CRÍTICA DE:
'Aquí empieza el mar', de Blanca Riestra: de ideales y sumideros
narrativa
La propia escritora gallega traduce al español esta obra que se alzó con el premio Blanco-Amor. Lograda novela coral, historias de autodestrucción en los años setenta del pasado siglo
Otras criticas de la autora
«En la década de los veinte, en un artículo para el diario 'La Nación', Roberto Arlt describió con sorpresa aquellos bares llenos hasta muy tarde de mujeres fumadoras, una ciudad descocada que en nada se parecía al resto de Galicia», se recuerda ... en 'Aquí empieza el mar', la última novela de Blanca Riestra, traducida ahora al español por su propia autora y que en 2021, en su versión originaria en gallego, se alzó con el XL Premio Blanco-Amor.
NOVELA
'Aquí empieza el mar'
![Imagen - 'Aquí empieza el mar'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/11/20/1640portacarmen.jpg)
- Autora Blanca Riestra
- Editorial Reina de Cordelia
- Año 2024
- Páginas 296
- Precio 22,95 euros
El lugar al que se refería el escritor argentino es la ciudad natal de Riestra, La Coruña, espacio donde se ambienta 'Aquí empieza el mar', aunque no en la década de los veinte del pasado siglo, sino en la de los setenta. Una ciudad, también escenario de 'Pregúntale al bosque', que se convierte en un personaje más, y en la que «el sumidero se mueve y tira de los que caminan sobre él, funciona como una ventosa. Mientras la ciudad vive, el sumidero gime y boquea. Sopla el viento, llueve a mares y, alrededor, los océanos se agitan y amenazan de negrura».
Precisamente la negrura es la que preside la vida de los protagonistas, quizás sin que ni siquiera ellos mismos se den cuenta. Por eso la voz narradora principal rememora para encontrar sentido, si lo tiene. Pero esta voz no es la única, pues en su relato da paso a otras, en una novela coral muy bien construida.
Su existencia se desangra en noches de farra, en bares y tugurios, repletas de sexo, desenfreno y drogas
Sus personajes buscan la libertad y en algunos casos la creación artística y literaria —aspiran a ser escritores, pintores, músicos... —, pero frente al ideal, su existencia se desangra, cae por el sumidero, en noches de farra, en bares y tugurios, repletas de sexo, desenfreno y drogas, que se llevaron por delante a numerosas personas que transitaban por un camino de autodestrucción en esa etapa setentera.
Riestra, a quien debemos también 'La canción de las cerezas', 'El sueño de Borges' y 'Vuelo diurno', entre otros títulos, consigue sumergirnos, mediante un estilo con toques líricos —es autora también del poemario 'Una felicidad salvaje'—, en un microcosmo, donde todo «se abrasa, arde» y termina «en la incendiada boca de la noche», como reza una de las citas que encabeza la novela, de un bellísimo poema, 'El fulgor', de José Ángel Valente, muy bien traído a colación por Blanca Riestra.
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