acción humana, también se conectan con el Pacífico por el otro lado. Con su selección de artistas y galerías pretenden, por tanto, «narrar, tender puentes y comunicar las múltiples dimensiones del fenómeno Caribe», añade la dominicana.

La finalidad de la exposición final, que reúne a galerías tan variopintas como 193 Gallery de París, Henrique Faria de Nueva York, Tern de Nassau (Las Bahamas) e, incluso, firmas españolas como Espacio Mínimo y Helga de Alvear, es explorar una reflexión crítica de un fenómeno que ha sido configurado socialmente como un punto fijo y que, en realidad, se expande más allá de la cartografía.

Imagen principal - Sobre estas líneas, 'Jardín de Aclimatación', de Madelina Jiménez Santil (galería Arróniz Arte Contemporáneo). A la derecha, fotografía de la serie 'Cuerpo Brújula', del aritsta Karlo Andrei Ibarra, en el espacio de  Vigil Gonzáles. Arriba, 'Trini to the Bone II', de Emilia Azcárate (galería Henrique Faria)
Imagen secundaria 1 - Sobre estas líneas, 'Jardín de Aclimatación', de Madelina Jiménez Santil (galería Arróniz Arte Contemporáneo). A la derecha, fotografía de la serie 'Cuerpo Brújula', del aritsta Karlo Andrei Ibarra, en el espacio de  Vigil Gonzáles. Arriba, 'Trini to the Bone II', de Emilia Azcárate (galería Henrique Faria)
Imagen secundaria 2 - Sobre estas líneas, 'Jardín de Aclimatación', de Madelina Jiménez Santil (galería Arróniz Arte Contemporáneo). A la derecha, fotografía de la serie 'Cuerpo Brújula', del aritsta Karlo Andrei Ibarra, en el espacio de  Vigil Gonzáles. Arriba, 'Trini to the Bone II', de Emilia Azcárate (galería Henrique Faria)
Un paraje plural Sobre estas líneas, 'Jardín de Aclimatación', de Madelina Jiménez Santil (galería Arróniz Arte Contemporáneo). A la derecha, fotografía de la serie 'Cuerpo Brújula', del aritsta Karlo Andrei Ibarra, en el espacio de Vigil Gonzáles. Arriba, 'Trini to the Bone II', de Emilia Azcárate (galería Henrique Faria) ABC

«La idea del Caribe como un espacio oceánico, no como un mar, desnuda el concepto preconcebido del mismo: un espacio insular delimitado, exótico… Pero esto solo es la superficie del Caribe», explica Hermann. Un ejemplo de la idea de romper barreras físicas del arte en esta zona geográfica lo lleva a cabo Noé Martínez de la galería Patron (una de las seleccionadas para el programa) desde otro lugar (en este caso, desde EE.UU.), pero siempre con la mirada hacia esta región.

Resulta una tarea difícil abarcar todos los aspectos de este espacio comisariado, es por ello que la sección es solo una versión de los tantos Caribes que puede haber. «Cuando se quiere representar el Caribe se comete un error. Hay muchas miradas [hacia él] que vienen de Europa y EE.UU. y estas inciden en la representación basada en los estereotipos: se enfocan en una fantasía de tarjeta postal que no existe», añade Acevedo-Yates. «Esta imposibilidad de representación es lo más interesante», detalla.

La geografía del Caribe

La propuesta se ha construido a través de tres líneas de trabajo que dan nombre al título del programa: la orilla, la marea y la corriente. Proponen un punto de partida entre la tierra y el mar: la orilla, como espacio de intercambio y de constantes inestabilidades. «Pero en esa inestabilidad está el poder», precisa Hermann.

Las comisarias inciden en que la producción y la identidad cultural de esta región está influida por las diásporas. «Ya no nos podemos definir por ser de un lugar físico porque los movimientos diaspóricos han contribuido a crear una identidad global», explica Acevedo-Yates. «Cualquier mar, y en particular, el Caribe, es un buen puente para tratar esa mutación identitaria», concreta Hermann. «En esta zona se habla en plural y desde más de una decena de lenguajes», añade.

