CrÍTICA DE:
'Felicidad perversa', de Tove Ditlevsen: mujeres arrolladas por la vida
Narrativa
Cada uno de los veintiún cuentos es una novela en miniatura: la escritora danesa dice mucho más con lo que insinúa o con lo que omite
Otras críticas de la autora
![Tove Ditlevsen (Copenhague, 1917-1976)](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/07/09/tove.jpg)
A veces sucede: abres un libro y entras en un mundo que te envuelve y no te deja salir, te atrapa con un manto que te aísla del exterior, tanto que, al terminar de leer, la vuelta a la realidad provoca cierta extrañeza. No es ... fácil, y menos cuando se trata de un libro de relatos, pero esto es lo que ocurre con 'Felicidad perversa' de Tove Ditlevsen (Copenhague, 1917-1976), a quien conocimos en España cuando se publicó su brutal 'Trilogía de Copenhague' en 2021.
En aquel descarnado libro autobiográfico, la fuerza de la historia se imponía tanto que quizás opacaba la calidad literaria de su autora. La descubrimos ahora como una cuentista deslumbrante a la altura de Alice Munro, Lorrie Moore o Grace Paley.
RELATOS
'Felicidad perversa'
![Imagen - 'Felicidad perversa'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/07/09/1626portaeva.jpg)
- Autora Tove Ditlevsen
- Editorial Seix Barral
- Año 2024
- Páginas 259
- Precio 19,90 euros
Los relatos de este libro acercan la lupa a personajes que podrían ser felices: una joven pareja que a punto de tener un hijo va a comprar una casa, un niño al que su padre le ha regalado un valioso recuerdo de familia, una mujer que se viste para ir a un baile de disfraces, un niño que se siente bien ayudando a los padres que lo han adoptado, una niña que estrena un abrigo… Pero esta felicidad, perversa como apunta el título, no dura demasiado. A veces, ni siquiera sobrevive a la primera línea: «Helga siempre había esperado de la vida —contra toda lógica— mucho más de lo que esta podía darle», «Helene se despertó por la mañana temprano con la sensación de que toda su vida era un enorme fiasco», «La sala de espera estaba atestada de mujeres que no soportaban mirarse a la cara»… Muy pronto las historias resbalan hacia la incomodidad, al desasosiego, apuntan a una insatisfacción vital que las protagonistas —porque todas son mujeres o niños— llevan pegada a la piel. Y si esos inicios son contundentes, los finales no lo son menos.
Cada uno de estos veintiún cuentos es una novela en miniatura: Ditlevsen dice mucho más con lo que insinúa o con lo que omite completamente que con lo que narra. Son esas elipsis el origen de la turbación, las que sugieren al lector la profunda oscuridad de la historia y las que resuenan en la memoria mucho después de acabar la lectura. Y aunque las situaciones que retratan son distintas en cada relato, hay algunos elementos comunes que denotan la importancia de ciertos temas en la vida de Ditlevsen: la soledad, el abandono, la dependencia, la certeza de saber que nunca podrá escapar del pozo donde está, sin saber realmente si está resignada o necesita fingirlo para sobrevivir.
Formidable creadora de atmósferas y sabe empujar suavemente al lector para que se interne en sus historias
Si todos los cuentos tienen una altura considerable, algunos resplandecen, como 'Mi mujer no baila', 'Un chico dispuesto', 'El puñal', 'Miedo', 'Un buen negocio' o el último relato, 'Felicidad perversa, núcleo de 'Juventud' —parte central de la 'Trilogía…'— y el único que está escrito en primera persona, ya avanzando el carácter autobiográfico del texto.
Tove Ditlevsen es una formidable creadora de atmósferas y sabe empujar suavemente al lector para que se interne en sus historias, a pesar de la fina capa de desazón que las recubre. Con una prosa magnética y envolvente, Ditlevsen cuenta con brillantez la vida cotidiana de estas mujeres infelices que languidecen arrolladas por la vida.
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