libros
Daisy Johnson, chicas raras S. A.
narrativa
'Hermanas' es pura atmósfera. Y es una atmósfera felizmente triste pero, finalmente, definitivamente, rara y enrarecida
![Daisy Johnson (Reino Unido, 1990)](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/24/daysi.jpg)
Como ya he dicho aquí, Henry James abrió la puerta para que Shirley Jackson saliese a jugar. Y ahí fuera, años más tarde, la sigue esperando Daisy Johnson (Reino Unido, 1990). Como, inevitablemente, Jackson nunca llegará, entonces Johnson se divierte jugando sola pero sin ... olvidar a su hermana muy mayor. Ya lo hizo con su anterior ‘Bajo la superficie’ (candidata al Booker 2018) y con los relatos reunidos en ‘Fen’ (2017) bajo un sentimiento común. Sí, hay familias tristes y felices, pero también hay familias raras.
Lo que nos lleva a las quinceañeras apenas separadas a los diez meses de edad de este ‘Hermanas’ en el que sí, como vocea la editorial, hay rasgos compartidos con la ya mencionada Jackson, con la más extrema de las Brontë (Emily), con la más gótica Toni Morrison y con el todo-terreno Stephen King. Pero también hay mucho de esos ‘thrillers’ familiares que se pusieron tan de moda a mediados del siglo pasado como ‘Psycho’ de Robert Bloch o ‘El otro’ de Thomas Tryon. O de esas otras ‘Sisters’ que dirigió Brian De Palma o de los ‘Inseperables’ de David Cronenberg.
NOVELA
'Hermanas'
![Imagen - 'Hermanas'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/24/hermanas-U28674147624RFF-224x330@abc.jpg)
- Autora Daisy Johnson
- Editorial Periférica
- Año 2022
- Páginas 224
- Precio 18 euros
Y esas luces en el páramo ahí fuera son las de las sombras de Daphne Du Maurier y de Sarah Waters del Ian McEwan de ‘El jardín de cemento’ así como del ‘folk-horror’ ancestral de Lovecraft y ‘The Wicker Man’ hasta llegar hasta la reciente ‘Midsommar’. Añadir, si se quiere, buena parte del neo-gótico femenino y latinoamericano que importa y que se exporta por estos días donde late aquello que el porteño Borges rimó en cuanto a que «no nos une el amor sino el espanto. Será por eso que la quiero tanto».
Aquí hay mucho de esos ‘thrillers’ familiares que se pusieron tan de moda
Así, lo admirable de Johnson es que comienza trabajando a partir de una cantidad de elementos bizarros que ya son lugares comunes por retorcido derecho propio. Así, el indestructible y simbiótico-telepático vínculo tan tóxico como juguetón entre una hermana y demandante feroz y otra domesticada y obediente, su interacción con otras chicas de instituto, artística madre totémica y fabuladora de infancias, padre omnipresente más allá de su muerte, y huida de Oxford a las borrascosas cumbres de Yorkshire consecuencia de un episodio nunca del todo aclarado hasta el final rumbo a casa, más embrujadora que embrujada, y en constante mutación y cuyas paredes deben ser repintadas cuando se encuentre el color exacto.
Verdadero atractivo
De acuerdo, se le podrá reprochar a ‘Hermanas’ el que todo lector medianamente curtido en estas lides anticipe sin gran dificultad el ‘twist’ final. Pero, a la vez, ahí reside el verdadero atractivo de la novela y ese parece ser el plan de Johnson. Aceptar que esta voluntad de recorrer habitaciones con sorpresa última ya ha sido contada demasiadas veces. Por lo que Johnson opta por ignorar el efectismo especial y concentrarse más en efecto espacial.
Consciente de que trabaja sobre sentimientos ya sentidos, acierta al preocuparse por el lenguaje y cadencia y elipsis y la descripción minuciosa de costumbres bizarras (que van de juegos muy particulares al engalanarse para la nada). Así, ‘Hermanas’ es pura atmósfera. Y es una atmósfera felizmente triste pero, finalmente, definitivamente, rara y enrarecida.
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