CRÍTICA DE:
'Epistolario', de Francesco Petrarca: correspondencia completa del padre del humanismo
Epistolario
Cuatro mil páginas en papel biblia y paginación corrida desde el tomo I hasta el IV. Un trabajo editorial ímprobo y encomiable por parte de Acantilado
Otras críticas del autor
Son cuatro los volúmenes que ofrecen al lector de habla española la posibilidad de asomarse a la existencia cotidiana de uno de los diez o doce genios indiscutibles de la literatura universal por el procedimiento de sumergirse en la lectura de su epistolario. Cuatro ... volúmenes de más de cuatro mil páginas en papel biblia y paginación corrida desde el tomo I hasta el IV. En su preparación, tan minuciosa como precisa, han tomado parte diferentes nombres propios que es obligado citar aquí, empezando por el ya fallecido Ugo Dotti, responsable de las introducciones, presentaciones y notas a las 'Cartas familiares', 'Cartas de senectud' y 'Cartas sin nombre'. De la presentación a las 'Cartas dispersas', así como de la traducción de los cuatro tomos (sí, de esas más de 4000 páginas) se ha hecho cargo Francisco Socas, uno de nuestros latinistas más ilustres, autor de una soberbia biografía de Séneca (2008) e infatigable estudioso del latín de los humanistas.
Nuestra felicitación más encendida al profesor Socas por la magnífica labor desarrollada, pues no está al alcance de cualquiera acometer la gigantesca tarea de verter del latín original a un castellano glorioso, de inmaculada sintaxis y prestancia estilística sin parangón, el epistolario completo del padre del humanismo, amén de las extensas exégesis redactadas en italiano por Dotti y de la introducción y las notas a las 'Cartas dispersas' de Alessandro Pancheri. El último e inevitable nombre propio es el de Jordi Bayod, revisor general de la obra, que se ofrece al lector con los cuatro gruesos volúmenes metidos en un estuche que facilita su adecuada conservación.
Ver ese estuche tan elegante difundiendo desde los escaparates de las librerías las señas de identidad de Acantilado, una de las editoriales más acreditadas que existen hoy en España, me inunda de satisfacción intelectual, pero a la vez me conduce inevitablemente a la melancolía, pues el creador de Acantilado (y de Quaderns Crema y de Sirmio), el gran Jaume Vallcorba, queridísimo amigo, no ha podido ver este maravilloso 'Epistolario' que a buen seguro estaría incluido en la programación editorial por él urdida, antes de que la muerte nos lo arrebatara en 2014. En cualquier caso, Sandra Ollo ha continuado la labor de Jaume al frente de Acantilado con pulso firme y pleno acierto. Allí donde estés, querido Jaume, disfrutarás con este nuevo y formidable monumento bibliográfico del sello editorial que tú creaste.
CORRESPONDENCIA
'Epistolario'
![Imagen - 'Epistolario'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/27/1592portacuenca-U76003336447qNO-224x330@abc.jpg)
- Autor Francesco Petrarca
- Editorial Acantilado
- Año 2023
- Páginas 4.286
- Precio 148 euros
Porque el 'Epistolario' de Petrarca es un monumento tan solo comparable a los 'Ensayos' de Montaigne. Y cito al Señor de la Montaña porque la impresión que produce la lectura de su obra tiene que ver con lo que uno experimenta al adentrarse en las cartas de Petrarca, tanto en las dirigidas 'ad familiares' como en las 'de senectute', marbetes ambos muy ciceronianos, lo que no es de extrañar, pues el Arpinate fue uno de los espejos en los que se miró Petrarca para construir su carrera humanística. Pero Cicerón no escribió poesía, y Petrarca, además de tomar el pulso al siglo XIV en sus epístolas y en el resto de sus obras redactadas en prosa y en latín, compuso un inmortal 'Cancionero' en honor de su amada Laura, fijando con sus rimas el modelo de poesía que se escribirá en toda Europa durante el período renacentista.
Con sus rimas fijó el modelo de poesía que se escribiría en Europa el período renacentista
Con la publicación del 'Epistolario' completo de Petrarca en una edición tan esmerada, tan hermosa, tan bien traducida por Socas, Acantilado toca el cielo de la edición española de clásicos universales y se atreve con ilusión y con coraje a colocar en el mercado una obra que podría parecer invendible por su hiperespecialización y por lo elevado de su precio. Pero estoy firmemente convencido de que este admirable 'Epistolario' petrarquesco va a ser un éxito de ventas, como lo han sido otras obras de parecida enjundia publicadas por Acantilado.
Cada uno de los volúmenes, irreprochablemente revisados por Jordi Bayod, muestra las notas exegéticas a pie de página, como debe ser, e incluye, al final de cada colección de epístolas, una serie de índices valiosísimos para que el lector no se pierda en un laberinto epistolar tan nutrido, como un índice de destinatarios, otro de personajes y lugares, un tercero de citas y referencias y, por fin, un índice analítico. De manera que tanto las cartas familiares, como las de vejez, las sin nombre y las dispersas ofrecen ese abanico de utilísimos índices.
El 'Epistolario' es un monumento tan solo comparable a los 'Ensayos' de Montaigne
Paseando la vista por ellos nos damos cuenta de la increíble cultura clásica de Petrarca, que dialoga de continuo con una lista apabullante, cercana a la compleción, de autores de la antigüedad latina. Cierto es que la herencia helénica brilla por su ausencia, pero es que el conocimiento de la literatura y la filosofía griegas no se haría efectivo hasta después de 1453, fecha en que cayó Constantinopla en manos otomanas, cuando los grandes humanistas y litterati bizantinos migraron a Occidente.
Impresiona y conmueve la dosis de sabiduría, buen juicio, capacidad analítica y encanto narrativo que encierra el Epistolario petrarquesco que nos regala Acantilado. Como diría Keats refiriéndose a la belleza, sus más de cuatro mil páginas constituyen, sin duda, «una alegría para siempre».
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