ARTE
Documenta 2022: ¿Estamos preparados?
cita internacional
Llena de propuestas interesantes, muchas no logran concretizarse en 'nuestra idea' (o idea occidentalizada) de arte
![Detalle de las propuestas en el Fridericianum: 'Common Library', de Fridskul](/abc/abcnacional/noticias/202209/02/cultura/media/cortadas/DOCU-Ro0Ub4Bmx7iq1jN5SZXEg2N-1240x768@abc.jpg?uuid=1c881b74-2ae9-11ed-8b46-5bed53263caa)
Si esperan encontrar una Documenta en la línea de las anteriores o algo parecido a las consagradas bienales de arte, el desencanto está asegurado. Siempre hubo diferencias, sí: el acontecimiento alemán se sabe más teórico que el resto, pero el salto actual es de pértiga. La decimoquinta edición se desmarca de todo lo que asociamos a los grandes eventos artísticos para poner en marcha el transformador sistema de pensamiento y praxis de sus curadores, el colectivo indonesio ruangrupa.
Adiós al comisario estrella
Adiós a la idea de comisario estrella prescriptor de artistas reconocidos; hasta luego a los formatos artísticos corrientes, a cómo se exponen y a lo que se espera de ellos. El giro afecta al punto de partida y el resultado final, las temáticas, los procesos, los intereses y, como consecuencia, al mercado del arte. Es la primera vez que el comisariado se encarga a un colectivo y, también, a personas de nacionalidad asiática. Una pertinente y meditada decisión del comité seleccionador entre cuyos miembros se encuentran la española directora del MACBA, Elvira Dyangani Ose, o la de la TATE Modern de Londres, Frances Morris.
Aunque el proyecto está lleno de buenas intenciones y propuestas muy lúcidas de reforma, llevado al espacio y al consumo del público, se vuelve caótico, abigarrado y poco práctico
ruangrupa se fundó en Yakarta en el año 2000 y, desde entonces, desarrolla una práctica social fuertemente conectada con la cultura indonesia en la que la amistad y la sostenibilidad son clave. Fundamentándose en estos valores, los nueve integrantes del grupo han articulado Documenta Fifteen en base al concepto central de lunbung, traducido como «granero de arroz» y referido al lugar donde se almacena y distribuye el excedente de la cosecha en beneficio de la comunidad según criterios conjuntos.
Este principio de vida se traslada al trabajo interdisciplinario y colaborativo de los proyectos artísticos, promoviendo la generosidad, el anclaje local, la independencia económica o la transparencia. La filosofía lumbung se extiende en una serie de conceptos y procedimientos practicados en el evento. Por ejemplo, los comisarios no han elegido directamente a todos los artistas, sino que nombraron a 14 colectivos (indonesios, internacionales y locales de Kassel) con diferentes focos de interés que, a su vez, eligieron a otros 53 creadores que también implicaron a su propio ecosistema de artistas y activistas. Un total de más de 150 participantes del sur global.
![Imagen principal - Sobre estas líneas, 'Big Chair', de Joe Winter, y «Grimmwelt», de Agus Nur Amal. Arriba, proyecto de Amol K. Patil](/abc/abcnacional/noticias/202209/05/cultura/media/cortadas/docus_3-U51154467366Ylk-758x470@abc.jpg?uuid=af09875e-2cff-11ed-9207-09f6ec4dc74b)
![Imagen secundaria 1 - Sobre estas líneas, 'Big Chair', de Joe Winter, y «Grimmwelt», de Agus Nur Amal. Arriba, proyecto de Amol K. Patil](/abc/abcnacional/noticias/202209/05/cultura/media/cortadas/docus_4-U02102718246OKR-464x329@abc.jpg?uuid=b05852a2-2cff-11ed-9207-09f6ec4dc74b)
![Imagen secundaria 2 - Sobre estas líneas, 'Big Chair', de Joe Winter, y «Grimmwelt», de Agus Nur Amal. Arriba, proyecto de Amol K. Patil](/abc/abcnacional/noticias/202209/05/cultura/media/cortadas/docus_5-U03173800023ZcS-278x329@abc.jpg?uuid=b17502de-2cff-11ed-9207-09f6ec4dc74b)
Entre los 'lumbung members' se promueve el «nongkrong», término del argot de Yakarta que significa «pasar el rato juntos» con el fin de generar conversaciones informales; se establecen «majelis» (pequeñas reuniones de artistas) regulares para intercambiar ideas y gestionar el «common pot» (recipiente en el que comparten recursos monetarios y no monetarios como habilidades, espacio y energía); se realizan «harvest» (cosechas) que documentan dichos encuentros y, todo esto, extendido en el tiempo más allá de los 100 días que dura Documenta. El resultado es la multiplicación de los colaboradores, las conexiones y las disciplinas, mientras la autoría y la posibilidad de materializar algo concreto se disuelven.
