La grapa
Jorge Ponce
'Medina' supera la búsqueda del jeta, vestida con formas de 'true crime', y se convierte en una amalgama sincronizada de 'sketches'
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![Fotograma de 'Medina: el estafador de famosos'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/10/17/medida.jpeg)
Con el documental 'Corazones en tinieblas' (1991) Eleanor Coppola despiezó el rodaje de 'Apocalipsis Now' durante 286 días de 1976 y 1977 y el descenso a la chifladura de su director, Francis Ford Coppola. Eleanor capturó la obsesión de su marido, arrasando al equipo y ... a su propia familia. Décadas después, el cómico Jorge Ponce ha encontrado el reverso cómico de esa obra maestra de la no ficción.
Su serie 'Medina: el estafador de famosos' (Prime) se centra en la fijación de Ponce con un timadorcete: Antonio Medina. Descendiente de esa picaresca española que no nos quitamos ni con jabón Lagarto, Antonio se presenta ante celebridades como cámara de televisión y les asegura que ha trabajado con ellos. Ellos, ante tal verosimilitud, se lo suelen creer. Al poco, les cuenta una tragedia personal inventada —mi hija tiene ELA, mi hija ha muerto— y les pide dinero, con retorno desigual. Ponce se lo topó y decidió que en Medina había una historia.
Se le ve a Gila en su habla y lingüística, se le ve a Tip en su forma de escudriñar el mundo...
Y la verdad: había mucho más. 'Medina' supera la búsqueda del jeta, vestida con formas de 'true crime', y se convierte en una amalgama sincronizada de 'sketches', homenajes a 'The Office', monólogos de Ponce y la deconstrucción del género documental al estilo del 'Fraude' (1973) de Orson Welles. Una genialidad, resumiendo. Los seis, perdón, cinco capítulos de la serie dan un buen meneo a la comedia y alrededores. Como ha demostrado Ponce en 'La Revuelta', las cosas se pueden hacer de otra manera. Y con sus apariciones diarias el cómico sigue empeñado en ello.
Porque habita en Ponce, aunque él no lo note —da igual que lo note o no, sólo importa el resultado—, la pulsión de los grandes renovadores de la comedia en español. Se le ve a Gila en su habla y lingüística, se le ve a Tip en su forma de escudriñar el mundo, se le ve a Millán Salcedo en su físico sacrificado al humor y se le ve a los chanantes en su absurdez. En ese tumulto –dramático, Coppola; cómico, Ponce– viven los creadores que merecen la pena. 'Medina' reconfirma que Jorge Ponce es uno de ellos.
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