Innegablemente, este espacio está vinculado al pasado colonial. «Los artistas seleccionados abordan lo que fue el colonialismo y el legado colonial tanto desde sus comienzos hasta una postura presente en esta zona», narra Acevedo-Yates. La producción cultural también ha estado ligada a Latinoamérica, pero esta ha quedado eclipsada y absorbida por la latinoamericana debido a su posición geográfica. Hasta que en los años 90 los curadores e historiadores insistieron en la idea de dotar al Caribe de una identidad individual y propia, separada de América Latina, pero no desconectada de ella.

Imagen principal - Sobre estas líneas, 'Trashisle', de Quisqueya Henriquez de la firma David Castillo. A la derecha, 'Volta', del artista Fabrizio Arrieta (galería Diablorosso). Arriba, un 'still' del vídeo 'Omen (Presagio)', de la artista Donna Conlon, de la galería Espacio Mínimo.
Imagen secundaria 1 - Sobre estas líneas, 'Trashisle', de Quisqueya Henriquez de la firma David Castillo. A la derecha, 'Volta', del artista Fabrizio Arrieta (galería Diablorosso). Arriba, un 'still' del vídeo 'Omen (Presagio)', de la artista Donna Conlon, de la galería Espacio Mínimo.
Imagen secundaria 2 - Sobre estas líneas, 'Trashisle', de Quisqueya Henriquez de la firma David Castillo. A la derecha, 'Volta', del artista Fabrizio Arrieta (galería Diablorosso). Arriba, un 'still' del vídeo 'Omen (Presagio)', de la artista Donna Conlon, de la galería Espacio Mínimo.
A orillas del Caribe. Sobre estas líneas, 'Trashisle', de Quisqueya Henriquez de la firma David Castillo. A la derecha, 'Volta', del artista Fabrizio Arrieta (galería Diablorosso). Arriba, un 'still' del vídeo 'Omen (Presagio)', de la artista Donna Conlon, de la galería Espacio Mínimo. ABC

Acevedo-Yates y Hermann son de dos generaciones distintas, pero a la hora de trabajar no hay ninguna diferencia entre el compromiso y las ganas. «Ambas creemos en el ejercicio curatorial colectivo, en la creación de comunidad desde el pensamiento crítico», explica Hermann. La elección por parte de ARCOmadrid 2024 de estas dos profesionales es «algo que se venía cocinando desde hace tiempo», asegura la dominicana. No es tanto que la cita 'Aceveto-Yates, Hermann y ARCO' fuera concertada por el Comité Organizador, sino que la larga trayectoria profesional de ambas, en algún momento, iba a converger en un espacio donde exponer su postura sobre el Caribe.

La noticia de que iban a ser las comisarias del espacio rotatorio la recibieron «con mucho honor y alegría», pues, por ejemplo, Hermann lleva más de veinte años participando en Ifema. «ARCO es una feria muy importante, pues tiene una complejidad y una profundidad intelectual que muchas ferias de arte olvidan porque solo se enfocan en la parte comercial», añade Acevedo-Yates.

Creen que el impacto que tendrá su sección será «el necesario». En palabras de Hermann: «Promoverá el pensamiento crítico sobre la región». Ambas coinciden en la «dificultad» de la representatividad de un tema tan amplio, tanto por la complejidad de representarlo como por su opinión propia sobre la identidad de la región. «Nosotras, al problematizar o complejizar desde un punto de vista análitico el Caribe como una identidad diaspórica, nomádica y en movimiento, también tenemos nuestros puntos de diferencia, que surgen por nuestra propia formación y trayectoria profesional», explica Hermann.

A pesar de ello, y gracias a la unión de los estudios lingüísticos y filológicos de Acevedo-Yates, la perspectiva crítica de la historia del arte de Hermann y el manejo del espacio por parte de los arquitectos Galán, Fidalgo y Ozaeta se ha conseguido convertir el programa «en un lugar crítico, dotado de una gran elocuencia en la distribución de las líneas de trabajo que queremos representar como espacios inasibles, mostrando la vulnerabilidad y la precariedad», añade Hermann. «Que cada una aporte una visión más pragmática o más poética ha enriquecido la exposición y la ha dotado de identidad. Eso es lo más gratificante», finaliza la dominicana.

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