¿A dónde miro?
Aunque el proyecto está lleno de buenas intenciones y propuestas muy lúcidas de reforma, llevado al espacio y al consumo del público, se vuelve caótico, abigarrado y poco práctico. El Fridericianum, una de las sedes principales de la zona centro (hay otras 4 áreas que dividen el mapa cultural de la ciudad) da cuenta del exceso de información y mezcla de contenidos. Una parte del museo ha sido convertido en escuela (Fridskul) donde los artistas y colectivos pueden reunirse y aplicar el modelo horizontal de educación que promulgan. Un espacio social y doméstico repleto de esquemas en las paredes, mesas de trabajo, paneles, en el que no sé sabe muy bien dónde poner la atención.
Otra sala acoge la RURUKIDS, iniciativa dedicada a niños y adolescentes con utensilios de juego. En los pisos semicirculares que asoman al hueco central del edificio, se han distribuido las pinturas de protesta del artista aborigen australiano Richard Bell (que también presenta una carpa solidaria en Friedrichsplatz) y los tapices de la artista polaco-rumana Małgorzata Mirga-Tas, ambos faltos de la distancia visual que requieren para ser disfrutados, eso sí, según nuestros preceptos ligados a la pulcritud del cubo blanco. No hay más que comparar el empaque que adquiere la obra de esta última artista expuesta de forma individual en el pabellón de Polonia en la actual Bienal de Venecia.
¿Estamos dispuestos a renunciar al disfrute de la estética pura, el 'star-system' del arte o la espectacularidad de un mercado ligado a lo individual? La respuesta es no o, por lo menos, no en tan poco tiempo
Quizá esté sea otro de los aspectos que más perturban: los creadores, en general, no disponen de un espacio propio que permita identificarlos con claridad. Sus obras están demasiado cerca de las del resto y, a veces, expuestas en diversas ubicaciones que las deslocalizan y desvirtúan. Y cuando se trata de colectivos la confusión es todavía mayor, véase la sala que cobija sin división física Los Archivos Negros de los Países Bajos, el Archivo de Arte de Asia de Hong Kong y los Archivos de las Mujeres de Argelia, todas ellas, prácticas vinculadas a la protesta y a la comunidad. La cantidad de libros, vídeos y documentos, hacen imposible su integración por parte del visitante corriente, que dedica uno o dos días máximo al evento y acaba abrumado.
Los miembros de ruangrupa ya adelantaban que su estrategia era de alto riesgo y que tenían curiosidad por ver si los 100 días de Documenta sólo resultarían «en experiencias pragmáticas –un «tiempo libre» temporal para que los artistas y las iniciativas aprendan otros modelos– antes de volver al viejo sistema de hacer las cosas», entendiendo los sistemas imperantes como «altamente competitivos, globalmente expansivos, codiciosos y capitalistas, en resumen, explotadores y extractivos».
Otra de las grandes preguntas que se hacían era si se produciría la necesaria disolución de la autoría y el protagonismo de grandes nombres. Sin duda, este objetivo está más que conseguido. La única artista archi-conocida del mundo del arte que participaba –en colaboración con el colectivo agrocultural español Inland– era la germano-japonesa Hito Steyerl. Sin embargo, al llegar al espacio donde tenía que estar expuesta su instalación 'Animal Spirits', los que tienen «mono» de algo conocido, se quedan con las ganas. Una tela negra impide el paso acompañado de su correspondiente cartela: «la obra de Hito Steyerl ya no forma parte de la exposición debido a la decisión personal de la artista».
![Imagen principal - Arriba, obras de Atis Rezistans en St. Kunigundis. Otra de las sedes de la cita y entrada a la obra retirada de Hito Steyerl](/abc/abcnacional/noticias/202209/05/cultura/media/cortadas/docus_2-U48405164486alT-758x470@abc.jpg?uuid=1974ff98-2cff-11ed-9207-09f6ec4dc74b)
![Imagen secundaria 1 - Arriba, obras de Atis Rezistans en St. Kunigundis. Otra de las sedes de la cita y entrada a la obra retirada de Hito Steyerl](/abc/abcnacional/noticias/202209/05/cultura/media/cortadas/docus_1-U24007612824bAq-464x329@abc.jpg?uuid=1af2a046-2cff-11ed-9207-09f6ec4dc74b)
![Imagen secundaria 2 - Arriba, obras de Atis Rezistans en St. Kunigundis. Otra de las sedes de la cita y entrada a la obra retirada de Hito Steyerl](/abc/abcnacional/noticias/202209/05/cultura/media/cortadas/docus_9-U61520480444bXN-278x329@abc.jpg?uuid=1b8ffcd8-2cff-11ed-9207-09f6ec4dc74b)
La retirada es una de las consecuencias de la polémica que ha lastrado el evento desde antes incluso de la inauguración y que, según Steyerl, los comisarios no han sabido gestionar adecuadamente: las acusaciones de antisemitismo basadas en la supuesta inclusión de artistas pertenecientes a un movimiento radical pro-Palestina 1, y en la obra mural 'People's Justice' del colectivo indonesio Taring Padi, que muestra a un personaje judío ortodoxo caricaturizado y con el símbolo de las SS alemanas en el sombrero. Los autores negaron las inculpaciones alegando que la obra, creada hace 20 años, aludía a la lucha contra la opresión y la dictadura de los años de Suharto en Indonesia, pero no impidieron su desmantelamiento.
