La graPa
'Waldo'
El primer acierto de este documental de Charlie Arnáiz y Alberto Ortega: montar un puzle complejo con sólo dos piezas
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![El compositor y director de orquesta argentino Waldo de los Ríos](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/11/13/waldo.jpg)
¿Quién era Waldo de los Ríos? Los que vivimos fascinados por la música de este compositor argentino —'El himno a la alegría', la BSO de 'Quién puede matar a un niño', su grupo 'Los Waldos'; no sé: demasiado— y por su extraño suicidio, al ... fin tenemos la respuesta. Se estrena 'Waldo', un documental dirigido por dos sospechosos habituales: Charlie Arnáiz y Alberto Ortega —'Umbral: anatomía de un dandy' o 'Supergarcía'—. Su trabajo parte de una premisa: la obsesión del escritor Miguel Fernández, autor del imprescindible 'Waldo de los Ríos: desafiando al olvido', por su figura. Sobre esa base construyen un documental asombroso.
Dos decisiones que alejan a su filme de la purria que puebla el subgénero de biografías documentales en nuestro país: no quiero nombrar varios de reciente estreno, ni comentar en extenso la decisión del 'Imprescindibles' de La 2 de mutilar otros hasta los 60 minutos. El primer acierto: montar un puzle complejo con sólo dos piezas. La mitad inicial, arranque alucinante, centrada en la felicidad de Waldo. Y la siguiente, abrumada por la tristeza soterrada que no sospechamos en la anterior.
Aflige, alumbra, masacra el olvido. Por eso este documental importa tanto
El segundo golazo: evitar los bustos parlantes. Sólo oímos la voz en off de Miguel Ríos, Karina o Jeanette, vestida con archivo, música o las reflexiones del propio Waldo. Nos revela el documental: el genio se grababa en vídeo y audio caseros en un tiempo donde eso no se estilaba.
Lo último y central: la relación de Waldo —homosexual que nunca salió, nunca pudo salir del armario— con su madre, la implacable Martha de los Ríos, y su pareja, la implacable (bis) Isabel Pisano. Ese triángulo de biologías haciéndose daño, la capacidad formal de Arnáiz y Ortega y la apabullante música del protagonista se alternan y conforman este pequeño prodigio. 'Waldo' desemboca soleada, reivindicativa y, a la vez, sombría. No quedan átomos humanos ni de De los Ríos, ni de sus alrededores. Por eso este documental aflige, alumbra, masacra el olvido. Por eso este documental importa tanto.
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