Sin ahondar más en el escándalo del que se ha escrito ya mucho y que ha supuesto la dimisión de la mismísima directora de Documenta, Sabine Schormann, cabe subrayar la falta de claridad en los posicionamientos de los agentes defensores de ambas partes y la necesidad de un debate abierto no solo sobre la problemática antisemita, sino sobre la sensibilidad en torno a la crítica de las políticas militaristas del Estado de Israel.
Salidas airosas
Haciendo balance rápido, ruangrupa sale airoso en poner sobre la mesa cuestiones urgentes y proponer soluciones: la creación de prácticas artísticas más cercanas a la vida que al mercado; priorizar lo colaborativo y los recursos conjuntos frente a lo individual; formular modelos alternativos y anticapitalistas de trabajo, exposición y difusión; activar formas de regeneración del pensamiento y la educación; situar en el mapa el sur global y, particularmente, Indonesia y rescatar otras cosmologías marginalizadas para que cualquier colectivo pueda sentirse identificado en algún momento y lugar dentro de Documenta.
Dicho esto, las preguntas más críticas evidencian las deficiencias y grietas del proyecto: ¿estábamos preparados para un salto sin transiciones? ¿es posible incorporar diversos modelos radicalmente diferentes de una sola vez? ¿estamos dispuestos a renunciar al disfrute de la estética pura, el star-system del arte o la espectacularidad de un mercado ligado a lo individual? La respuesta es no o, por lo menos, no en tan poco tiempo.
A los críticos y comisarios les gusta tomar el pulso internacional en las bienales, llevarse nombres propios, propuestas destacadas e imágenes impactantes de las que permanecen en la retina. En esta ocasión, la tarea ha sido más difícil, pero no me privo de proponer mi personal recorrido por algunos de los espacios, colectivos y artistas que más han llamado mi atención.
Asi, la maravillosa iglesia desacralizada de St Kunigundis acoge el despliegue de esculturas y vídeos del colectivo haitiano Atis Rezistans, que en 2009 creó la 1ª Bienal del Gueto, evento que se realiza en Puerto Príncipe y al que se invita a todo tipo de artistas a realizar obras sobre su barrio. En el techo de la iglesia, han realizado una estructura flotante que refleja la geometría y la cacofonía de las calles de su gueto. La religiosidad del espacio contrasta con las inquietantes esculturas antropomorfas y cadavéricas hechas a base de materiales reciclados. Se agradece la coherencia expositiva del espacio dedicado a un colectivo.
Black Quantum Futurism (BQF) es la práctica colectiva de las africanas, con sede en Filadelfia, Camae Ayewa y Rasheedah. En Documenta presentan 'El Escenario Clepsidra', un reloj de agua abstracto, formado por tres círculos enredados a orillas del río Fulda, que sirve como centro de recuerdos e historias, y 'Black Grandmother Clock', una máquina instalada en un paso subterráneo que recoge testimonios sonoros de los visitantes de Kassel y que se reproducirán en el futuro. ¡Imposible no grabar un mensaje para la posteridad!
![Imagen principal - Arriba, 'El Escenario Clepsidra', de Black Quantum Futurism. Sobre estas líneas, proyectos en el Halle y obras en la Iglesia de St. Kunigundis](/abc/abcnacional/noticias/202209/02/cultura/media/cortadas/Black_Quantum_Futurism-U04263314281IUF-758x470@abc.jpg?uuid=1d85c9a4-2ae9-11ed-8b46-5bed53263caa)
![Imagen secundaria 1 - Arriba, 'El Escenario Clepsidra', de Black Quantum Futurism. Sobre estas líneas, proyectos en el Halle y obras en la Iglesia de St. Kunigundis](/abc/abcnacional/noticias/202209/05/cultura/media/cortadas/docus_6-U73554672617ZwP-464x329@abc.jpg?uuid=54e87f18-2d00-11ed-9207-09f6ec4dc74b)
![Imagen secundaria 2 - Arriba, 'El Escenario Clepsidra', de Black Quantum Futurism. Sobre estas líneas, proyectos en el Halle y obras en la Iglesia de St. Kunigundis](/abc/abcnacional/noticias/202209/05/cultura/media/cortadas/docus_8-U00348510638JTk-278x329@abc.jpg?uuid=563929ee-2d00-11ed-9207-09f6ec4dc74b)
La obra de la palestina Jumana Emil Abboud se muestra en las sedes de Fridericianum, Grimmwelt Kassel, Hafenstraße 76 y Nordstadtpark. Sus sugerentes pinturas de iconografía nostálgica exploran la íntima relación con la naturaleza y los paisajes habitados por humanos y no humanos. En su práctica multidiscplinar explora lugares en la topografía de su país donde la lucha por la continuidad requiere un proceso constante de regeneración. En su intervención dentro del Museo de los Hermanos Grimm se centra en historias y mitologías personales y colectivas, entretejiendo el folclore y los relatos contemporáneos.
En este último museo (Grimmwelt Kassel), donde se mezclan las obras de la colección permanente con las intervenciones de Documenta (bastante confuso, por cierto), encontramos una joyita videográfica de la artista caribeña Versia Harris, elegida por el colectivo Alice Yard, de Trinidad y Tobago, que ha activado diferentes propuestas y residencias en Kassel. Titulado 'Un sueño y un deseo que tu corazón hace cuando despiertas' ahonda en la idea de fantasía como herramienta y forma de ser aceptado en la infancia. Una aguda crítica feminista a los estereotipos de las princesas Disney que propone nuevos imaginarios de cartón piedra.
Bailar y limpiar
El piso subterráneo del edificio industrial Hübner areal está ocupado por la polifacética obra del artista indio conceptual Amol K Patil. El trabajo se integra a la perfección en un espacio de baja luminosidad donde sus instalaciones de tierra literalmente respiran. Exquisitos dibujos y esculturas se distribuyen en las paredes de la sala. Por otro lado, en la 'performance' 'Sweep Walkers', invita a otros artistas a que se muevan por los espacios de la exposición en patines con cepillos de limpieza y radios que reproducen las canciones compuestas por músicos de «powada», un género de poesía propio de la India.
El Colectivo Nhà Sàn de Hanoi dirige el espacio más antiguo sin fines de lucro para el arte experimental en la escena de Vietnam. En el Stadtmuseum Kassel presentan una instalación lúdica que parte de la noción vietnamita de 'bến' (puerto), transportando tanto los materiales arquitectónicos como su experiencia vivida. Un conjunto de esculturas de corte minimalista se activan y transforman con el tiempo. Líquidos que se deslizan, artilugios sonoros… Y lo mejor de todo: un 'performer' vestido como guardia de seguridad que interactúa con unos visitantes desconcertados.
La desafortunada representación ha llenado de tensiones la edición que más fervientemente apostaba por el diálogo
El arte 'queer' está representado principalmente a través de dos propuestas: 'Queer Time: Kinships & Architectures' y el trabajo de FAFSWAG. La primera va de la mano de la artista y curadora Vidisha-Fadescha, que dirige el espacio antirracista y transfeminista en Nueva Delhi Party Office. En el sótano de la sede WH22 nos adentramos en la oscuridad de una sala de baile con instrumentos sadomasoquistas y vídeos que proponen prácticas sexuales lúdicas alejadas de la heteronorma. El espacio «pretende reordenar las definiciones neoliberales del tiempo productivo, centrando el descanso, la rave y el placer radical como procesos primordiales hacia la resiliencia».
Por otro lado, las obras del colectivo de Nueva Zelanda FAFSWAG, con fotografías y vídeos de coloridos psicodélicos en diversas sedes, tienen como objetivo desafiar la falta de representación de las personas 'queer' e indígenas en las industrias creativas estableciendo identidades multiculturales.
Documenta Quince
![documenta fifteen](/abc/abcnacional/noticias/202209/05/cultura/media/cortadas/docus_7-U70645182338fLU-366x206@abc.jpg?uuid=56d9d6aa-2d00-11ed-9207-09f6ec4dc74b)
documenta fifteen
Diferentes emplazamientos de Kassel (Alemania). Comisarios: ruangrupa. Web: www.documenta-fifteen.de/. Hasta el 25 de septiembre.
Por último, el citado colectivo que desató la polémica, Taring Padi, muestra una serie de murales reivindicativos que cautivan nuestra atención en diferentes puntos de la ciudad. Su arte de protesta se basa en tres principios básicos –organizar, educar y agitar– bajo el lema de «la llama de la solidaridad». A través de talleres previos a Documenta quince –con grupos de artistas urbanos, migrantes y callejeros, así como con escuelas– han creado una serie de nuevas obras de arte que transmiten cuestiones sociopolíticas locales. Desde luego, resulta difícil creer que grupo de artistas que lucha por la inclusión y el cambio tenga tendencias antisemitas, pero la desafortunada representación ha llenado de tensiones la edición que más fervientemente apostaba por el diálogo.
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